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martes, 9 de enero de 2018

¡Empecemos el año!

Lo cierto es que han pasado ya unos días desde que empezó el nuevo año, pero no ha sido hasta ahora que puedo hablar con certeza de mi futuro inmediato.

Trabajo
Ayer me reuní con mi jefa del centro de estudios para el que trabajo esporádicamente y en enero empezaré dos cursos: uno por las mañanas y otro por las tardes (más bien tirando para noches). El horario de la mañana muy bien, pero el de la tarde es bastante incompatible con la vida familiar. En fin, no hay nada más de momento, así que a acogerse a lo que se pueda... La duración de estos cursos es distinta: el de la mañana se alarga hasta principios de julio mientras que el de la tarde supongo que será hasta semana santa, más o menos (todavía no tengo el calendario definitivo).

De momento no tengo ninguna oferta más. La fábrica para la que trabajé no me ha dicho nada, aunque es bastante pronto para tirar la toalla porque me dijo que esperaban hacer cambios a principios de año y que posiblemente me llamaran, pero es que todavía estamos muy a principios de año... La gestoría en la que hice las prácticas de administrativo no me va a llamar para trabajar mientras que esté haciendo los cursillos de inglés porque mi jefa está emparentada con el gestor y él no querrá dejarla sin profesora de inglés a medio curso, así que dudo que me ofrezcan algo. Eso sí, cuando acabe el máster tengo pensado proponerles abrir un departamento de comunicación, que me sorprende que una gestoría de su calibre no cuente con profesionales en esta ámbito. Hasta me he preparado una presentación de Power Point para venderles mi personal branding. No pierdo nada por intentarlo...

Estudios
Lo principal es el máster. Lo cierto es que las asignaturas optativas (las que estoy haciendo ahora) son bastante cañeras, en el sentido de que no me puedo dormir en los laureles con la cantidad de actividades que mandan, pero no se hace pesado, al contrario; trabajar con cierto ritmo lo convierte en algo dinámico, con un ritmo de trabajo bastante soportable. 

Por otro lado, estoy ultimando detalles para hacer las prácticas. Me he estado moviendo para encontrar una empresa por la zona en la que pueda hacerlas presencialmente porque sino me hubiese visto obligada a trasladarme muchos kilómetros cada día o bien a hacerlas telemáticamente, cosa que no me atrae nada porque me da la sensación de que aprenderé mucho menos (he de reconocer que aprender a distancia no ha sido una experiencia que me agrade demasiado y, aunque admito que he aprendido cosas, no me parece que aproveche tanto los estudios como cuando tengo que asistir a clase). El periodo de prácticas es desde abril hasta finales de junio. Me coincide con los cursos de inglés, pero hablando claro con unos y con otros me lo he podido combinar. Aún queda mucho para empezar (casi cuatro meses), pero parece ser que la universidad necesita atarlo todo con bastante antelación.

He dejado un poco de lado el japonés. Papá Noel me trajo unas láminas de vocabulario básico y no fue hasta ayer que las abrí para echarles una ojeada. Con el ritmo que me marcan las actividades de la UOC no tengo demasiado tiempo para estudiar, así que lo he aparcado. Espero poder retomarlo en febrero. En principio la última actividad la tengo que entregar el 2 de febrero y después tendré un descanso hasta que empiece el segundo semestre. A ver si para entonces puedo retomarlo. 

También está el tema del Noken 5, el examen que hice a principio de diciembre. No es que tenga esperanzas de aprobarlo, pero tengo curiosidad por ver la calificación porque no me fue tan mal como esperaba, pero ya digo que de aprobarlo nanai. Para ello tendré que esperarme hasta marzo. No entiendo cómo tardan tanto en corregir unos exámenes que se corrigen mediante una máquina... Con los de Cambridge pasa lo mismo...

Novela
Abandonada totalmente, lo sé. Tengo el archivo guardado, pero no tengo momentos para sentarme y escribir. Lo siento por las personas que de alguna manera han ido siguiendo la historia, pero creo que, al igual que los estudios de japonés, no será hasta que termine este semestre que tenga más tiempo para dedicárselo a otras cosas como, por ejemplo, retomar la historia donde la dejé. Espero poder hacerlo porque de verdad que escribir es una cosa que me gusta mucho, lo malo es que al no tener feedback no tengo ni idea de lo que piensan los lectores ni de si mi manera de redactar resulta atractiva o es, simplemente, un tostón.

Conclusión
En fin, que parece que mi futuro inmediato (al menos hasta julio) está bastante atado. No me preocupo en buscar trabajo en las redes sociales o en portales de empleo por lo mismo. Ahora a ver cómo se tercian los acontecimientos y a esperar a que todo vaya bien.

viernes, 28 de julio de 2017

Evaluando mi primer curso de máster en la UOC

Ya cerradas las actas del segundo semestre estoy en situación de hacer una valoración de mi primer contacto con la enseñanza superior online.

La verdad es que el querer es poder y por eso la valoración en general es positiva. Sin embargo, estamos hablando de enseñanza universitaria y eso es sinónimo de un alto grado de exigencia. Por eso mismo puedo decir que es justamente en ese aspecto en el que he fallado más. Aún así, he sido capaz de sacarlo todo adelante, aunque debo admitir que ha sido especialmente duro.

El día tiene 24 horas y si le dedicamos más tiempo a una cosa es porque se lo restamos a otra. Mi tiempo de dedicación a la UOC se vio reducido a causa de la acumulación de tareas que he sufrido sobretodo durante este segundo semestre. Por eso mismo tuve que bajar el listón e incluso tuve miedo de no llegar a dar la talla. Pero aquí estamos. En estos momentos ya me he matriculado para el siguiente semestre, que empezará en octubre, y debo añadir que he aprendido la lección. Eso quiere decir que de cara al próximo curso voy a tomarme las cosas con más calma. Para empezar, esperaré a septiembre para decidir si continuo estudiando francés o si será mejor que me espere un año para ello. De esta manera, podré centrarme sólo en el máster si creyera que fuese necesario. En cuanto al trabajo, estaré trabajando por las mañanas en la fábrica hasta octubre y, en principio, eso será todo, aunque eso dependerá de si finalmente tengo que hacer las prácticas en empresa del curso de administrativo o no y también de si me surge algún otro trabajo. Teniendo en cuenta la situación económica de casa no me puedo permitir el lujo de quedarme parada porque sí.

