viernes, 4 de diciembre de 2015

Se acabó la espera

Pues después de esperar un mes o más ya tengo respuesta...

Cuando se me terminó el contrato en la editorial pensé en darme un tiempo para estar con mis niñas y disfrutar un poco de mi maternidad, que por desgracia siempre la he tenido que poner en un segundo plano. Tenía la suerte de haber cotizado lo suficiente como para cobrar durante un tiempo del paro y estar "tranquila" económicamente. Aún así, eché un currículum porque encontré de rebote una oferta de trabajo que se podría adaptar perfectamente a mis necesidades. Al principio lo hice sin ganas porque seguía pensando en tomarme unos meses de descanso y disfrutar también de la Navidad con tranquilidad, pero cuando llevé el currículum y me lo recogieron con cierto interés en mi nivel de inglés me empecé a ilusionar. Empecé a pensar en cómo sería trabajar en un puesto de trabajo como aquel y sobretodo en una empresa ubicada en la misma ciudad en la que vivo y a la que van mis hijas a la escuela. Cómo sería trabajar en una multinacional, en el departamento de comercio internacional. Cada vez me atraía más la idea y a causa de la impaciencia por saber si me habían descartado o no llamé para informarme. Me dijeron que no habían empezado con la selección, pero que se anotaban mi interés para llamarme cuando tuvieran una resolución ya fuese positiva o negativa. Y así pasó todo un mes en el cual estuve con el móvil a cuestas ininterrumpidamente; todos conocemos la ley de Murphy... A principio de esta semana finalmente me llamaron para decirme que después de hacer un estudio de mercado habían decidido no ampliar de momento la sección internacional, pero que se guardaban mi currículum para posibles futuras ocasiones. Me desilusioné bastante, sin embargo esta llamada fue mi pistoletazo de salida, así que me puse en marcha.

Ese mismo día me di de alta en la bolsa de trabajo del ayuntamiento y actualicé mi perfil de una famosa página en la que las empresas publican sus demandas y ofrecen cursillos y puestos de trabajo. Sí que hay muchas ofertas y además muy variadas pero de lo que yo busco no hay tantas. Supongo que aún puedo mostrarme selectiva teniendo en cuenta que todavía me quedan unos meses de paro, pero a medida que se acerque la fecha límite supongo que tendré que bajar el listón. Ya lo iré viendo... De momento, puedo decir que busco trabajo activamente.

jueves, 12 de noviembre de 2015

¡Ya tengo el título!

La semana pasada recibí el correo electrónico de la secretaría de la universidad notificándome que podía pasar a recoger el título del grado. Ya estaba pagado por lo que sólo tenía que llevar el justificante de pago que me dieron en su día y el DNI para identificarme. He esperado un tiempo prudencial por si acaso y el lunes fui a buscarlo, pero no ha sido hasta hoy que he comprado un marco para protegerlo. Hoy es cuando me siento rara, especialmente feliz porque creo que finalmente he cerrado un ciclo muy importante para mi.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Demos forma a una vida más sana

Yo creo que a nadie le gusta estar gordo o tener sobrepeso, supongo que a todos nos gustaría gozar de una salud estupenda y la verdad es que en España tenemos la gran suerte de tener a nuestro alcance la dieta mediterránea, la que es considerada la más sana del mundo. Bien, pues desde que estoy en el paro que estoy analizando los hábitos que tenemos en casa y me he dado cuenta de que deberíamos comer más verduras, legumbres y pescados, que abusamos de la carne y los farináceos. También deberíamos reducir o eliminar el consumo de leche de vaca sin abandonar los lácteos. Por otro lado, también deberíamos movernos más: prescindir del coche cuando no sea necesario y como mínimo caminar. 

Mis hijas han crecido (o están creciendo) con unos hábitos de actividad bastante sedentarios. No sé si es porque vivimos en un piso y aquí no pueden quemar lo que quemarían en la calle, pero cuando tenemos que ir andando a algún sitio todo son quejas y reniegos. Es cierto que hay otras madres que dejan a sus hijos en la calle para que jueguen hasta el anochecer, como cuando yo era pequeña, pero la verdad es que las cosas han cambiado mucho y considero temerario dejar a los niños sin vigilancia en estas calles contemporáneas donde hay exceso de desconocidos, coches y personas imprudentes. Yo no me fío, lo que hagan los demás no es mi problema. No es que me justifique por la poca actividad de mis niñas, pero supongo que este es el gran motivo por el que a penas salen a quemar energía a la calle. 

