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domingo, 2 de julio de 2017

Ha sido duro..

He estado ausente. He abandonado literalmente las redes sociales y podría decir que incluso he eliminado mi vida social de mi horario personal. Un gran sacrificio, sin duda, pero todo tiene un motivo.

En septiembre empecé a estudiar a distancia el Máster de Comunicación corporativa, eventos y protocolo. Un gran reto teniendo en cuenta que no es exactamente mi campo, ya que yo provengo de filología y este máster se corresponde a la rama de comunicación. Sin embargo, si realmente quería desvincularme de la docencia tenía que hacer un giro radical y este fue el camino que elegí. También creí conveniente empezar a estudiar francés. Ya lo había hecho en el pasado, pero aún así quise empezar desde cero para refrescar conocimientos y también para ir más tranquila, por si esto de estudiar a distancia era demasiado duro para mí. Hasta aquí todo bien, todo compatible. 

En diciembre me informaron de que a principios de año empezaría un curso subvencionado de auxiliar administrativo que hacía tiempo que quería hacer, por lo que enseguida me informé y me apunté. En otras palabras, en enero ya estaba estudiando tres cosas a la vez.

En marzo me llamaron para hacer de profesora en unos cursillos que iban a durar tres meses. La verdad es que las condiciones de trabajo me eran muy favorables y la única pega era el horario, que me obligaba a llegar a casa cada día más tarde de las diez de la noche y muchos días ni veía a mis hijas. Sin embargo, seguía teniendo tiempo para todo lo que me había propuesto hacer: por las mañanas iba al curso, podía asistir a las clases de francés y el máster, como era a distancia, lo iba haciendo a ratos. Incluso así, podía plantearme aceptar el trabajo y conseguir un dinero extra que nos vendría muy bien.

Pero es que la cosa no se queda aquí, porque en abril (tal vez dos semanas después de aceptar el contrato de los cursos) me llamaron de una fabrica ubicada en la misma ciudad que vivo para trabajar en las oficinas. Me ofrecían hacer una substitución con grandes posibilidades de quedarme en plantilla. En la entrevista conecté enseguida con la jefa y a los pocos días empecé a trabajar. Aquí la cosa ya se complicaba porque al tener el día veinticuatro horas parecía que no me daba para todo... Por eso decidí "desaparecer" de las redes sociales e incluso abandonar el resto de actividades que llevaba a cabo (incluida mi aportación al AMPA de la escuela). Además, tuve que dejar el curso de administrativo para poder ir a trabajar a la fábrica. Mi gran suerte fue que como ya había superado el porcentaje de asistencia mínima, el hecho de que dejara de ir no fue un escollo insalvable. 

También me pasó algo parecido con francés. Fue un curso del que saqué mucho provecho. El profesor ya me dijo que no tendría que haber empezado en primero, pero me pareció lo más adecuado y no me arrepiento nada. Simplemente tuve que dejar de ir a las clases y aún así pude pasar a segundo con buena nota.

Total, que me encontré con los dos trabajos y el máster. Sí que eran muchas menos cosas que atender de las que tenía de buen principio, pero esto de estudiar a distancia se me hacía muy cuesta arriba y el máster era cada vez más complicado. Pero, por suerte o por desgracia, el tiempo siempre pasa sin compasión y a día de hoy ¡me siento una mujer libre! He acabado el primer curso del máster y aunque aún me queda otro ahora me siento más tranquila, como si empezara las vacaciones. Porque es que además ya he terminado de impartir clases en dos de los tres cursos para los que me habían contratado y eso implica también el tener más tiempo libre. 

Sin embargo, todavía tengo pendiente de hacer las prácticas del curso de administrativo y lo más seguro es que las haga en verano. Y llegados a este punto tal vez te preguntes por qué hago prácticas de administrativo si estoy trabajando en las oficinas de una fábrica y tal vez me las pueda convalidar. Pues haces bien en preguntártelo porque es cierto que podría hacerlo, pero no acabo de ver claro que me quede trabajando allí una vez finalice mi contrato y prefiero curarme en salud y abrirme una posible nueva puerta dándome a conocer en otra empresa.

