viernes, 20 de mayo de 2011

Sin retorno

Pues ya estamos en la segunda parte del mes de mayo y con un pie en la recta final de este primer curso universitario. Es curioso: echo la vista atrás, justo un año atrás, y me veo a mí misma inmersa en un mar de dudas; si buscar trabajo o seguir estudiando en la universidad. Las cosas tampoco han cambiado demasiado...

Este segundo semestre ha sido un poco de locos. Aún estaba más descolocada que en el primero (que se supone que es más de adaptación). No tengo demasiado claro cuál ha sido el motivo por el cuál me he saturado de esta manera, pero la verdad es que está siendo bastante duro. Esta vez si que no aspiro a matrículas de honor ni nada, con aprovar me conformo.

Estoy constantemente revisando la agenda para poder planearme los días que quedan de curso de la manera más adecuada posible. Voy a hacer lo más imprescindible. Si después me sobra tiempo será entonces cuando vaya a por nota, aunque eso creo que va a ser un privilegio del que no estoy segura que pueda gozar. Este fin de semana va a ser clave para los avances en todos los trabajos y materias que debo ir concluyendo. A partir de la semana que viene tengo que ir pensando ya en exposiciones orales e historias de estas, por lo tanto es preciso cerrar unos temas para poder abrir otros. 

Es difícil organizarse con tantas cosas pero esa fue mi elección de hace un año más o menos y ahora me toca apechugar con ella. Tengo momentos de altibajos en los que incluso pienso en tirar la toalla, pero ese tatuaje que me hice me recuerda cuán importante fue para mí declinarme por continuar estudiando, lo que se está sacrificando la gente de mi alrededor para que lo pueda conseguir y que no se lo puedo pagar de otra manera que no sea dándolo todo.