Yo por mi parte he querido confiar en la tecnología para motivarme y moverme más además de poder controlar el ejercicio que hago o no a lo largo del día. Para ello he adquirido una pulsera de actividad y la verdad es que no está nada mal. Llevo una semana con ella y me analiza hasta si las horas que duermo son de calidad o no.

Hoy me he colgado en la nevera una programación semanal de la alimentación que deberíamos seguir para tener una dieta equilibrada. Esta programación me la dio la doctora de cabecera hace tiempo pero la había ignorado hasta hoy. Es bastante simple por lo que solo indica qué tipo de alimentos deberías combinar cada día para que no falten nutrientes a nuestra ingesta diaria, pero no te marca qué tipo de platos deberías cocinar, eso lo deja a tu elección. Por lo tanto, creo que es una guía bastante flexible y a la vez muy útil para empezar a dar forma a una alimentación más sana.

En cuanto a las tareas del hogar, también he querido dar un paso más y confeccionarme una serie de tareas diarias que debo hacer. De esta manera intentaré tenerlo todo más o menos cubierto y que mi casa no parezca un cajón desastre.

En conjunto, estoy intentando cambiar los hábitos de casa para poder proporcionarnos más calidad de vida, más salud y, en definitiva, ser más felices.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Una maruja nefasta

Pues después de un mes de estar en casa ya lo puedo asegurar: no sirvo para ser ama de casa. No sé si es que somos muchos y además ahora comemos todos en casa o qué pasa, pero es una pasada la cantidad de faena que se acumula en cuestión de uno o dos días. No doy a basto y encima se me rompe el día cuando tengo que coger el coche para ir a buscar a las niñas y preparar la comida.

No entiendo por qué no puedo acabar de organizarme... ¿Demasiado tiempo haciendo cosas que no tocan para un perfil de mujer como el mío? No me lo explico... Si he podido tirar adelante con todo lo que me he propuesto ¿por qué ahora no soy capaz de hacer bien lo que tendría que estar haciendo ya que no trabajo fuera de casa? Es una cuestión que me frustra bastante, sobretodo cuando veo que van pasando los días, la semanas e incluso los meses y que mi situación no cambia.

lunes, 5 de octubre de 2015

Una piedra en el camino... ¿o tal vez sea un dulce?

Hoy justamente hace un mes que dejé de trabajar y no he hecho prácticamente nada de lo que tenía pensado hacer. No sé exactamente el motivo, pero la verdad es que aquí estamos... Por lo que todavía tengo la intención de hacer todo esto, ponerme a trabajar en mis propios proyectos y ver qué pasa. Pero ha surgido un imprevisto...

Al poco de dejar de trabajar fui a la oficina de empleo a pedir mi prestación y por poco no me la dan. Menos mal que lo pude solucionar aportando documentos antiguos y finalmente me dijeron que tenía derecho a cobrar durante seis meses. Lo que no sé es cuánto me pagarán y estoy esperando a la primera paga, que no creo que tarde mucho en cobrarla, para salir de dudas. 

Bien, pues antes de finalizar el mes de septiembre mi cuñada me envió un mensaje con una oferta de trabajo bastante atractiva. Sinceramente, al principio me pareció un lastre porque como todavía no me había puesto al día con ninguno de mis proyectos me pareció que interesarme por esta oferta de empleo era un contratiempo que podría ignorar fácilmente para poder seguir adelante con mis cosas. Sin embargo, si ignoraba esta oferta tal vez me arrepintiera. Siempre he dicho que no debemos cerrarnos las puertas nosotros mismos sino que debemos dar la oportunidad a los demás a hacerlo. Por lo que mi propia moral me impulsó a mostrar interés por el anuncio de trabajo (confieso que inicialmente fingido) y mover ficha para ponerme en contacto con la empresa. Es más,  pregunté a varios conocidos por la empresa para pedir referencias y fui personalmente a entregar mi currículum para darme a conocer. Pareció que lo que más les importaba era el nivel de inglés de los solicitantes, pero pocas cosas más me preguntaron. Por lo visto tendré que esperar en casa hasta que el gerente empiece a llamar a aquellas personas que hayan dejado su currículum y que él considere adecuadas para el puesto de trabajo. 