¿Cuáles son mis planes de cara al próximo curso? Lo cierto es que tengo tantos condicionantes que no estoy segura de lo que pasará. No sé si me renovarán contrato, por lo que no sé cuál será mi autonomía económica para entonces. No sé si la empresa en la que haga prácticas me ofrecerá trabajo al finalizarlas, por lo que no sé si me interesará más cambiar de empresa aunque me renueven. No sé si suspenderé alguna asignatura del máster, por lo que no estoy segura de si podré seguir el plan de estudio que me había planteado desde un principio. No sé cómo me quedará el horario una vez tenga claros el resto de condicionantes, por lo que no tengo ni idea de cómo debería matricularme de francés ya que desde julio me piden que elija la franja horaria que me gustaría. En definitiva, tengo tantas incógnitas que voy a ir pasito a pasito:

Si sigo la línea temporal, lo primero va a ser que me digan cuál es la empresa en la que haré las prácticas y hacerlas. El siguiente será saber si me renuevan el contrato en la fábrica y ahí posiblemente llegue el momento de decidir porque, si la empresa de prácticas me hubiese hecho alguna oferta, a esas alturas ya lo sabría. Después llegaría el momento de pensar en los estudios; una vez claro el plano laboral será más fácil decidir cuál será el académico y en este sentido tendré que decidir sobre qué hacer con el máster y francés. Así que dicho esto, no creo que pueda mover ficha en cuanto a los estudios hasta por lo menos septiembre.

Y hasta aquí la historia y justificación de mi desaparición virtual. Ha sido duro. He pasado muchísimos nervios. He estado muchas noches sin dormir lo que debería. Mi mente se ha visto colapsada en más ocasiones de las que me hubiese gustado. He dejado de banda a mi familia para priorizar mis obligaciones y por fin puedo decir que todo esto va quedando atrás. O por lo menos, esos instantes de tanta tensión sí. Sin embargo, y a diferencia de otros veranos, éste va a ser bastante movidito... porque es que tampoco me puedo olvidar de mi fanfic. Tal y como prometí en su momento, julio ya ha llegado y con él toca publicar capítulos nuevos. Espero que mi proyecto consiga sus objetivos: lectores y crítica constructiva.

sábado, 21 de febrero de 2015

Un sueño hecho realidad

¡Hoy ha sido un día completito! 

Esta mañana he cogido el tren para ir a la capital y hacer allí un taller de doblaje. ¡Sí, doblaje! Nunca he hecho interpretación, nunca he hecho nada que se asemeje, pero he ido y lo he dado todo. Bueno, tal vez todo no, pero la verdad es que para ser la primera toma de contacto no ha estado nada mal. De hecho, ha sido una experiencia inolvidable en muchos aspectos. 

Todo empezó cuando empezamos a ver en casa anime en versión original subtitulada. Sin darme cuenta me quedaba con las voces de los personajes y cuando luego los oía en otra serie los relacionaba. Después, para asegurarme, buscaba por internet y ya de paso me interesaba por todos los papeles que había interpretado ese actor y a ver si lo podía identificar con el personaje. Más tarde, empecé a buscar vídeos en youtube para ponerles cara y el siguiente paso fue ver cómo trabajaban. Me fascina mirar esos vídeos, ver cómo se entregan a la interpretación, cómo a través de la voz transmiten tantos sentimientos. Mirar cómo hacían eso ya me parecía complicado, sólo por el factor interpretativo, ya que yo tengo conocimientos nulos en este campo. No tengo formación de ningún tipo. ¿Qué se esconde detrás de cada personaje? ¿Cuáles son las voces de doblaje del anime de nuestro país? ¿Quienes son esos actores? Porque si hablamos del doblaje al español tengo que empezar de nuevo: el nombre de la persona que dobla, cuáles han sido los otros personajes que ha doblado, buscar vídeos en internet, etc. Y de esta manera, poco a poco, vas conociendo nombres de actores prácticamente anónimos pero que estamos hartos de oírlos en la tele, ya sea en series, películas o publicidad.

