domingo, 7 de agosto de 2016

Ya tomé mi decisión

Acabado el contrato de trabajo y, visto lo visto, sin posibilidad de encontrar algo que no sea de maestra, o por lo menos no a corto/medio plazo, he decidido continuar dónde lo dejé. Cuando estaba en tercero de carrera me recomendaron que cuando acabase continuara con un máster. Por supuesto, me hablaron del de educación pero no estaba interesada y los demás que hacían presenciales en la universidad no me convencían, así que no creí que lo fuese a hacer. A fin de cuentas, mi intención era ponerme a trabajar lo antes posible y sí, me puse a trabajar pero precisamente de lo que intentaba desligarme.

Llevo dos semanas parada y estoy pensando qué hacer. Tengo pendiente estudiar francés, que ya lo quería hacer el año pasado pero se me pasó el plazo para matricularme en la Escuela Oficial de Idiomas y me quedé fuera. Sin embargo, el tema del máster era algo que me rondaba la cabeza y empecé a mirar de hacerlo a distancia. Estuve consultando la oferta formativa de la UOC y la UNED principalmente, hablé con varias personas y estuve barajando diferentes salidas. Descubrí cuál era la diferencia entre un máster oficial y uno propio y sin lugar a dudas me decliné por uno oficial por las bonificaciones que ofrece el estado y porque me da la posibilidad de conseguir matrícula de honor. 

Tengo muchas ganas de esmerarme en esto. Quiero aprender mucho y ser buena en lo que haga por lo que estoy pensando en hacer ambas cosas: el máster y empezar francés. Por supuesto, que será duro porque no he trabajado nunca a distancia y empezar una nueva lengua es algo complicado, pero tengo la suerte de tener el francés cerca desde siempre y además tengo una base que no he olvidado por completo. Aún así empezaré por el primer curso, creo que así refrescaré la memoria y no me resultará tan duro, porque si hiciera la prueba de nivel estoy convencida que entraría directamente a segundo. En cuanto al máster pienso definirme unos horarios y unas pautas de trabajo para no caer en la tentación de "luego lo hago" y que ese momento nunca llegue.

Después de tomar esta decisión me siento mejor. Ya vuelvo a tener rumbo.