¿Pero en qué consiste el puesto de trabajo? Pues la verdad es que no lo sé exactamente. Pedían conocimientos altos de inglés, capacidad de trabajar en equipo, buena presencia, organización, etc. Tiene pinta de relaciones internacionales, además es una empresa que trabaja internacionalmente por lo que todo apunta hacia aquí, aunque no lo puedo asegurar. Tampoco es que lo digan en el anuncio que me pasó mi cuñada: te ofrecen un puesto de trabajo especificando las características que tienen que tener los solicitantes pero no te hablan sobre el puesto en sí. Como en este país estamos tan desesperados por encontrar trabajo supongo que se aprovechan de ello.

Creo que puede ser un dulce más que una piedra en el camino porque la empresa está en la misma ciudad en la que vivo y como no sé cuál será el horario ni las condiciones considero que también cabe la posibilidad de que puedan ser flexibles para que pueda amoldarlas a mi vida familiar. Su localización en sí es un gran punto a favor por el tema de la movilidad y porque si surge cualquier problema en 5 o 10 minutos me planto en el colegio o donde sea que estén mis hijas. Por eso que cuánto más lo pienso más me parece que lo que me encontré en el camino es algo agradable, una alternativa que tal vez sea la solución que nos dé la estabilidad económica que tanto necesitamos. Incluso me atrevo a decir que me estoy empezando a ilusionar... ¡Peligro! No sé cuánta gente llevará su currículum, ni el perfil exacto que busca el gerente. Que me llamen para entrevistarme no quiere decir que me vayan a contratar, pero no puedo evitar pensar que todo irá bien. Sin embargo ahora mismo solo puedo esperar, seguir adelante con mis proyectos personales y vivir el presente disfrutando de cada detalle. ¿Que me llaman? Pues a ver qué me ofrecen y valorar la oferta, aunque hoy en día no tienes demasiado margen de negociación. ¿Que no me llaman? Faena no me falta, no creo que me aburra en casa; aún tengo cinco meses más para encontrar algo.

Por cierto, que voy a iniciarme en Twitter porque me doy cuenta que las redes sociales son cada vez más un requisito a tener en cuenta en el mundo laboral.

martes, 22 de septiembre de 2015

Bloqueada

"Una temporadita en el paro, que me pueda poner al día con mis cosillas, y luego a buscar faena". Eso decía yo la última semana que estuve trabajando en la editorial. Ya han pasado dos semanas y pico y aún estoy por empezar. Sí, las niñas han empezado el cole y todo eso, pero creo que cada vez me cuesta más cambiar mis propios hábitos y adaptarme a algo nuevo. ¿Perritis?¿La edad?¿Cansancio general? No lo sé, la verdad. El caso es que se me pasa el tiempo y los días y las semanas y sigo en el mismo punto.

A día de hoy no sabría decir cuántas ofertas de trabajo para ejercer de profesora de inglés me han ofrecido desde que empezó el mes, pero diría que más de cinco seguro, que teniendo en cuenta los tiempos que corren son un montón. Y justamente eso es lo que no quiero hacer en mi vida. En todo caso ahora mismo no. Si pasa el tiempo y no sale nada más la necesidad será más fuerte que el deseo, pero de momento aguantaré sin ceder.

En fin, que aún estoy con burocracia y papeleo del paro. No sé cómo irán las cosas. Lo que sí puedo decir es que hemos aumentado la familia. Pero que no se asuste nadie que no se trata de un bebé humano sino de un bebé canino que nos trajimos en nuestro último viaje. Aquí os dejo una foto para que la conozcáis: se llama Niji (arco iris en japonés) y tiene solo dos meses y medio.

Esta foto la tomamos el primer día que Niji estuvo en casa


lunes, 14 de septiembre de 2015

Vuelta al cole

Las princesas han vuelto a la rutina. Para mí un problema porque a partir de hoy vuelvo a estar atada a un horario que me condiciona en todo lo que hago a lo largo del día. Me he tenido que hacer un horario semanal para organizarme mejor el día a día. 

