lunes, 31 de enero de 2011

Un parentesis, por favor...

La suerte está echada: se acabaron los exámenes. Ya los hice todos y esta semana tienen que publicar notas sí o sí porque la que viene es la dedicada a las recuperaciones, así que es necesario saber si nos hace falta presentarnos o no. Tal vez debamos intuirlo según nos hayan ido los exámenes, pero personalmente este tipo de situación me produce mucha incertidumbre e inseguridad. Yo soy de las que piensa que no se debe vender la piel del oso hasta que no esté cazado. No doy nada por hecho, así que toca esperar para los resultados.

jueves, 27 de enero de 2011

Primera gran decepción

"Señorita, en el tema 3 dice que tenemos que hablar de la forma en la que escribe el autor. ¿Se refiere usted a las figuras literarias? Pero es que este escritor no usa recursos de este tipo y no sabría de qué hablarle... - No te preocupes, como el tema 3 también es sobre la literatura imaginativa céntrate en las partes fantásticas de la novela."

Más o menos fue esta nuestra conversación a mediados del cuatrimestre. Además que la recuerdo con bastante claridad. Bien, pues hoy era el examen de literatura y la verdad es que iba muy motivada porque llevaba tiempo preparándome los escritos y me sentía bastante segura. De alguna manera había superado mis miedos. Pues nos ha preguntado el tema 3 y sobretodo nos ha dicho que quería que nos centráramos en la forma. En definitiva, con unas  simples palabrejas ha tirado toda mi moral por el suelo y, por lo que he oído, también la de mucha más gente. 

Eran dos preguntas: la primera sé que no la he hecho perfecta pero la he contestado lo mejor que he podido y la segunda era la nefasta. No sabía si dejarla en blanco, pero he pensado "mejor le escribo lo que me he preparado para hoy y si lo quiere tachar allá ella porque, a fin de cuentas, no es lo que preguntaba, pero que al menos no se quede pensando que no he dado palo al agua en tres meses.." Y así lo he hecho. Al final he escrito cuatro folios por ambas caras. La suerte está echada, pero desde luego hoy nos la han jugado y yo estoy cabizbaja a pesar de los ánimos que intentaba infundir entre mis compañeras. Ánimos fingidos porque cuando me he quedado sola casi me derrumbo, pero hablando con mi primica he podido despejar un poco los nubarrones.

Para la semana que viene nos han dicho que tendremos más o menos notas, pero que solo aquellos que se hayan quedado rondando el aprovado tendrán posibilidad de ir al examen de recuperación. De dos partes espero tener una medio bien y de la otra rascar algún puntito. La verdad es que no espero aprovar este examen (muy a mi pesar) pero por lo menos que me quede la posibilidad de ir a recuperación o que me haga media con el resto de notas. Porque todo lo demás lo tengo con buena puntuación y al menos sacarme de encima la asignatura para no tener que arrastrarla. De nuevo he vuelto a bajar el listón... Desde luego la universidad es otro mundo.

Bueno, si se mira en perspectiva y por el lado positivo ya solo falta un examen. Es el lunes a primera hora y de lingüística, así que a partir de ya toca olvidar el tropiezo en literatura y empezar en serio con lo otro si no quiero más sorpresas. Ya habrá tiempo para lamentaciones después y espero que también para celebraciones.

domingo, 23 de enero de 2011

Take a breath...

Domingo previo a la semana de exámenes. Necesito un respiro. Sé que no soy la única, pero es irremediable pensar en una misma. Lunes y martes sin descanso porque el miércoles ya tengo el primero. La suerte es que será el más ligero y para el que menos tendré que estudiar. Un punto a favor si se mira fríamente ya que sería como empezar esta etapa de estrés de manera paulatina. Aún así no debo descuidarlo y procurar preparármelo de alguna manera para no encontrarme con sorpresas desagradables. 