En resumidas cuentas, que desde que miro anime en versión original subtitulada que este mundillo me llama mucho la atención y el otro día, buscando información de este tema en internet, encontré por casualidad que unos actores conocidos en el doblaje de anime organizaban un taller en la capital. Me informé, me apunté y hoy ha sido el gran día.

Hoy he conocido actores que admiro, he doblado personajes que conozco desde niña, he conocido mucha gente, he vivido una experiencia inolvidable, me he hecho unas cuantas fotos y dentro de unos días también tendré un vídeo de recuerdo sobre mi paso por el taller. Pero sobretodo he aprendido un montón. Me he sorprendido a mí misma con mis interpretaciones e incluso creo que he conectado de alguna manera con el actor que más admiro de los tres que organizaban el taller. Es posible que no nos volvamos a ver nunca más, pero hablar con él ha sido muy enriquecedor. Éramos un grupito de tres "alumnos" y hemos tenido una conversación de cáliz muy profundo con él. Me ha sorprendido conocerle como persona y creo que el poco rato que he estado con él ha contribuido en hacerme mejor persona porque nos ha dado consejos muy valiosos para la interpretación pero también para las situaciones de diario.

Me gustaría repetir la experiencia. Me gustaría seguir estando en contacto con estos actores. Me gustaría que nuestros caminos se volvieran a cruzar en el futuro, aunque no sea en un contexto similar. Me gustaría que pasaran muchas cosas que estuvieran relacionadas con lo que he vivido hoy, pero no sé qué pasará. De momento, ¡que me quiten lo bailado!

jueves, 3 de julio de 2014

Un día a día diferente

Estaba deseando volver a la rutina para ejercer de madre, de esposa y de ama de casa como mínimo hasta que pusiera un poco de orden en mi hogar; sin embargo no está siendo así. Después de hacer la defensa del TFG me sentí liberada, como si después de varios mese de lucha constante y esfuerzo fuese unas especie de Houdini que por fin tiene éxito en su escapismo convencido de que en adelante las cosas serán distintas. Me sentía en una nube irreal creada por mi propio orgullo y las alabanzas de todos aquellos que habían confiado en mí. De hecho, sigo en la nube, disfrutando del momento...

Pero también tengo que tocar con los pies en el suelo y mirar directamente a la realidad, sin filtros. Lo más importante ahora es encontrar trabajo y empezar a aportar ayuda económica a la familia. Por eso me propuse empezar por el primer sitio dónde me gustaría trabajar: la editorial donde hice las prácticas. Fui allí, hablé directamente con la jefa, le conté cuáles eran mis intenciones y le pedí que fuese franca conmigo, que me dijera sinceramente si tenía futuro en esa empresa o no. Ella me correspondió y me dijo que hasta otoño no podía ofrecerme nada estable y que llegado el momento tampoco me lo podía prometer porque no dependía sólo de ella, sino también de cómo resultaban una serie de inversiones que tenía entre manos. Me dijo que no me tomara lo que me estaba diciendo como si me estuviera cerrando la puerta en los morros sino como si la dejara entreabierta para poderla atravesar en el futuro. También me sorprendió proponiéndome trabajar para ellos de manera externa a través de trabajos esporádicos que podría hacer desde casa. Acepté. Creí que sería una buena forma de no perder el contacto y de conseguir entrar poco a poco por la puerta de atrás. Tampoco era algo definitivo ya que tenía que consultarlo con el editor y decidir en todo momento si me podían mandar algo para hacer y el qué. Me fui de allí satisfecha, convencida de haber hecho lo correcto, pero con el miedo de pensar que tal vez no habían sido tan sinceros conmigo como parecía... ¡A veces soy una auténtica paranoica!