Mis niñas sólo hacen una actividad extraescolar porque soy partidaria de no agobiar a los críos con un exceso de actividades fuera del horario escolar, que ya tendrán tiempo de ir estresados cuando sean adultos. Por lo que Irene y Aroha sólo hacen música y en el caso de Sara se trata del baloncesto, que son precisamente lo que ellas mimas eligieron. Aún así este curso voy a ir de culo casi toda la semana y lo que me interesa más es que también tengan tiempo para hacer los deberes. Irene ya hace sexto y las dos gemelas van a tercero. La vida del estudiante hace que cada curso sea un poquito más duro y creo que en nuestro caso la clave es la organización. El tema es que esta tarea corre de mi cuenta, es decir, que ¡ya me puedo poner las pilas!

lunes, 7 de septiembre de 2015

Lunes; empieza la semana

Hoy es el primer lunes que no voy a trabajar en mucho tiempo. Bueno, en realidad solo seis meses, pero al mismo tiempo se me ha hecho largo como se me ha pasado volando. En fin, que se acabó el contrato, que ya no tengo por qué volver más. ¡Finito! Desde que lo sé que he intentado organizarme lo que queda antes de que vuelvan mis niñas al cole para prepararnos para la nueva rutina, pero no sé por qué hoy me siento un poco perdida, como si se me hubiese escapado el día entre los dedos. Sí que he hecho cosas, no me he quedado de brazos cruzados todo el día, pero no he hecho lo que tenía pensado y eso me ha trastocado esa planificación que tenía hecha.

Al margen de lo que vaya a hacer antes o después de la vuelta al cole, lo que esté relacionado con mis niñas, también tengo proyectos personales que realmente ahora no tengo ganas de desvelar, pero que a mi entender son un poco ambiciosos. ¿Y qué más da? Si no lo pruebo no lo sabré nunca y si una cosa he aprendido en esta vida es que no necesitas cerrarte tu mismo las puertas porque otros lo harán por ti, así que ¿por qué no intentarlo?

miércoles, 19 de agosto de 2015

Un paréntesis

Hoy me han dicho que cuando se me acabe el contrato no me lo renovarán... Pues me lo quiero tomar así, como un paréntesis. No sé qué pasará. De momento, trabajo hasta el cuatro de septiembre. Dice mi jefa que no me renuevan porque no pueden mantener otro sueldo pero yo creo que es porque no quieren y ya está. Sin embargo, en un par de meses, cuando suba la faena, y teniendo en cuenta que la persona a la que substituyo hará reducción de jornada yo creo que muy probablemente me vuelvan a llamar. Digo yo que será mejor contratar a alguien que ya conoce la empresa y la faena que alguien que tenga que empezar de cero, ¿no?

No me lo he tomado mal. De hecho, me lo esperaba. En situaciones así prefiero ver el vaso medio lleno: tendré tiempo para la vuelta al cole, para estar más tiempo con mis niñas que hace meses que me reclaman, retomar mi novela y otras cosas que tengo en mente. Además, también tendré tiempo para escribir en el blog, que lo tengo muy pero que muy abandonado.

jueves, 5 de marzo de 2015

En mi salsa

Ayer fue el primer día que hice la jornada completa y ¡estoy encantada!

Hay tanta faena que no me la acabo ni queriendo, pero soy tan feliz que no puedo imaginar el día que este sueño acabe. En plena campaña del día internacional del libro, que ya viví el año pasado en prácticas, la editorial se desborda. Normal. Y ahí estamos, intentando coger el ritmo que tardaré en conseguir porque no hubo un aprendizaje junto a la persona que estoy substituyendo. Esperaron demasiado. Pero bueno, ahora hay que afrontar la realidad tal y como es y apechugar con ella. Me sabe mal porque me tienen que ayudar los demás y todo el mundo tiene cosas que hacer, pero al fin y al cabo esta situación no la he creado yo, no es culpa mía.

A pesar de los pesares, me siento totalmente plena y disfruto mucho de mi trabajo. Aún estoy empezando pero no puedo ocultar lo pletórica que me siento.

lunes, 23 de febrero de 2015

Emocionada!! ^_^

No sé qué más podría pasarme a estas alturas... He hecho el taller de doblaje viviendo así una experiencia totalmente excepcional y única que explico con un poco más de detalle en otra entrada al blog. Pero en esta ocasión quiero dar otro notición que ha conmocionado mi vida personal y sobretodo profesional.