Acto seguido (el jueves) tengo el de literatura. Para éste sí que tengo un poco más de miedo porque me siento desnuda, sin argumentos válidos ante una prueba que vislumbro tenuemente pero que no acabo de ver con claridad. No tengo ni idea de qué es lo que quiere exáctamente esta señora en su exámen, aunque nos pasó un documento que representaba la guía del examen, como si fuesen las posibles preguntas. La cuestión era preparárselas en casa, con tiempo y poder enseñárselo de manera que nos diera su visto bueno o no; pero no lo he hecho así y ahora me siento insegura. Un antiguo compañero de clase que ahora está en segundo me dijo que no me preocupara demasiado por ello porque no es tanto como parece. No importa cuanto me diga, es mi manera de ser y no puedo evitar darle vueltas. No me siento segura con una profesora que solo se ha dedicado a dar clases magistrales y que nunca ha puesto "a prueba" a sus alumnos. De hecho, no sabes si vas bien o estás dando pasos en falso. La suerte es que un tanto por ciento de la nota nos la pone el otro profesor que imagino que nos puntuará bastante positivamente, así que con un poco de suerte Literatura no será una asignatura que me quede pendiente.

Por último, el examen de Lingüística con la profesora más estricta que he tenido nunca. No me cansaré de decir que es muy buena profesora, pero al tener esta faceta tan recta me da qué pensar... ¿Las preguntas serán muy rebuscadas o sólo intentará averiguar si nos hemos quedado con la esencia de la asignatura? La verdad es que no me asusta tanto como el anterior pero tampoco me pienso dormir en los laureles. Durante las vacaciones de Navidad estuve pasando sus apuntes a limpio, la cual cosa me permitió hacer un repaso general de todo, y a consecuencia nació un documento de 100 páginas. ¡100 páginas! Sin duda, cuando salga del examen de Literatura me pondré sin descanso a estudiar Lingüística...

Espero que todo salga bien y así no tener que arrastrar alguna de estas asignaturas; ni hasta la recuperación ni en años venideros.

viernes, 14 de enero de 2011

Como una bendición

La verdad es que a pesar de tener tres hijas pequeñas me doy cuenta de que me dejan el margen necesario para poder emprender esta aventura universitaria, con más o menos éxito aunque desde luego que esto último no depende de ellas porque con el carácter y la manera de ser que tienen me es posible no estar completamente encima de ellas y seguir con mis cosas. Podría decirse que se crían solas. Son tan buenas que con lo básico tiran adelante. Son cariñosas, lo entienden todo y además toman ejemplo de verme a mí con los libros para coger el hábito (algo bueno tenían que sacar ellas de todo esto). Me siento muy orgullosa de las tres, pero sobretodo de la mayor que intenta superarse a diario a causa de mi exigencia (creo que a veces exagerada) para que esté contenta con ella. A pesar de lo pésima madre que me siento a veces me quieren y hacen todo lo posible por cubrir todo lo que les pido para mejorar día a día ante mis ojos.

Cuando tuve que elegir entre la universidad y un trabajo fue algo extremadamente difícil porque me sentía como si tuviera que elegir entre mi familia y yo misma. Dejándome llevar por los consejos de los más cercanos opté por mí misma. A veces me siento egoísta porque me antepuse a mi familia, con lo importante que es para mí, pero en el fondo creo que hice lo correcto; que es una inversión a largo plazo que aparenta lo que no es. Aposté por mí por el bien de ellos. Pasados unos meses lo veo desde otro punto de vista y espero no fallarles.

lunes, 10 de enero de 2011

¡OR-GA-NI-ZA-CIÓN!

Hoy es el primer día "laboral" después de las vacaciones de Navidad. De hecho, hoy he empezado con la rutina aunque no tenga clase. De todas maneras seguiré haciendo horario de universidad para poder aprovechar el tiempo lo máximo posible. Más que nada porque de todo lo que tenía pensado hacer durante las vacaciones bien poco he adelantado... La suerte que tengo es que tenemos dos semanas más para ponernos al día y ahora sí que me voy a poner las pilas. Estas dos semanas solo se rompen por una tutoría que imagino que durará una media hora o tres cuartos y una exposición oral que durará diez minutos.

Lo primero es organizarse para no perder el tiempo. Mira, no lo había pensado antes y hoy he venido a al uni con los apuntes de lo que menos prisa me corre. Así que para no perder el día haré eso, pero a partir de mañana otro gallo cantará. Me pienso hacer una lista de tareas con orden de prioridad, ir tachando a medida que vaya avanzando y a ver si así consigo llegar a todas partes.

Quedan dos semanas para los exámenes y mucho por hacer...