Después de la autocrítica llega el momento de evaluar la plataforma. Estudiar en la UOC es duro. Para mí ha sido especialmente difícil el no ir a clase y el tener que espabilarme para adquirir los conocimientos necesarios para llevar a cabo las diferentes actividades. Eso ha sido lo que más he echado en falta, aunque supongo que básicamente se debe a que estoy acostumbrada a un tipo de enseñanza que dista bastante de esta. Por lo demás, bastante bien: la plataforma es intuitiva y sigue un patrón de colores totalmente personalizable que ayuda y mucho a clasificar las asignaturas, los apuntes, los dosieres, etc. Los profesores son muy atentos y responden a las dudas en cuestión de horas incluso en los fines de semana. La tutora, un encanto, que me ha respondido incluso preguntas que no eran de su ámbito. Otra cosa que me ha parecido que faltaba era la interacción directa. Con la cantidad de tecnología que tenemos al alcance de nuestras manos me ha parecido raro que no tuviéramos la oportunidad de interactuar mediante Skype, por ejemplo, para concertar horas de tutoría con los profesores colaboradores, con otros compañeros o incluso con la tutora del máster.

Sin embargo, y como he dicho al principio, la valoración general es positiva. De cara al semestre que viene tengo previsto hacer las tres asignaturas optativas dejándome para el siguiente el TFM (Trabajo de Final de Máster) y las prácticas en empresa. Esta última, me preocupa especialmente, pero ya pensaré más en ello un poquito más adelante...

domingo, 2 de julio de 2017

Ha sido duro..

He estado ausente. He abandonado literalmente las redes sociales y podría decir que incluso he eliminado mi vida social de mi horario personal. Un gran sacrificio, sin duda, pero todo tiene un motivo.

En septiembre empecé a estudiar a distancia el Máster de Comunicación corporativa, eventos y protocolo. Un gran reto teniendo en cuenta que no es exactamente mi campo, ya que yo provengo de filología y este máster se corresponde a la rama de comunicación. Sin embargo, si realmente quería desvincularme de la docencia tenía que hacer un giro radical y este fue el camino que elegí. También creí conveniente empezar a estudiar francés. Ya lo había hecho en el pasado, pero aún así quise empezar desde cero para refrescar conocimientos y también para ir más tranquila, por si esto de estudiar a distancia era demasiado duro para mí. Hasta aquí todo bien, todo compatible. 

En diciembre me informaron de que a principios de año empezaría un curso subvencionado de auxiliar administrativo que hacía tiempo que quería hacer, por lo que enseguida me informé y me apunté. En otras palabras, en enero ya estaba estudiando tres cosas a la vez.

En marzo me llamaron para hacer de profesora en unos cursillos que iban a durar tres meses. La verdad es que las condiciones de trabajo me eran muy favorables y la única pega era el horario, que me obligaba a llegar a casa cada día más tarde de las diez de la noche y muchos días ni veía a mis hijas. Sin embargo, seguía teniendo tiempo para todo lo que me había propuesto hacer: por las mañanas iba al curso, podía asistir a las clases de francés y el máster, como era a distancia, lo iba haciendo a ratos. Incluso así, podía plantearme aceptar el trabajo y conseguir un dinero extra que nos vendría muy bien.

Pero es que la cosa no se queda aquí, porque en abril (tal vez dos semanas después de aceptar el contrato de los cursos) me llamaron de una fabrica ubicada en la misma ciudad que vivo para trabajar en las oficinas. Me ofrecían hacer una substitución con grandes posibilidades de quedarme en plantilla. En la entrevista conecté enseguida con la jefa y a los pocos días empecé a trabajar. Aquí la cosa ya se complicaba porque al tener el día veinticuatro horas parecía que no me daba para todo... Por eso decidí "desaparecer" de las redes sociales e incluso abandonar el resto de actividades que llevaba a cabo (incluida mi aportación al AMPA de la escuela). Además, tuve que dejar el curso de administrativo para poder ir a trabajar a la fábrica. Mi gran suerte fue que como ya había superado el porcentaje de asistencia mínima, el hecho de que dejara de ir no fue un escollo insalvable. 

También me pasó algo parecido con francés. Fue un curso del que saqué mucho provecho. El profesor ya me dijo que no tendría que haber empezado en primero, pero me pareció lo más adecuado y no me arrepiento nada. Simplemente tuve que dejar de ir a las clases y aún así pude pasar a segundo con buena nota.

Total, que me encontré con los dos trabajos y el máster. Sí que eran muchas menos cosas que atender de las que tenía de buen principio, pero esto de estudiar a distancia se me hacía muy cuesta arriba y el máster era cada vez más complicado. Pero, por suerte o por desgracia, el tiempo siempre pasa sin compasión y a día de hoy ¡me siento una mujer libre! He acabado el primer curso del máster y aunque aún me queda otro ahora me siento más tranquila, como si empezara las vacaciones. Porque es que además ya he terminado de impartir clases en dos de los tres cursos para los que me habían contratado y eso implica también el tener más tiempo libre. 

Sin embargo, todavía tengo pendiente de hacer las prácticas del curso de administrativo y lo más seguro es que las haga en verano. Y llegados a este punto tal vez te preguntes por qué hago prácticas de administrativo si estoy trabajando en las oficinas de una fábrica y tal vez me las pueda convalidar. Pues haces bien en preguntártelo porque es cierto que podría hacerlo, pero no acabo de ver claro que me quede trabajando allí una vez finalice mi contrato y prefiero curarme en salud y abrirme una posible nueva puerta dándome a conocer en otra empresa.