Por otro lado, y sin que lo buscase siquiera, me han ofrecido un puesto de trabajo en la misma ciudad en la que vivo. La ventaja es que no necesitaría utilizar ningún medio de transporte porque podría ir a pie, la desventaja es el horario que es por las tardes a partir de que los críos salen del cole ya que se trata de una escuela de Inglés. Siempre he dicho que mi propósito después de acabar la carrera no era ser profesora de inglés, aunque tampoco descartaba esa posibilidad, simplemente anteponía el resto; y la verdad es que cuando me ofrecieron el puesto acepté ir a la entrevista por cortesía pero con la mente clara de que aquello no era lo que yo quería. Sin embargo, a medida que maduraba la noticia me daba cuenta de que no era tan mal partido. Si tenía suerte y en la editorial me ofrecían trabajar de externa haciendo trabajos esporádicos podría combinármelo perfectamente con el trabajo de maestra y además me daba la opción de estudiar francés en la escuela oficial de idiomas por las mañanas, si al final me decido a hacerlo. Así que fui a la entrevista con un poco de indecisión que no quise mostrar aunque fui muy sincera con ella. Creo que causé buena impresión y ella también lo hizo en mí. Ahora me toca esperar hasta final de mes, que será cuando me diga cuál ha sido su decisión ya que quería entrevistar a un par de personas más y ver otras opciones antes de decidirse. El punto a favor que tengo es que yo llegué allí con muy buenas referencias, cosa que agradezco que hicieran por mí altruistamente. Gracias.

Durante la entrevista de trabajo de la academia me preguntaron cuál había sido el motivo por el que había cursado esa carrera en concreto y mi respuesta fue clara y tajante: por el amor que siento por la lengua. Adoro leer por placer y lo mismo me pasa cuando se trata de escribir. Se me pasan las horas y los días que ni me entero. Mi mundo se transforma y gracias a la literatura me redescubro cada día como espectadora del mayor de todos los espectáculos: mi propia imaginación. También me preguntaron que cuál sería mi trabajo ideal y le dije que escritora. Creo que la sorprendí por muchas de las respuestas que le di, pero de alguna manera creo que le gustó lo que vio y tengo cierta confianza con la respuesta que recibiré a finales de mes. Tal vez sea mi propia nube de orgullo la que me hace raramente confiada, pero debo confesar que me siento así.

Tengo el currículum hecho. Tengo intención de buscar faena. Tengo una corazonada. Tengo la sensación de que ahora todo es distinto. Tengo que confiar en mí misma después de todo lo que he pasado. Tengo mucho por vivir aún sin olvidar todo lo que va quedando atrás. Tengo todo el verano por delante antes de empezar con nuevas andaduras y, sin embargo, tengo la extraña sensación de que el tiempo se me acaba...

lunes, 30 de agosto de 2010

¡Ahora todo de golpe!

Eladio empezaba hoy a trabajar, las niñas empiezan el martes que viene las clases, yo también empiezo el periplo el martes, ... ¡¡Uffff!! Parecía que septiembre quedaba muy lejos y ya lo tenemos aquí. Aunque esta semana podemos decir aún que estamos de vacaciones tengo mucho que hacer. Lo de las niñas lo tengo todo más o menos y tengo que acabarlo de arreglar. Tal vez me ponga a hacerlo y sea cuestión de dedicarle un rato, pero ahora mismo tengo la sensación de que es un faenón de la leche...

En cuanto a mi vuelta al cole estoy muy verde. Nunca antes he ido a la universidad. No tengo nada preparado. Solo tengo la carpeta y la agenda que me compré al hacer la matrícula y un estuche con todo lo que creo que voy a necesitar. El martes, miércoles y jueves de la semana que viene iré a unas jornadas especiales que hacen para la gente que empieza en el primer curso. No es obligatorio ir, pero creo que es conveniente, sobretodo si vas tan pez como yo... Las clases empiezan el 13, la semana siguiente.

En fin, que estoy un poco atacada porque aparte de lo que conyeva consigo la vuelta a la rutina después de dos meses y pico de vacaciones, que además hay que sumarle la organización a medias con Amanda de una despedida y la preparación de las niñas para una boda en la que ellas también serán protagonistas... Sí, estoy un poco nerviosa, lo confieso.

