viernes, 30 de noviembre de 2018

Crisis de identidad: auto-reencuentro

Podríamos decir que estos días atrás he estado baja de defensas, que me he desanimado mucho con el tema del trabajo o algo por el estilo, pero lo cierto es que ayer vi un vídeo del gran Steve Jobs que hizo que me reafirmara en mi camino a seguir. En resumen (para los que no quieran ver el vídeo aunque esté subtitulado en español), él explica tres historias personales que esconden un mensaje o moraleja que son las siguientes:
  1. Todo lo que hacemos en esta vida tiene un sentido, pero no lo veremos mirando al futuro sino cuando ya tengamos un recorrido y miremos al pasado con la preparación suficiente como para conectar todos los puntos que nos quedaron sueltos.
  2. Por muchas dificultades que te encuentres en la vida tienes que luchar por lo que te gusta hacer, sólo así lo harás con acierto, ganas y energía. Caerás, te levantarás, aprenderás y continuarás adelante.
  3. Piensa en hoy como si fuese tu último día de vida. No dejes para más adelante algo que podrías hacer hoy, porque mañana no sabes qué pasará y posiblemente te arrepientas de no haber hecho o dicho según qué.
Sé que así de corto puede que alguno de los mensajes no acabe de tener sentido, pero para eso he colgado el vídeo también, para que los que realmente estén interesados en estos "consejos" puedan darles contexto con las historias que el señor Jobs nos relata.

Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con mi crisis de identidad? Fácil...

Días atrás estaba muy deprimida porque parecía que todos los esfuerzos que he hecho por desvincularme de la docencia no habían servido para nada: todo el que me conoce me dice que no lo entiende, que tal vez me equivoqué de carrera, que me ven muy válida para estar al frente de una clase, que vaya tontería no haber hecho el máster de secundaria y un larguísimo etcétera que me aburre de sobremanera. Pero claro, cuando estás de bajón todo te afecta mucho más y parecía que estaba luchando contra una especie de gigante imposible de derribar, como si mi destino estuviera escrito y no pudiera hacer nada para cambiarlo muy a pesar de mi determinación personal. Pensé (como algunos habréis leído) en tirar la toalla y rendirme a las imposiciones del sistema, pero después de escuchar las palabras de Steve Jobs me di cuenta de que sería un error. Si trabajase de maestra de instituto me convertiría precisamente en aquello que menos me gusta: un profesor desmotivado. Además, estaría amargada porque no me gustaría mi trabajo por muchas ventajas laborales que pueda tener, cosa que la mayoría no entiende; eso de anteponer la satisfacción personal a las ventajas que ofrece esta profesión es algo inconcebible para muchos. En cambio, si sigo adelante con mi proyecto personal por lo menos ganaré esa autorealización que llevo años buscando, sentiré pasión por lo que haré y me veré sometida a un crecimiento personal y profesional brutal. ¿No crees que vale la pena intentarlo?

Si no has visto el vídeo te lo recomiendo. No importa si estás pensando en emprender o no porque son consejos de vida en general y que te hacen reflexionar sobre lo que estás haciendo y sobre lo que vas a hacer. 

Hace meses anuncié por aquí que tenía algo en mente pero que no quería adelantar nada. Pues bien, la idea se ha ido transformando poco a poco y espero poderlo tirar adelante. Cuando sea más oficial ester será el primer sitio donde lo haga público.

lunes, 26 de noviembre de 2018

Crisis de identidad

Desde tercero de carrera (refiérese al año 2013, más o menos) tengo más claro que el agua que no me quiero dedicar a la docencia. Lo he dicho por aquí, por activa y por pasiva, se lo he dicho a todo el mundo y lo que es más fuerte es que me he tenido que justificar de por qué quise hacer una carrera de lengua si no me quería dedicar a enseñarla. No sé a ti, pero a mí me parece algo increíble. Como si las carreras de letras no tuvieran más salidas...

Por otro lado, si analizo mi situación y mi trayectoria parece que esté intentando detener un tsunami. Me explico: 
  • Acabé la carrera y al cabo de dos semanas tenía asegurado un puesto de trabajo en una academia de inglés. Corté por lo sano a la mínima oportunidad de cambiar de sector, en este caso fue a mejor porque me fui a una editorial.
  • Estuve buscando trabajo durante un tiempo y presenté mi candidatura a múltiples ofertas sin éxito. Envié mi currículum a UNA oferta de profesora de inglés (y porque ya estaba entrando en un periodo de necesidad económica) y no sólo me llamaron sino que además hicieron todos los trámites necesarios para que pudiera trabajar para ellos a pesar de no tener el máster de secundaria ni tampoco intención de sacármelo.
  • He encontrado alguna cosilla más, pero no he hecho más que substituir a otras personas que a su vuelta me han dejado de vuelta en el paro.
  • Cada vez que intento ampliar mis horizontes profesionales me siento limitada por mi falta de experiencia y nadie me da la más mínima oportunidad.
  • Mi único sustento a día de hoy es precisamente ejercer de profe en los cursos que me ofrecen en la academia para la que trabajo habitualmente, pero cuando no hay cursos me quedo en el paro y como estoy contratada por horas... vaya, que me queda una paga de risa.
En resumen, parece que todo gira al rededor de la docencia reglada. Me entristece mucho. Estoy muy desanimada de pensar que no seré capaz de salir de esta espiral y de quitarme el San Benito que me entregaron con el diploma del grado, pero la necesidad aprieta y tal vez haya llegado el momento de dejar de resistirse y rendirse a lo ya establecido para empezar a plantearme estudiar ese dichoso máster de secundaria...