¿Cuáles son mis planes de cara al próximo curso? Lo cierto es que tengo tantos condicionantes que no estoy segura de lo que pasará. No sé si me renovarán contrato, por lo que no sé cuál será mi autonomía económica para entonces. No sé si la empresa en la que haga prácticas me ofrecerá trabajo al finalizarlas, por lo que no sé si me interesará más cambiar de empresa aunque me renueven. No sé si suspenderé alguna asignatura del máster, por lo que no estoy segura de si podré seguir el plan de estudio que me había planteado desde un principio. No sé cómo me quedará el horario una vez tenga claros el resto de condicionantes, por lo que no tengo ni idea de cómo debería matricularme de francés ya que desde julio me piden que elija la franja horaria que me gustaría. En definitiva, tengo tantas incógnitas que voy a ir pasito a pasito:

Si sigo la línea temporal, lo primero va a ser que me digan cuál es la empresa en la que haré las prácticas y hacerlas. El siguiente será saber si me renuevan el contrato en la fábrica y ahí posiblemente llegue el momento de decidir porque, si la empresa de prácticas me hubiese hecho alguna oferta, a esas alturas ya lo sabría. Después llegaría el momento de pensar en los estudios; una vez claro el plano laboral será más fácil decidir cuál será el académico y en este sentido tendré que decidir sobre qué hacer con el máster y francés. Así que dicho esto, no creo que pueda mover ficha en cuanto a los estudios hasta por lo menos septiembre.

Y hasta aquí la historia y justificación de mi desaparición virtual. Ha sido duro. He pasado muchísimos nervios. He estado muchas noches sin dormir lo que debería. Mi mente se ha visto colapsada en más ocasiones de las que me hubiese gustado. He dejado de banda a mi familia para priorizar mis obligaciones y por fin puedo decir que todo esto va quedando atrás. O por lo menos, esos instantes de tanta tensión sí. Sin embargo, y a diferencia de otros veranos, éste va a ser bastante movidito... porque es que tampoco me puedo olvidar de mi fanfic. Tal y como prometí en su momento, julio ya ha llegado y con él toca publicar capítulos nuevos. Espero que mi proyecto consiga sus objetivos: lectores y crítica constructiva.

miércoles, 5 de febrero de 2014

No vendo la piel del oso sin haberlo cazado antes

Pues aquí estamos: en casa, intentando inútilmente hacer algo de provecho por no poder despegar la nariz de la pantalla del ordenador. Supongo que esto es lo que pasa cuando has cumplido con todas las fechas límite para entregar trabajos, hacer presentaciones y estudiar para los exámenes y finalmente te das cuenta de que eres la única tonta que cumple con sus plazos. Bueno, yo y todos mis compañeros, que todos estamos igual... Yo no sé si es que los profesores se lo toman con mucha calma, si realmente no dan a basto o qué es lo que les pasa. Se supone que esta semana ya tendríamos que tener notas de todo porque la que viene es la de las recuperaciones y, claro está, ¿cómo vas a hacer una recuperación si ni siquiera sabes la nota del examen? o debatirse entre estudiar o no para la recuperación porque se acaba el plazo.

Aparte de la ansiedad que me genera esta incertidumbre también está lo que está por venir. Estoy un poco nerviosa porque me da la sensación de que este sprint final será mucho peor de lo que me pienso. El TFG (Trabajo de Final de Grado) y las prácticas en empresa se llevan la palma de mis preocupaciones, claro que también está la asignatura que tengo que hacer que, aunque no tiene examen, parece que me dará bastante faena. Por el TFG supongo que es obvio que padezca porque es un elemento de la carrera muy importante que tiene que reflejar de alguna manera el trabajo continuado de mis últimos cuatro años de dedicación. Sé que me gustará hacerlo pero me da un poco de miedo pensar en la cantidad de trabajo que ello requerirá. En cuanto a las prácticas supongo que me pongo nerviosa por la novedad y sobretodo porque siempre veo en estos contactos con empresas reales una oportunidad para obtener un contrato laboral, aunque nunca me ha pasado. Sé que tengo que dar lo mejor de mí, pero es que siempre lo hago. Me imagino que una vez empiece a moverme por allí, conocer el territorio y las personas me sentiré más cómoda. Será cuestión de disfrutarlo y aprender cuanto sea posible. Después de esto... pues aún no lo sé; todo depende de lo que pase en los próximos meses.

Y aquí estoy: intentando pasar la página del semestre pasado e incapaz de hacerlo porque algunos profesores no cumplen con esas fechas límite que ellos mismos se tendrían que marcar para cumplir con su parte del trabajo.

lunes, 6 de enero de 2014

Estoy cansada...

Sí, lo sé, sólo un poco más y ya estará, pero es que cada vez estoy más cansada. No sé si es la edad, si es el agotamiento acumulado, si es que ya estoy un poco harta o si simplemente es que ya no quiero continuar con esto. Duras palabras, lo sé. No es que esté pensando en abandonarlo todo, ni mucho menos, simplemente es que estoy cansada. ¡Y no hay más! Y pensar en la energía que tenía cuando empecé, que parecía que me iba a comer el mundo: un máster, el doctorado, viajar... Muchas cosas que ahora no sabría decir si las quiero hacer o no.

Tengo ganas de acabar el curso. Estoy harta de estudiar, de épocas de examen, de trabajos, presentaciones y todo esto. No quiero ser maestra y me lo meten hasta por las orejas. ¡A ver si va a ser que los filólogos no tienes más alternativas que la docencia! ¿Que qué voy a hacer el curso que viene? Pues no lo sé, la verdad. Soy como una veleta ahora mismo y según como sople el viento giraré hacia un lado u otro. Ya veremos cómo está el panorama en junio y julio...

Faltan unas semanas para acabar este primer cuatrimestre. Ya me lo programé durillo para poder ir más desahogada en la fase final de la carrera, me lo planteé como el último sprint antes de la recta final, pero con el agotamiento mental al que estoy sometida se me está haciendo muy cuesta arriba y además me da muchísima pereza ponerme a ello. De todas maneras, hay que estar al pie del cañón sí o sí y supongo que al final todo saldrá adelante. Haré todo lo posible para ello. Tampoco tengo alternativa si no quiero fallar a todos los que me están apoyando en este proyecto titánico, ¿no?