Por otro lado, mañana hará una semana que me hice el tatu y, de momento, sigue siendo un secreto entre mi prima, mi marido y yo. Las curas han ido bien. Eladio ha cambiado por completo su actitud respecto al tema y ha pasado de mirarlo desde una perspectiva un poco lejana a mirarlo con cierto punto de admiración. Imagino que, en parte por la relación que tiene con la cultura japonesa. No solo por el simbolismo del dibujo, sino porque en Japón el tema del tatuado es también una tradición samurai (si no me equivoco). La verdad es que no estoy muy puesta en el tema, pero me gusta más cómo trata el tema ahora mi querido marido a como  lo hacía antes. A modo de información por la gente que pueda estar interesada tengo que decir que no me han salido costras, pero que a partir del cuarto día de curas se me empezó a pelar. No se pela como cuando te quemas al sol y se te cae la piel a tiras, sino como cuando frotas con con fuerza la llema del dedo contra la piel y de repente aparecen restos de pieles muertas. Solo que estas llevan colores. Y no sé si son paranoias mías o el tatuaje está perdiendo un poquito de color... Llamé a la tatuadora para comentárselo y me dijo que era normal, que no tirara de las pieles. Dentro de dos semanas que tengo que volver para que me lo vea le comentaré lo del color... De momento seguir hidratando tantas veces al día como pueda con Nivea y protegerlo del sol. Nada de playa o piscina.

¿En algún punto del blog comenté que iba a escribir un libro? Pues esa idea amorfa está empezando a tomar forma. Con la trama familiar que está viviendo mi familia política y un poco de mi propia imaginación tengo argumento para un best seller, fijo. He empezado a escribir, pero esto va para largo. Además me considero bastante inculta y en el punto en el que me encuentro en este momento de mi vida no me veo capaz de hacerlo posible. Pero teniendo en cuenta que voy a empezar una filología creo que durante los próximos años adquiriré una base literaria lo suficientemente buena como para proponérmelo en serio, modificar lo que tenga e intentarlo de verdad. Conozco mis limitaciones y me lo estoy tomando con mucha calma, casi como un hobby que voy haciendo a ratos libres.

miércoles, 25 de agosto de 2010

¡Pues ya está!

"Ya está" hace referencia a un poco de todo. Ya se acaban las vacaciones de Eladio, ya tengo todos los libros comprados y ya tengo el tattoo hecho. El día D fue ayer por la tarde. No tenía crema anestésica, mi prima vino con Eladio y conmigo y sorprendentemente no estaba nerviosa. No me puse como un flan una vez allí ni nada. Eso, considero, que es buena señal porque supongo que quiere decir que iba convencida de lo que hacía. Me hizo una estampación de prueba para determinar el sitio donde iba a tatuar, me tumbé en la camilla boca abajo y empezó. Iba preparada para soportar un gran dolor, pero la verdad es que no fue tanto. Aquello duró una hora y pico (¿tal vez y veinte minutos?) y sin darme tiempo a mentalizarme ya me estaba mirando al espejo boquiabierta y haciéndome a la idea de que me había automarcado para toda la vida. Los símbolos son totalmente míos (mi propio nombre en japonés y un símbolo japonés de la época de mi nacimiento) y el significado que tiene este tatuaje me recordará en los momentos duros del curso que me espera que no debo decaer para conseguir arrancar esa espinita que se me clavó en el corazón, en quanto a estudios se refiere, en el momento en que la muerte se llevó a una de las personas más importantes de mi vida. Mi único hermano, Julio.

En fin, que lo prometido es deuda. Aquí dejo una foto del resultado. Hay que tener en cuenta que aún está un poco rojo, pero esta es mi piel morena y esta es la obra de arte de una gran tatuadora.


Espero que el resultado os guste tanto como a mi.

