miércoles, 25 de agosto de 2010

¡Pues ya está!

"Ya está" hace referencia a un poco de todo. Ya se acaban las vacaciones de Eladio, ya tengo todos los libros comprados y ya tengo el tattoo hecho. El día D fue ayer por la tarde. No tenía crema anestésica, mi prima vino con Eladio y conmigo y sorprendentemente no estaba nerviosa. No me puse como un flan una vez allí ni nada. Eso, considero, que es buena señal porque supongo que quiere decir que iba convencida de lo que hacía. Me hizo una estampación de prueba para determinar el sitio donde iba a tatuar, me tumbé en la camilla boca abajo y empezó. Iba preparada para soportar un gran dolor, pero la verdad es que no fue tanto. Aquello duró una hora y pico (¿tal vez y veinte minutos?) y sin darme tiempo a mentalizarme ya me estaba mirando al espejo boquiabierta y haciéndome a la idea de que me había automarcado para toda la vida. Los símbolos son totalmente míos (mi propio nombre en japonés y un símbolo japonés de la época de mi nacimiento) y el significado que tiene este tatuaje me recordará en los momentos duros del curso que me espera que no debo decaer para conseguir arrancar esa espinita que se me clavó en el corazón, en quanto a estudios se refiere, en el momento en que la muerte se llevó a una de las personas más importantes de mi vida. Mi único hermano, Julio.

En fin, que lo prometido es deuda. Aquí dejo una foto del resultado. Hay que tener en cuenta que aún está un poco rojo, pero esta es mi piel morena y esta es la obra de arte de una gran tatuadora.


Espero que el resultado os guste tanto como a mi.

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