Espero que, como había planificado, el segundo cuatrimestre sea más llevadero. Sólo tendré pendientes las prácticas en empresa, el trabajo de final de grado y una asignatura que no tiene exámenes (me la vendieron muy bien, ya veremos cómo es en realidad). Unas semanas más y lo peor habrá pasado, pero éstas últimas siempre son las peores.

lunes, 1 de julio de 2013

Se acabó lo que se daba... al menos, de momento

A estas alturas la universidad, el curso escolar, ha terminado aunque para algunos no sea así para mí sí lo es. Ha sido un curso muy entretenido y, por suerte, no tan duro como el anterior en el que acabé perforándome una oreja en casa para descargar adrenalina. Sin embargo, hoy no está siendo un gran día para mí, aunque siempre podría ser peor. Me he quedado sin trabajo. Se ha terminado, al menos, de momento porque no hay niños suficientes en la guardería como para necesitar a una persona de refuerzo, que era lo que venía haciendo estos últimos meses. Estoy desanimada, sí, pero la universidad vuelve a ser de nuevo mi vía de escape.

El curso que viene, en principio, será el último. Cursaré cuarto de carrera y con ello tendré que hacer las prácticas en empresa y el trabajo de fin de grado. La idea era hacer las prácticas en la empresa en la que trabajo ahora (o trabajaba hasta ahora), pero no lo tengo aún demasiado claro... En cuanto al trabajo de fin de grado debo decir que estoy muy contenta porque me han asignado la primera opción de las que presenté: "La influencia de los EEUU sobre Japón después de la 2GM". A primera vista no parece demasiado vinculado a mi carrera y mi especialización pero estoy pensando en ponerle un título que no deje lugar a dudas, tal como: "Un ejemplo extremo de la americanización del mundo: Japón después de la 2GM". Me gustaría centrarme básicamente en el contraste de culturas y como conviven y también en la influencia de la lengua inglesa sobre la japonesa.

Visto que ahora tendré más tiempo libre, aprovecharé para leer bibliografía e intentar sacar información. Tengo que intentar ver el lado positivo de las cosas. Estoy triste hoy, pero supongo que sólo necesito dormir un poco, planificarme el verano otra vez y de alguna manera digerirlo.

domingo, 1 de julio de 2012

¡Hola vacaciones! ¡Adiós vacaciones!

Los exámenes han terminado y lo he aprobado todo. Se dice pronto, pero la verdad es que este segundo semestre ha sido MUY duro. Estoy muy contenta. Las ansiadas vacaciones llegaron, pero sólo durante unos días porque he buscado y encontrado un trabajo en una guardería bilingüe. La historia es muy larga aunque se ha comprimido a lo largo de un mes, pero la resolución es que mañana empiezo.

La historia es que me decidí a llevar el currículum a aquella guardería de la que ya había hablado en alguna otra entrada. Pude hablar con la directora directamente y, por lo visto, le causé tan buena impresión que me quiso hacer la entrevista ipso-facto. Me aseguró que estaba la primera de la lista porque buscaba gente como yo, la lástima es que solo quisiera trabajar en verano... No me quise buscar otra cosa porque la verdad es que tenía una corazonada con esto, pero por H o por B la señora directora no me llamaba y me daba qué pensar (y no muy bien, por cierto...), así que otro día me pasé personalmente por allí. La mujer se puso muy contenta al verme. Me dijo que me llamaría a lo largo de la semana. El caso es que no lo había hecho aun porque parecía que no se apuntaban niños durante el verano, pero justamente aquella semana la gente empezó a aparecer por allí en masa. La mujer tenía miedo de no cubrir con unos mínimos y tener que tener cerrado durante los meses de verano o tener que echar mano del Plan B en caso de emergencia... Pero viendo que finalmente todo iría bajo lo previsto quería llamarme. Me dijo que no había entrevistado a nadie más, que le causé muy buena impresión desde el primer momento y que no le importaban mucho los añadidos que puse en el currículum (titulaciones y todo eso) porque a ella lo que realmente le importa es ver cómo reaccionan los niños conmigo y viceversa. Por lo tanto, me dijo que la semana después de los exámenes (la última de junio) fuese un ratito cada día para ver cómo trabajan y, en cierta manera, ponerme a prueba. Me dijo también que contara que casi que sí que me contrataría pero que quería ver qué tal me iba esa "semana de prueba" antes de decidirse definitivamente.


Contra todo pronóstico, durante la semana siguiente recibí una llamada de la directora de la guardería que me dejó bastante trastocada. Por lo visto la semana anterior tuvo dos bajas repentinas entre el personal docente: una se la esperaba (incluso podía asumirla) porque ya estaba enferma y veía venir que tendría que retirarse por un tiempo pero la otra le vino de la noche a la mañana. Se vio desesperada porque necesitaba a alguien con urgencia para estar pendiente de los más pequeñines de la guardería. Con los mayores haces de más y de menos, pero con los preescolares no y las caras nuevas los alteran, pero en este caso no quedaba alternativa. Una de las trabajadoras tenía una amiga que estaba haciendo una sustitución en una guardería y hacía poco que se le había acabado el contrato. La jefa le dijo que si en media hora podía estar allí que le dijera que viniera. Así que sin comerlo ni beberlo esta chica se quedó con la plaza que me ofrecía a mí en un principio. Si tan solo la otra hubiera cogido la baja al finalizar esa semana el lunes mismo yo le hubiera cogido el relevo, pero las cosas se sucedieron así. De todas maneras, la mujer no paraba de disculparse porque se sentía mal. De alguna manera creía que había traicionado mi confianza y además tenía miedo de haberse tirado a la piscina sin agua ya que realmente no conocía a esta chica y no tenía ni idea de cómo era. De hecho, me dijo que lo de la semana de prueba era un pretexto porque me iba a contratar igualmente ya que le causé muy buena impresión y que precisamente estaba buscando a gente como yo: que le transmita buenas vibraciones. Aun así ella seguía con la idea de contratarme, aunque ya no podía ofrecerme las ventajas que me propuso en un principio. Me contrataría como monitora de refuerzo y solo a media jornada (por la mañana). Claro, el sueldo tampoco sería el mismo, por supuesto. Incluso me dijo que quizás no me salía a cuenta porque me tengo que desplazar casi 30 kilómetros cada día y todo eso. Entonces le dije que yo estaba realmente interesada en trabajar allí, que no me había mirado nada más esperando a su respuesta. Así que, resumiendo, el trabajo de verano es mío aunque no cómo habíamos planeado en un principio. Quedaba pendiente hablar con su gestor para formalizar la situación de la chica nueva y proponerle mi próxima incorporación, de esta manera podríamos hablar con datos más concretos.