domingo, 22 de agosto de 2010

Momento de reflexión

El tema del tattoo sigue adelante. De hecho, el martes tengo la cita y no creo que me eche atrás. Pero me siento mal. Estoy convencida de que por el dibujo no me voy a arrepentir, pero sí por el dinero. Estoy a punto de empezar una nueva etapa (de la cual el tatuaje va a representar un símbolo), va a ser muy dura económicamente y yo me voy a gastar un dineral en un capricho. Eladio no me ha dicho nada, pero veo que le duele darme el capricho porque a él le cuesta mucho ganar el dinero y yo no aporto nada a la economía familiar. El verano pasado aún pude dar clases particulares y repasos, me saqué algunas perrillas, pero este año nada de nada. Entre unas cosas y otras nos hemos gastado más en este mes de agosto que en uno normal (pero bueno, hemos comprado los libros, las batas, etc.) y el próximo mes ya empezará a ser rutina. En nada estaremos en Navidad y la cuesta de enero se alargará hasta marzo o abril, fijo. No me gusta nada el dinero, pero es algo que me preocupa. Y maldita la gracia si se tiene que apretar el cinturón toda la familia porque yo me quiero hacer un tatuaje.

A pesar de que este blog es público, que con un simple buscador se puede dar con él y de que lo puede leer cualquiera que le interese e incluso comentarlo; he decidido mantener en secreto el tema. Mi prima (la que me acompañará) lo sabe, pero le he pedido que no diga nada. Creo que nadie de mi entorno más cercano lo sigue y si es así espero respeten mi silencio. Mis padres se enfadarán cuando se enteren (sobretodo mi padre), no por el hecho de que me tatue sinó por el momento tan delicado que he decidido para hacerlo. Al fin y al cabo soy mayor de edad, pero me verán como a una inconsciente. Por eso prefiero recuperarme moralmente para afrontar el sermón que me espera y que me he dado a mí misma durante varios días.

Ya dimos la paga y señal. No hay marcha atrás, según Eladio. Él no quiere perder el dinero que entregamos. Que conste que si me lo pide estoy dispuesta a echarme atrás. Sólo tiene que decírmelo. Sin enfados ni rencores. Lo entendería. Él me entendió a mí, comprendió mis motivos para tan descabellada idea y de por qué ahora y, por otro lado, también soy consciente de que hay que tocar con los pies en la tierra y ser realista. Más terrenal, menos espiritual.

jueves, 12 de agosto de 2010

¡Proyecto TATTOO en marcha!

Pues la cosa empezó como una tontería, como un símbolo que me representara, y parece ser que la locura más descabellada que se me ocurrió va a materializarse. Concretamente en mi omoplato izquierdo la última semana de agosto. Conociéndome como me conozco puedo decir que es una locura total, pero ya he pedido hora, Eladio me apoya (o al menos eso parece) y parece que ya está en marcha. Aún tengo tiempo de echarme atrás, así que no daré nada por sentado hasta que no sea así. Aunque habiendo dado un déposito... no estamos para perder dinero, así que parece bastante inminente.

Como viene siendo costumbre, el apoyo de Eladio lo és todo para mí en el momento de tomar cualquier decisión importante. La otra noche estuve hablando con él del motivo del tatuaje, por qué ese dibujo y por qué ahora. Ya lo he comentado en otras entradas: para mí este és un momento muy importante, el hecho de ir a la universidad me hace sentir como si retomara mi vida en el momento en que se rompió cuando mi hermano murió en aquel accidente. Yo estaba acabando segundo de bachillerato y faltaba un mes escaso para las pruebas de selectividad. En aquel entonces no tenía muy claro si iba a hacerla, pero viendo el rumbo que estaban tomando las cosas seguramente lo habría intentado para acceder a trabajo social, periodismo o psicología. Mi situación se vio sesgada por la mudanza obligatoria en la que me vi y desde entonces nunca más levanté cabeza en cuanto a estudios se refiere. Hasta que Amanda y Eladio me animaron a hacer la prueba de acceso para hacer un grado superior. A partir de aquí me he visto haciendo cosas que valen la pena, no estudiar por estudiar. El hecho de ir a la universidad me hace sentir plena, como si este lapso de 11 años hubiesen pasado en un suspiro y volviera a ser aquella chiquilla recien salida del instituto que va a empezar una nueva etapa. Con la gran diferencia de la experiencia, la responsabilidad con la que accedo, mis cargas familiares, las preocupaciones de ser mamá y esposa y otras muchas cosas (buenas y malas) que me aporta la edad. En definitiva, este tatu y el hecho de que me lo haga justamente este verano significa para mí mucho más de lo que realmente és. Eladio lo valora positivamente y está dispuesto a recortar algunos gastos para darme el capricho. ¿No és un amor?

