jueves, 3 de marzo de 2011

A duras penas

De veras que lo intento, pero a duras penas lo consigo. Hemos empezado este segundo semestre a tope, con muchísima faena. Al final me voy a tener que creer aquella teoría de que "los profesores se piensan que solo tenemos su asignatura y no hacemos nada más". Pues creo que a estas alturas del blog no hace falta explicar que otras cosas hago aparte de ir a la uni, ¿verdad?

La asignatura obligatoria del grado de inglés es la que más faena nos da. Esta mujer empieza a exigirnos actividades dentro y fuera de clase y no se da cuenta de que ya no me queda espacio en la agenda para anotarlas todas. No es difícil intuir que voy un poco atrasada, que no lo llevo todo al día... Aparte, nos informó el primer día de clase de que nos teníamos que comprar un libro de ejercicios para irlo haciendo en casa y entregárselo a final de curso. Diálogos, teatrillo, descripciones, historias cortas, exposiciones orales, poemas y un larguísimo etcétera. Estamos hablando de Lengua Inglesa 1: narración y descripción.

En otra asignatura, fonología y morfología, tenemos un profesor muy preparado pero con un temario bastante difícil de explicar y, según como, de entender. El pobre hace lo que puede. La mayoría de la clase se ríe de los sonidos extraños que emite para que veamos las diferencias entre unos y otros. Cada día me doy más cuenta de que la mayor parte del alumnado de primer curso de inglés está allí para cualquier cosa menos para aprender.

Otra asignatura que tenemos nos da recursos para tratar con los procesadores de textos, los correctores, los traductores, etc. Ésta corre a cargo de la profesora bien conocida en este blog como la superestricta. Y ya ha empezado pisando fuerte. En su línea. Pero no olvidemos que personalmente me gusta su método.

Por último, tenemos otra asignatura (Ciencia y sociedad) que en principio parecía más ligera pero que a la práctica mucho me temo que no va a ser así. Para empezar nos tenemos que leer "La isla misteriosa" de Julio Verne y hacer un trabajo. La verdad es que tiene pinta de complicado porque es un libro bastante extenso y el trabajo que nos pide no puede exceder de 5 páginas. Aún no tenemos las pautas para empezarlo. Por otro lado están las clases. Son un tanto filosóficas aunque no era su objetivo, o al menos eso dice. Más de un compañero me ha confesado que se siente como si fuese a misa cuando vamos a estas clases. Es su tono de voz, su manera de hablar, cómo explica las cosas. Reconozco que me gusta la temática porque se sale de lo convencional y además el libro está muy bien (aunque no lo tengo muy abanzado), pero me da miedo confiarme.

No puedo dejar de explicar que al final me apunté a un cursillo de representación estudiantil. Me sirve para entender mejor cómo funciona el mundillo en el que me he metido y también me convalida algunos créditos de eje transversal (créditos de libre elección en el plan antiguo). Sólo con el horario y unas cuantas tareas que nos han encomendado me veo sobrepasada de faena. Tampoco hay que olvidar que esta semana las niñas tienen fiesta y no me puedo quedar en la biblioteca. Son horas de trabajo y estudio que pierdo y que nadie se puede hacer una idea de cuánto las añoro. Esperamos que la situación se estabilice a partir de la semana que viene. Necesito un paréntesis (¿tal vez este fin de semana?), ponerme al día y reencontrarme con la rutina que tanto me ayudó el semestre pasado.