Por otro lado, viendo mi interés por trabajar allí, me ofreció otra cosa que me pareció genial, ya que me propuso otro tipo de trabajo a partir de septiembre. La cuestión era que cuando tuviera los horarios del año que viene nos sentáramos un día a hablar y así contrastarlos de manera que encontráramos algunas horas que nos fuesen bien a las dos. De esta manera iría unas horas a la semana para hacer alguna actividad muy concreta (como hace la profesora que tienen de música, pero en mi caso podría ser una actividad de plástica, por ejemplo), cobraría lo suficiente para cubrir los gastos de transporte y, aunque no me haré rica ni mucho menos, lo importante es que no perderé el contacto con la guardería durante el curso escolar. Con este método, el día que me quiera dedicar plenamente a trabajar ya estaré dentro.

Otra cosa que me dijo que me dejó un poco fuera de lugar fue una pequeña confesión: me dijo que a corto/medio plazo quería retirarse de las aulas. Resulta que el método de enseñanza que imparte su centro es pionero y está teniendo mucha aceptación tanto a nivel nacional como internacional (ya les han dado varios premios), así que quiere dejar un poco de lado las aulas y dedicarse más a congresos, conferencias y un libro que está escribiendo. Por eso ha tomado la determinación de adaptar el equipo docente del centro (academia de inglés y guardería) y conseguir que sea joven y consolidado para quedarse con la tranquilidad de que las cosas van a continuar funcionando igual de bien aunque ella no esté. Con este comentario me ha dado a entender que cuenta conmigo. Igual imagino demasiado y simplemente era un comentario más, pero tengo muy buenas sensaciones con todo esto y creo que el sentimiento es mutuo.

Aunque las cosas pintaban bien, a la hora de la verdad se complicaron porque el día que quedamos para hablar de los detalles no se presentó y me quedé esperando varios días su llamada. Malpensé. Me desanimé. Así que me armé de valor para presentarme de nuevo allí y pedir explicaciones. Necesitaba algo más que palabrería para creer que era verdad lo que me decía. "La semana de prueba" se había perdido, había quedado atrás y era una situación de incertidumbre que me hacía sentir insegura. Había una excusa sólida para sus desplantes (fuerzas mayores), pero la ansiada conversación finalmente tuvo lugar. Sí, las condiciones habían empeorado, todo se había dividido a la mitad o menos; incluso el trabajo de verano se vio reducido a sólo el mes de julio, ya que en agosto estará cerrado. Pero aún así lo he aceptado. Sí, lo he aceptado y empiezo mañana. A pesar de los desplantes quiero darle un voto de confianza. Aquel sitio me hace sentir bien y trabajando un mes allí lo podré tantear desde dentro. Ya no se trata sólo del dinero. Estar allí me ayudará a adquirir experiencia con los niños y también a ganar fluidez con el inglés y aprender más léxico. Tal vez me esté equivocando con todo esto, pero tengo una corazonada y espero no errar. En tal caso así es como se aprende en la vida: cayendo y volviendo a levantarse. La continuidad en septiembre dependerá de cómo vaya este mes...

sábado, 28 de enero de 2012

No sé si darme un respiro...

Aunque hoy es sábado no ha sido hasta hace unas horas que por fin he conseguido dejar atrás el primer cuatrimestre de este segundo curso. La verdad es que ha sido muy estresante. Psicológicamente ha sido machacante para mí, porque entre lo de mi padre y lo de mi hija parecía que mi mente no podía descansar en paz ni centrarse en una sola cosa. Ahora mi padre se está recuperando pasito a pasito y, aunque va despacio, se le nota bastante la mejoría. A mi niña ya la operaron el pasado día 16 y todo fue perfectamente. Incluso al día siguiente fue a la escuela como si nada. Eso sí, los días posteriores estaba hiperestimulada y parecía hiperactiva, pero supongo que fue la novedad de sentir aquellos nuevos sonidos que hasta entonces habían sido desconocidos para ella. Imagino que con el tiempo ha hecho como hemos hecho todos inconscientemente: ignorar todo aquello que no es de nuestro interés.

Las dos últimas semanas han sido agotadoras. He tenido que hablar con varios profesores para organizarme las visitas al médico y las horas de examen de algunas asignaturas (y quien dice examen, dice presentaciones orales o entrega de trabajos). Irremediablemente el tiempo sigue su curso sin esperar por nadie y por muy mal que lo haya podido pasar ya terminó. La semana que estamos a punto de empezar representa que es de relax para aquellos que se lo hayan sacado todo a la primera y de estudio y repaso para aquellos que no. De todos modos, toca esperar a la publicación de las notas. La verdad es que no estoy demasiado satisfecha con lo que he hecho en estos exámenes, sé que podía haber hecho más, pero las circunstancias son las que son. Me la jugué en algunas, lo sé. Aún así tengo esperanza (no demasiada, por eso) en poder pasar limpia. Si no fuese así, espero que me avisen con tiempo...

martes, 3 de enero de 2012

Navidades asfixiadas

Si el año pasado tenía la sensación de que había dejado de lado mi vida social para dedicarme plenamente a los estudios este año simplemente me he aislado del mundo para poder con ellos. Las Navidades son para pasarlas en familia y la verdad es que siempre me ilusiono mucho con estas fechas porque tengo mucha ilusión por ver a la gente que quiero feliz con alguna cosa que yo le pueda aportar, pero este año está siendo especialmente difícil: la crisis económica y el poco tiempo.

