miércoles, 29 de febrero de 2012

De vez en cuando la vida te sorprende

Muchas veces me siento totalmente fuera de contexto. Soy una mujer que empieza, con su tercera década de vida a cuestas, en un entorno totalmente juvenil y universitario. Sospecho que hay gente de mi entorno que cree que tengo el síndrome de Peter Pan o algo así. No tengo nada que decir al respecto. Es posible incluso que tengan razón. La cuestión es que mi vida se vio truncada en la flor de la adolescencia y a partir de entonces ha sido desordenada. No he tenido otro remedio más que hacer las cosas sobre la marcha. Tengo la gran suerte de que la gente que me importa me apoya y eso no tiene precio, de verdad. No me cansaré nunca de repetir que el 70% de mis logros son gracias a las personas que me rodean y me miran con buenos ojos. Yo simplemente hago mi trabajo. Intento no fallarles.

Fuera de contexto, viviendo el presente al límite, pero un poco anclada en el pasado. Es curioso pensar en las cosas que muchas veces nos depara la vida. Sin creencias religiosas, sin saber qué pensar del más allá, confío en las personas por ellas mismas y en que el tiempo pone a cada uno en su lugar. Los valores, la moral,... por desgracia me parece que cada vez cuesta más encontrar gente con un fondo puro. En mi ciudad natal tenía una amiga que siempre decía "Dios los cría y ellos se juntan" y la verdad es que cada vez le doy más credibilidad al significado de esas palabras.  Supongo que es humano buscar un grupo con el que te identifiques de alguna manera. 

Es grato ver que no todo tiene por qué ser malas noticias, que a veces la vida también te depara sorpresas agradables. Cosas que no te esperas en absoluto, pero que se agradecen. Conocer gente algunas veces lo es. Y con conocer gente no me refiero a que te presenten a alguien, sino a que encuentras a alguien con quien estés a gusto y que además sientas que puedes compartir algo más. No hablo puramente de sentimientos. Se trata de superar la barrera que separa a un conocido de alguien que puede llegarte como amigo.

Cuando era más joven me pasó algo parecido con un amigo y confundía lo que sentía por él con un enamoramiento, pero eso era debido a la sensación tan agradable que me producía estar con alguien así y me hacía dudar. Era muy joven e inmadura, podría decir que simplemente no había conocido el amor de verdad todavía, el cual te hace sentir genial, viva. Ahora es diferente: he madurado, tengo la gran suerte de haber encontrado a mi media naranja y estoy profundamente enamorada de él; así que ya sé lo qué es y ahora puedo certificar que no es lo mismo. Es también algo muy especial pero no es lo mismo. Soy una persona afortunada. ¡De verdad que lo soy!

Año bisiesto

Hoy es un día especial para mucha gente. ¡Felicidades a todos ellos!