Por otro lado, las vacaciones de verano están siendo muy buenas. Me encanta tener a Eladio conmigo. Me encanta hacer limpieza general (sobretodo después de un año de estudiar y dejar la casa de lado casi por completo...), ir de compras, pasear, charlar, comer todos juntos sin prisas,... tantos detalles que pasan inadvertidos pero que se añoran tanto. Yo la verdad es que los valoro un montón y disfruto con estas cosas cuando tenemos tiempo. El hecho de ver a mi madre disfrutar como una niña solo porque viene a pasar el día con nosotros y gracias a una simple silla de ruedas puede mirar y remirar, comprar, pasear, y mucho más sin cansarse hasta la extenuación como le pasaba últimamente. ¡Están siendo unas vacaciones geniales!

viernes, 6 de agosto de 2010

Ahora empieza lo bueno

Lo que más me gusta del verano es cuando Eladio empieza las vacaciones y convivimos totalmente juntos, en familia, sin prisas,... ¡¡eso sí que son vacaciones!! Claro que estaría muy bien irse unos días de hotelito y tal y cual, pero con lo que tengo me conformo.

Pues bien, hoy es el último día de trabajo de Eladio antes del descanso veraniego. ¡Qué bien! Hemos cogido un calendario y vamos a planificarnos un poco lo que vamos a hacer porque queremos ir un día aquí, otro allí, ... no nos iremos de vacaciones propiamente dicho pero haremos varias excursiones de ir y volver en el día. Lo que creo que vamos a tomar como tradición anual ir un día los dos solos a la capital para comer en un restaurante japonés auténtico (no chinos que hacen cocina japonesa, no es lo mismo) y pasar el día solos. Un día al año no hace daño, ¿no? También le hemos comprado una silla de ruedas de segunda mano a mi madre para que pueda venirse con nosotros a alguna de las excursiones que queremos hacer, que la pobre no sale de casa por el simple hecho de que se cansa muy rápido. A ver con la silla qué tal...

En cuanto a lo del tatu, reconozco que me he puesto muy pesada con Eladio. La cosa empezó como un proyecto, como algo que algún día sí que me gustaría hacer y ha pasado a ser una verdadera obsesión. Reconozco que me he obcecado en exceso. En definitiva, ¡¡que estoy muy pesadita con el tema!! Es que a parte de lo ansiosa que me pongo con las cosas cuando me pongo es por el momento en el que me encuentro. Ya lo he comentado alguna vez en el blog. El tema de empezar la universidad me da la sensación de que retomo mi vida en el punto en que la dejé cuando me fui de mi ciudad natal. Es como un antes y un después, como quitarme la espinita, acabar lo que empecé... es algo complicado de explicar. Los motivos del dibujo ya tienen un significado por sí mismos, pero el momento creo que es ahora. También será símbolo del inicio de una etapa importante de mi vida.

La pesadez a la que ha estado sometida Eladio ha sido todo un proceso. Primero me imprimí el dibujo en diferentes tamaños, se los enseñé. A él le gustaban los pequeños. Después me imaginé dónde me lo podría pintar, se lo comenté y no quiso hacer comentarios. El lugar adecuado, el tamaño, ... Pues a tamaño 13X18 y en el omoplato izquierdo, ya le pareció bien. Para hacerme una idea mejor lo recorté un poquito y me lo pegué con celo en el lugar concreto. Me hice unas fotos un poco churruteras para imaginármelo... No cuela. He podido comprobar que el tamaño está bien, pero no sé si hacerlo en color o sin (solo tinta negra) porque con lo morena que soy y lo blanco que era el fondo del papel... no quedará como en las fotos... También se las enseñé y vio la idea de pegarme un cacho de papel en la espalda tan churrutera que no hacía más que criticarme las fotos pero solo por tocarme la moral, ¿eh? Luego busqué videos en el youtube de gente tatuándose y le enseñé uno que me pareció interesante. Lo miró de cabo a rabo, pero no dijo nada. Intento hacerme a la idea de verme sentada con la espalda descubierta esperando que empiecen. De verme reflejada en uno de esos videos. Y todo lo comento con él. ¡No veas con el proceso de tomar una decisión seria!! Jajajaja... tela lo fatal que estoy... Total, que hoy me ha dicho Eladio que me acompañará a mirar precios y aclarar dudas, que hay que hacer números. Me da miedo arrepentirme después, pero no por el tatu sinó por el dinero. Solo consultaremos en un sitio porque si me lo hago tiene que ser allí. Es en el sitio que se lo ha hecho mi prima y mucha gente más que conozco. Lo hacen bien y son serios al 100%. Con la salud no me la voy a jugar, eso está claro...