Ese examen que suspendí al final quedó aprobado por los pelos (gentileza de la profesora) con la condición de seguir esforzándome para el siguiente parcial. Se lo agradezco de corazón y desde luego que me esforzaré, cada día lo hago e intento dar lo mejor de mí. A veces incluso me da la sensación de que estoy llegando a mi límite y que ya no me queda nada más por ofrecer. Aún así continuo adelante.

Lo confieso: hoy estoy pesimista. Supongo que es porque estoy hasta el cuello de faena y mi vida personal tampoco está acompañando demasiado. Primero fue el infarto cerebral de mi padre (del cual se va recuperando poco a poco y ya no es tan dependiente de mí) y ahora la operación de una de mis hijas. Desde hace varios meses que sabemos que la tienen que operar, pero hasta ayer no nos dijeron el día. ¡Y es que tampoco sabemos la hora! De momento tiene visita con el médico la semana que viene y a la otra la operan. Aún tienen que darnos los detalles. La gran casualidad es que ese mismo día tengo un examen y me da en la nariz que no voy a poder ir. ¡Eso sí que no! Mi hija pasa por delante de todas esas cosas. Le he enviado un correo al profesor explicándole lo que hay, así que si quiere hacer una excepción conmigo que la haga y sino iré a la recuperación. No es una operación complicada ni mucho menos, tampoco tendrán que ingresarla, pero eso no quita que sea una operación y que la niña tenga 4 añitos. Seguramente querrá a su mamá allí para cuando se despierte de la anestesia y es que la mamá también quiere estar al pie del cañón.

I'm rushing! Tengo tantas cosas que hacer y se me pasan los días que ni me entero. Vivo más horas en la biblioteca que en mi casa. Mi marido me dice que tiene una semana de vacaciones y yo solo veo la oportunidad de irme a estudiar sin preocuparme por una canguro. ¡Muy mal! Desde luego, estas épocas de entrega de trabajos y exámenes son una mierda, son estresantes hasta el límite. Bologna quería eliminar esto del "examen final" pero paradójicamente existe una semana de exámenes en el calendario escolar de la universidad.

En fin, que iremos haciendo sobre la marcha. Me fastidia mucho perder las últimas clases previas a los exámenes, pero lo que sí que tengo claro es lo que pasa por encima de todo esto: mi familia.

jueves, 24 de noviembre de 2011

¿Hoy? ¡Frustrada!

No ha sido fácil llegar hasta aquí. Ha habido mucha gente que nunca me lo dijo pero que estoy segura de que cuando me ven piensan que tengo el Síndrome de Peter Pan o algo por el estilo. Soy consciente de que en un momento dado decidí hacer lo que quería hacer y no lo que debería estar haciendo. Llevo una carga invisible sobre mis hombros que nadie ve pero que es muy pesada. Sin embargo aquí estoy y tiro adelante con todo. Lo haré mejor o peor, pero creo que tengo la suficiente determinación como para saber ver mi situación real. Para no ver fantasmas que dibujen niebla en mi camino. No. No soy una niña. Mis años de universidad ya pasaron, lo sé, pero las circunstancias de la vida me los arrebataron y no ha sido hasta ahora que he podido retomarlos. Por ese motivo ¿es tarde para mí? No lo creo. Soy madre, soy esposa, soy mujer,... y también estudiante. ¡Con todo lo que ello conlleva!

He suspendido un examen. Estoy profundamente frustrada. Salí contenta aquel día. Estaba convencida de que pronto podría aparcar en una carpeta todo ese temario que tanto me costó estudiar. Pero no va a ser así. ¡Estaba tan convencida de que todo iba a ir bien! Casi lo daba por hecho... Ha sido un duro golpe entre las orejas que aún me tiene aturdida. "Sólo es un examen", sí, lo sé, pero esa carga invisible que llevo a cuestas me oprime en cuanto flaqueo. No hay nadie que se pueda hacer una pequeña idea del sacrificio que estamos haciendo (y me refiero a los diferentes niveles a los que me puedo referir y sobretodo a todos los que me apoyan y me ayudan, incluyendo a mi marido y a mis hijas principalmente pero también a otros familiares y amigos) para que yo me saque la carrera. Quiero dar lo mejor de mí. No quiero defraudarles ni tampoco dar la razón a todos aquellos que no dan un duro por mí. Cada día me lo recuerdo y mi marido también. ¿Presión? No. Simplemente me recuerda que no estoy sola en esto y que cuando el año pasado celebraba mis éxitos, todos lo celebrábamos y, por lo tanto, si hay que llorar un fracaso lo vamos a llorar todos. Y yo no quiero llorar, pero sobretodo no quiero que lloren ellos y mucho menos por mí.

Suspender ha sido duro, pero debo reponerme. Aunque no he ido a la universidad a hacer amigos la vida me los ha ido poniendo en el camino y es muy grato darte cuenta de que están ahí. Ves a las personas que, tal vez se mantienen al margen el día a día, pero que cuando hace falta se acercan sin miedo y saben qué es lo que tienen que decir para reconfortarte. ¡Gracias! Lo digo de corazón. No me siento como una veinteañera cuando estoy con ellos, pero la verdad es que por suerte o por desgracia no tengo este tipo de prejuicios y me basta con sentirme a gusto. A veces pienso que esa carga invisible no lo es tanto cuando existen personas que saben realmente lo que deben decirme para reconfortarme. Sé que tal vez soy egoísta compadeciéndome de mí misma, pero el hecho de hacerlo no me incluye solo a mí sino que también a todo ese colectivo que está detrás mío dándome apoyo y ánimos para continuar adelante.

