jueves, 29 de septiembre de 2011

Un nuevo curso

Dejando atrás el luto por nuestra querida Blue no nos queda otra alternativa que seguir adelante con la vida y la rutina. 

Finalmente empezamos el curso todas y se podría decir que con buen pie. Al menos de momento, lo llevamos bien. Tanto mi hija mayor como yo hacemos segundo, ¿curioso verdad?, aunque a niveles muy distintos. Mis niñas sin problemas de adaptación y yo intentando aprovechar los ratitos sueltos para amortizarlos al máximo. Nos han cambiado el horario escolar de las peques y me hacen ir de boli. El ratito de biblioteca que tan bien me iba el año pasado lo he perdido. 

La verdad es que las cosas han cambiado porque me ahorro un dinerillo en gasoil. Resulta que este año me turno el coche con mi prima que ha empezado en historia del arte. Hacemos los mismos horarios y nos lo podemos combinar bien. De momento soy capaz de ver que me va a tocar trabajar mucho. En todas las asignaturas nos piden bastante y con lo exigente que soy... Pero creo que si empiezo a organizarme la agenda desde ya seré capaz de lidiar con todo. Al menos eso espero...

De momento tengo un montón de lecturas, trabajos con un alto porcentaje de valoración en la nota final, libros de ejercicios y muchos apuntes que intento pasar al ordenador para tenerlos aún más organizados y en limpio. Trabajo a punta pala que intento que no se me retrase. Ya se verá...

domingo, 11 de septiembre de 2011

Por ella

Ya han pasado dos días. Ha sido una semana muy intensa, pero realmente triste. Se nos fue nuestra querida Blue. Sé que en el blog no he hablado nunca explícitamente de ella, pero era alguien importantísimo en nuestras vidas. ¿Quién venía a recibirnos a la puerta fuese la hora que fuese? ¿Quién se preocupaba de saber dónde habíamos estado y con quién antes incluso de colgar el bolso? ¿Quién estaba siempre de buen humor por muy malas vibraciones que emitiéramos? ¿Quién intentaba despegarnos de la pantalla del televisor cuando veía que ya llevábamos un rato? ¿Quién se ha pasado las horas jugando con las niñas a correr arriba y abajo por el pasillo? ¿Quién les ha aguantado de todo sin ni tan siquiera gruñirles o quejarse? ¿Quién ha sido la compañera de viaje para Irene antes de que llegaran sus hermanas? ¿Quién ha sido la más tozuda cuando íbamos a pasear? ¿Quién se ha comportado siempre como un gato a pesar de ser un perro? ¿Quién.....? Siempre ha sido ella: Blue. Y ahora que no está ¿quién va a hacer todas esas cosas? Porque, aunque no sean cruciales en la vida de una persona, ya las estamos echando de menos. 

Se me escapa el alma por la boca cada vez que la abro para decir algo de ella y me doy cuenta enseguida de que la tengo que cerrar porque no haría otra cosa que meter la pata. Soy consciente de que no soy la única que llora su pérdida y que tengo que cuidar mis palabras para no herir a los demás. Todos lo estamos pasando mal. De todas maneras, parece que aún está aquí pero que no la podemos ver. Aroha cree que está jugando al escondite con nosotros porque no la vemos, pero la sentimos. Sara se ha puesto a llorar hoy cuando casualmente hemos pasado cerca del veterinario y me ha preguntado que cuándo la íbamos a ir a recoger. ¡Qué lástima de mi niña! La última vez que la vieron ellas se despedían en la clínica veterinaria sin sospechar que era su última despedida. Ese es el último recuerdo que guardarán de ella. A penas la vieron sufrir y así lo prefiero.

La clave es el tiempo. Supongo que tendremos que dejarle pasar para que nos cure las heridas de su pérdida y hacernos a la idea de que Blue ya no está, pero que allí donde esté seguirá siendo nuestra perra y que velará por nosotros, seguirá haciendo de alguna manera todas esas cosas que hacía en vida, pero esta vez sin sufrir, sin dolor e invadida por el bienestar y la felicidad. Estés donde estés, Blue, sé feliz y que sepas que siempre te echaremos de menos.