En cuanto al tiempo, si puedo elegir, me gustaría hacérmelo la útima semana de agosto. Eladio aún la tendrá de vacaciones y me podrá hacer las curas, a la semana siguiente aún no empezará el cole y para cuando empiece la cosa estará mucho mejor. Si no me da problemas, para la boda de Laura (el 2 de octubre) podré lucirlo totalmente curado. Dicen que en verano no es la mejor época para tatuarse porque la gente vamos a la playa o a la piscina y durante el mes siguiente, que está cicatrizando, no es recomendable mojarlo en exceso y menos con este tipo de aguas. Pero yo creo que a finales de agosto ya habré ido a la piscina todas las veces que se me habrá antojado y para después de las vacaciones de Eladio (a primeros de septiembre) estaré más por la labor de preparar la vuelta al cole que por ir a bañarme por ahí. És el momento.

Por otro lado mi prima Samanta se sube al carro y es capaz de venir a tatuarse el mismo día que yo, pero ella quiere un motivo pequeñito por encima del tobillo. Aún no está segura del dibujo, pero por lo que me ha dicho no creo que lo haga en colores ni nada. No le saldrá caro, no demasiado.

Parece que el tema está tomando una línea más seria... ya me veo creando una nueva etiqueta para el blog... jejejeje

martes, 3 de agosto de 2010

Mis otras raíces

El que me conoce bien sabe que antes de morirme cumpliré mi sueño de viajar a Japón. He crecido con el manga, el anime y bastante influencia de esta cultura. Lloré con Heidi y Marco, me rei mucho con Ranma 1/2, Slayers, Kunikuman y Dr.Slump, aprendí valores con Capitán Tsubasa y también con Dragon Ball entre muuuchos otros. Ahora soy mayor y me siguen gustando 3X3 ojos, Evangelion, One Piece, Death Note, ... entre otros (que tampoco es que tenga demasiado tiempo). La pena es que por aquí es bastante complicado conseguir mangas y además se pasan con el precio. Akira y El viaje de Chihiro son algunas de mis películas favoritas.

Creo que no cabe la menor duda que fueron los dibujos japoneses los que me despertaron la curiosidad por este país, pero hay mucho más: la gastronomía, las tradiciones, los contrastes, los valores, ... ¡e incluso la religión!

Por otro lado tengo la gran suerte de que Eladio tiene la misma pasión que yo. La pega es que somos muy pobres como para permitirnos un gasto como el que representa viajar a Japón. No hicimos luna de miel por muchos motivos, pero uno de ellos era porque este destino no quedaba dentro de nuestras posibilidades. De momento nos conformamos con toda la información que nos brinda Internet.

Yo llevo unos días dándole vueltas a un asunto y creo que ya tengo un resultado. Queda claro que tengo que tener la cabeza ocupada porque sino solo se me ocurren cosas que generan gasto y encima me obceco en ello. Se trata de una especie de "logo". La idea principal es tatuármelo, pero con lo cagueta que soy no creo que lo haga. De todas maneras lo cuelgo aquí para que quede constancia y para el recuerdo.
Es mi nombre en japonés (Mariberu en kanjis del alfabeto katakana) y un símbolo típico de allí, la flor del cerezo. Ésta última también la he puesto porque yo nací a mediados de Abril y más o menos es en la época en que se celebra la floración de estos árboles en Japón. Ha quedado bonito, ¿verdad? Igual me animo y me lo hago...