Espero que la próxima entrada sea más positiva. El lunes que viene es la revisión del examen. Iré. Nunca se sabe...

martes, 28 de junio de 2011

Otra etapa más a mis espaldas

Pues aquí estamos, en la última semana de junio y dando pasitos en este complicado sendero que decidí emprender hace casi un año atrás. Aún no estoy en la posición adecuada para hacer balance del curso, pero aún así creo que me puedo aventurar a hacer una previsión positiva; porque, aunque al final no pase limpia a segundo (aún no sé las notas finales de este segundo semestre), estoy contenta de la evolución que he hecho: me siento mucho más madura intelectualmente y creo que voy a llegar lejos con este empeño y el esfuerzo que conlleva. Todo gracias a la gente que me ha apoyado, que sin ellos esto sería imposible.

Mujer. 30 años. Casada. Con 3 hijas (una de 7 y dos de 3). Periodo de crisis económica... No es un panorama idóneo para decidir ser universitaria, pero me doy cuenta de que el trabajo deja sus frutos y que ya no es solo por el título sino por mí misma, para crecer como persona y para saciar esa sed constante de conocimiento que tengo. Me siento bien cultivando mi mente. No sé qué será de mí en el futuro, a estas alturas aún no sé "qué quiero ser de mayor"; pero tampoco importa demasiado si puedo continuar dando lo mejor de mí y sintiéndome tan bien como ahora. 

No importa demasiado si suspendo, es solo un número; lo importante es ir avanzando, crecer como persona, dejar etapas finalizadas atrás y seguir adelante. De todas maneras, suspender no es una opción a la que yo tenga acceso, es un lujo que no me puedo permitir y que, de momento, estoy cumpliendo.

viernes, 20 de mayo de 2011

Sin retorno

Pues ya estamos en la segunda parte del mes de mayo y con un pie en la recta final de este primer curso universitario. Es curioso: echo la vista atrás, justo un año atrás, y me veo a mí misma inmersa en un mar de dudas; si buscar trabajo o seguir estudiando en la universidad. Las cosas tampoco han cambiado demasiado...

Este segundo semestre ha sido un poco de locos. Aún estaba más descolocada que en el primero (que se supone que es más de adaptación). No tengo demasiado claro cuál ha sido el motivo por el cuál me he saturado de esta manera, pero la verdad es que está siendo bastante duro. Esta vez si que no aspiro a matrículas de honor ni nada, con aprovar me conformo.

Estoy constantemente revisando la agenda para poder planearme los días que quedan de curso de la manera más adecuada posible. Voy a hacer lo más imprescindible. Si después me sobra tiempo será entonces cuando vaya a por nota, aunque eso creo que va a ser un privilegio del que no estoy segura que pueda gozar. Este fin de semana va a ser clave para los avances en todos los trabajos y materias que debo ir concluyendo. A partir de la semana que viene tengo que ir pensando ya en exposiciones orales e historias de estas, por lo tanto es preciso cerrar unos temas para poder abrir otros. 

Es difícil organizarse con tantas cosas pero esa fue mi elección de hace un año más o menos y ahora me toca apechugar con ella. Tengo momentos de altibajos en los que incluso pienso en tirar la toalla, pero ese tatuaje que me hice me recuerda cuán importante fue para mí declinarme por continuar estudiando, lo que se está sacrificando la gente de mi alrededor para que lo pueda conseguir y que no se lo puedo pagar de otra manera que no sea dándolo todo.

viernes, 4 de febrero de 2011

¿Ya?

Pues aun no estoy segura de si he acabado con esta etapa tan estresante de exámenes... Estamos en las fechas que estamos y todavía quedan profesores que no han publicado notas. El lunes empiezan las recuperaciones. No entiendo el motivo por el que apuran tanto. Está claro que en una semana no se hace el trabajo de un mes, al menos no tan bien; por lo tanto no es fácil solucionar un suspenso absoluto en unos días. Pero, ¿es necesario hacernos sufrir así? Esta duda... es que la cuestión es que no sé si estoy aprovada o no, no sé si debo preocuparme o respirar tranquila, si debo retomar el repaso o relajar mi mente, ... Esta incertidumbre no puede ser buena de ninguna manera.

Por otro lado, el profesor al que he criticado sin descansado porque no me parecía correcta la manera en que impartía sus clases hoy me ha abierto una nueva puerta. No sé si confiar plenamente en sus palabras o si simplemente son falsas esperanzas. El caso es que le ha gustado mucho mi trabajo y, aunque no lo ha puntuado demasiado alto porque cree que hay detalles en los que me he quedado corta, me ha propuesto que lo modifique para que lo transforme en un artículo y poderlo publicar en una revista. Le ha gustado la expresión, la ortografía y sobretodo el contenido. Dice que ha aprendido muchas cosas que desconocía, que le ha parecido muy interesante las reflexiones y el análisis que he hecho y también que el tema le ha parecido muy interesante. Cree que sería un buen artículo y que el hecho de publicar algo así me abriría puertas que no me espero. También me ha comentado que si quiero ser profesora en el futuro esto me ayudará a ganar puntos para oposiciones y si no también será un punto muy positivo para mi currículum.

No albergo grandes esperanzas en sus palabras porque no me ha infundido demasiada confianza a lo largo del semestre, pero probaré suerte. Tampoco tengo nada que perder, ¿no?

lunes, 31 de enero de 2011

Un parentesis, por favor...

La suerte está echada: se acabaron los exámenes. Ya los hice todos y esta semana tienen que publicar notas sí o sí porque la que viene es la dedicada a las recuperaciones, así que es necesario saber si nos hace falta presentarnos o no. Tal vez debamos intuirlo según nos hayan ido los exámenes, pero personalmente este tipo de situación me produce mucha incertidumbre e inseguridad. Yo soy de las que piensa que no se debe vender la piel del oso hasta que no esté cazado. No doy nada por hecho, así que toca esperar para los resultados.

jueves, 27 de enero de 2011

Primera gran decepción

"Señorita, en el tema 3 dice que tenemos que hablar de la forma en la que escribe el autor. ¿Se refiere usted a las figuras literarias? Pero es que este escritor no usa recursos de este tipo y no sabría de qué hablarle... - No te preocupes, como el tema 3 también es sobre la literatura imaginativa céntrate en las partes fantásticas de la novela."

