jueves, 12 de agosto de 2010

¡Proyecto TATTOO en marcha!

Pues la cosa empezó como una tontería, como un símbolo que me representara, y parece ser que la locura más descabellada que se me ocurrió va a materializarse. Concretamente en mi omoplato izquierdo la última semana de agosto. Conociéndome como me conozco puedo decir que es una locura total, pero ya he pedido hora, Eladio me apoya (o al menos eso parece) y parece que ya está en marcha. Aún tengo tiempo de echarme atrás, así que no daré nada por sentado hasta que no sea así. Aunque habiendo dado un déposito... no estamos para perder dinero, así que parece bastante inminente.

Como viene siendo costumbre, el apoyo de Eladio lo és todo para mí en el momento de tomar cualquier decisión importante. La otra noche estuve hablando con él del motivo del tatuaje, por qué ese dibujo y por qué ahora. Ya lo he comentado en otras entradas: para mí este és un momento muy importante, el hecho de ir a la universidad me hace sentir como si retomara mi vida en el momento en que se rompió cuando mi hermano murió en aquel accidente. Yo estaba acabando segundo de bachillerato y faltaba un mes escaso para las pruebas de selectividad. En aquel entonces no tenía muy claro si iba a hacerla, pero viendo el rumbo que estaban tomando las cosas seguramente lo habría intentado para acceder a trabajo social, periodismo o psicología. Mi situación se vio sesgada por la mudanza obligatoria en la que me vi y desde entonces nunca más levanté cabeza en cuanto a estudios se refiere. Hasta que Amanda y Eladio me animaron a hacer la prueba de acceso para hacer un grado superior. A partir de aquí me he visto haciendo cosas que valen la pena, no estudiar por estudiar. El hecho de ir a la universidad me hace sentir plena, como si este lapso de 11 años hubiesen pasado en un suspiro y volviera a ser aquella chiquilla recien salida del instituto que va a empezar una nueva etapa. Con la gran diferencia de la experiencia, la responsabilidad con la que accedo, mis cargas familiares, las preocupaciones de ser mamá y esposa y otras muchas cosas (buenas y malas) que me aporta la edad. En definitiva, este tatu y el hecho de que me lo haga justamente este verano significa para mí mucho más de lo que realmente és. Eladio lo valora positivamente y está dispuesto a recortar algunos gastos para darme el capricho. ¿No és un amor?

Por otro lado, las vacaciones de verano están siendo muy buenas. Me encanta tener a Eladio conmigo. Me encanta hacer limpieza general (sobretodo después de un año de estudiar y dejar la casa de lado casi por completo...), ir de compras, pasear, charlar, comer todos juntos sin prisas,... tantos detalles que pasan inadvertidos pero que se añoran tanto. Yo la verdad es que los valoro un montón y disfruto con estas cosas cuando tenemos tiempo. El hecho de ver a mi madre disfrutar como una niña solo porque viene a pasar el día con nosotros y gracias a una simple silla de ruedas puede mirar y remirar, comprar, pasear, y mucho más sin cansarse hasta la extenuación como le pasaba últimamente. ¡Están siendo unas vacaciones geniales!

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