Más o menos fue esta nuestra conversación a mediados del cuatrimestre. Además que la recuerdo con bastante claridad. Bien, pues hoy era el examen de literatura y la verdad es que iba muy motivada porque llevaba tiempo preparándome los escritos y me sentía bastante segura. De alguna manera había superado mis miedos. Pues nos ha preguntado el tema 3 y sobretodo nos ha dicho que quería que nos centráramos en la forma. En definitiva, con unas  simples palabrejas ha tirado toda mi moral por el suelo y, por lo que he oído, también la de mucha más gente. 

Eran dos preguntas: la primera sé que no la he hecho perfecta pero la he contestado lo mejor que he podido y la segunda era la nefasta. No sabía si dejarla en blanco, pero he pensado "mejor le escribo lo que me he preparado para hoy y si lo quiere tachar allá ella porque, a fin de cuentas, no es lo que preguntaba, pero que al menos no se quede pensando que no he dado palo al agua en tres meses.." Y así lo he hecho. Al final he escrito cuatro folios por ambas caras. La suerte está echada, pero desde luego hoy nos la han jugado y yo estoy cabizbaja a pesar de los ánimos que intentaba infundir entre mis compañeras. Ánimos fingidos porque cuando me he quedado sola casi me derrumbo, pero hablando con mi primica he podido despejar un poco los nubarrones.

Para la semana que viene nos han dicho que tendremos más o menos notas, pero que solo aquellos que se hayan quedado rondando el aprovado tendrán posibilidad de ir al examen de recuperación. De dos partes espero tener una medio bien y de la otra rascar algún puntito. La verdad es que no espero aprovar este examen (muy a mi pesar) pero por lo menos que me quede la posibilidad de ir a recuperación o que me haga media con el resto de notas. Porque todo lo demás lo tengo con buena puntuación y al menos sacarme de encima la asignatura para no tener que arrastrarla. De nuevo he vuelto a bajar el listón... Desde luego la universidad es otro mundo.

Bueno, si se mira en perspectiva y por el lado positivo ya solo falta un examen. Es el lunes a primera hora y de lingüística, así que a partir de ya toca olvidar el tropiezo en literatura y empezar en serio con lo otro si no quiero más sorpresas. Ya habrá tiempo para lamentaciones después y espero que también para celebraciones.

domingo, 23 de enero de 2011

Take a breath...

Domingo previo a la semana de exámenes. Necesito un respiro. Sé que no soy la única, pero es irremediable pensar en una misma. Lunes y martes sin descanso porque el miércoles ya tengo el primero. La suerte es que será el más ligero y para el que menos tendré que estudiar. Un punto a favor si se mira fríamente ya que sería como empezar esta etapa de estrés de manera paulatina. Aún así no debo descuidarlo y procurar preparármelo de alguna manera para no encontrarme con sorpresas desagradables. 

Acto seguido (el jueves) tengo el de literatura. Para éste sí que tengo un poco más de miedo porque me siento desnuda, sin argumentos válidos ante una prueba que vislumbro tenuemente pero que no acabo de ver con claridad. No tengo ni idea de qué es lo que quiere exáctamente esta señora en su exámen, aunque nos pasó un documento que representaba la guía del examen, como si fuesen las posibles preguntas. La cuestión era preparárselas en casa, con tiempo y poder enseñárselo de manera que nos diera su visto bueno o no; pero no lo he hecho así y ahora me siento insegura. Un antiguo compañero de clase que ahora está en segundo me dijo que no me preocupara demasiado por ello porque no es tanto como parece. No importa cuanto me diga, es mi manera de ser y no puedo evitar darle vueltas. No me siento segura con una profesora que solo se ha dedicado a dar clases magistrales y que nunca ha puesto "a prueba" a sus alumnos. De hecho, no sabes si vas bien o estás dando pasos en falso. La suerte es que un tanto por ciento de la nota nos la pone el otro profesor que imagino que nos puntuará bastante positivamente, así que con un poco de suerte Literatura no será una asignatura que me quede pendiente.

Por último, el examen de Lingüística con la profesora más estricta que he tenido nunca. No me cansaré de decir que es muy buena profesora, pero al tener esta faceta tan recta me da qué pensar... ¿Las preguntas serán muy rebuscadas o sólo intentará averiguar si nos hemos quedado con la esencia de la asignatura? La verdad es que no me asusta tanto como el anterior pero tampoco me pienso dormir en los laureles. Durante las vacaciones de Navidad estuve pasando sus apuntes a limpio, la cual cosa me permitió hacer un repaso general de todo, y a consecuencia nació un documento de 100 páginas. ¡100 páginas! Sin duda, cuando salga del examen de Literatura me pondré sin descanso a estudiar Lingüística...

Espero que todo salga bien y así no tener que arrastrar alguna de estas asignaturas; ni hasta la recuperación ni en años venideros.

lunes, 10 de enero de 2011

¡OR-GA-NI-ZA-CIÓN!

Hoy es el primer día "laboral" después de las vacaciones de Navidad. De hecho, hoy he empezado con la rutina aunque no tenga clase. De todas maneras seguiré haciendo horario de universidad para poder aprovechar el tiempo lo máximo posible. Más que nada porque de todo lo que tenía pensado hacer durante las vacaciones bien poco he adelantado... La suerte que tengo es que tenemos dos semanas más para ponernos al día y ahora sí que me voy a poner las pilas. Estas dos semanas solo se rompen por una tutoría que imagino que durará una media hora o tres cuartos y una exposición oral que durará diez minutos.

Lo primero es organizarse para no perder el tiempo. Mira, no lo había pensado antes y hoy he venido a al uni con los apuntes de lo que menos prisa me corre. Así que para no perder el día haré eso, pero a partir de mañana otro gallo cantará. Me pienso hacer una lista de tareas con orden de prioridad, ir tachando a medida que vaya avanzando y a ver si así consigo llegar a todas partes.

Quedan dos semanas para los exámenes y mucho por hacer...