El jueves pasado empecé a trabajar por las mañanas. Y no en cualquier sitio, sino en la editorial de la que siempre hablo (donde hice las prácticas). He empezado fuerte porque la persona a la que substituyo ya está de baja maternal, así que formación = 0. Tengo suerte de que todavía recuerdo gran parte de lo que aprendí haciendo prácticas... Sin embargo, de eso hace ya un año y estoy aprendiendo a trancas y barrancas, a la fuerza, porque la faena es la que es y a un mes y medio del día del libro nos sale ya por las orejas.

La peor parte de todo esto ha sido decírselo a la jefa de la academia de inglés porque la dejo colgada totalmente. Pero como yo no soy así y no me gustaría que se quedara con un mal sabor de boca, he pedido a la editorial que me permita trabajar sólo por las mañanas para por las tardes poder seguir en la academia. Evidentemente, esta situación es temporal y a corto/medio plazo tendré que estar en la editorial a jornada completa. Estoy intentando ayudar buscándole una persona que me substituya, pero supongo que aún es demasiado pronto.

De momento estoy así: ¡¡¡emocionadísima!!!

sábado, 21 de febrero de 2015

Un sueño hecho realidad

¡Hoy ha sido un día completito! 

Esta mañana he cogido el tren para ir a la capital y hacer allí un taller de doblaje. ¡Sí, doblaje! Nunca he hecho interpretación, nunca he hecho nada que se asemeje, pero he ido y lo he dado todo. Bueno, tal vez todo no, pero la verdad es que para ser la primera toma de contacto no ha estado nada mal. De hecho, ha sido una experiencia inolvidable en muchos aspectos. 

Todo empezó cuando empezamos a ver en casa anime en versión original subtitulada. Sin darme cuenta me quedaba con las voces de los personajes y cuando luego los oía en otra serie los relacionaba. Después, para asegurarme, buscaba por internet y ya de paso me interesaba por todos los papeles que había interpretado ese actor y a ver si lo podía identificar con el personaje. Más tarde, empecé a buscar vídeos en youtube para ponerles cara y el siguiente paso fue ver cómo trabajaban. Me fascina mirar esos vídeos, ver cómo se entregan a la interpretación, cómo a través de la voz transmiten tantos sentimientos. Mirar cómo hacían eso ya me parecía complicado, sólo por el factor interpretativo, ya que yo tengo conocimientos nulos en este campo. No tengo formación de ningún tipo. ¿Qué se esconde detrás de cada personaje? ¿Cuáles son las voces de doblaje del anime de nuestro país? ¿Quienes son esos actores? Porque si hablamos del doblaje al español tengo que empezar de nuevo: el nombre de la persona que dobla, cuáles han sido los otros personajes que ha doblado, buscar vídeos en internet, etc. Y de esta manera, poco a poco, vas conociendo nombres de actores prácticamente anónimos pero que estamos hartos de oírlos en la tele, ya sea en series, películas o publicidad.

En resumidas cuentas, que desde que miro anime en versión original subtitulada que este mundillo me llama mucho la atención y el otro día, buscando información de este tema en internet, encontré por casualidad que unos actores conocidos en el doblaje de anime organizaban un taller en la capital. Me informé, me apunté y hoy ha sido el gran día.

Hoy he conocido actores que admiro, he doblado personajes que conozco desde niña, he conocido mucha gente, he vivido una experiencia inolvidable, me he hecho unas cuantas fotos y dentro de unos días también tendré un vídeo de recuerdo sobre mi paso por el taller. Pero sobretodo he aprendido un montón. Me he sorprendido a mí misma con mis interpretaciones e incluso creo que he conectado de alguna manera con el actor que más admiro de los tres que organizaban el taller. Es posible que no nos volvamos a ver nunca más, pero hablar con él ha sido muy enriquecedor. Éramos un grupito de tres "alumnos" y hemos tenido una conversación de cáliz muy profundo con él. Me ha sorprendido conocerle como persona y creo que el poco rato que he estado con él ha contribuido en hacerme mejor persona porque nos ha dado consejos muy valiosos para la interpretación pero también para las situaciones de diario.

Me gustaría repetir la experiencia. Me gustaría seguir estando en contacto con estos actores. Me gustaría que nuestros caminos se volvieran a cruzar en el futuro, aunque no sea en un contexto similar. Me gustaría que pasaran muchas cosas que estuvieran relacionadas con lo que he vivido hoy, pero no sé qué pasará. De momento, ¡que me quiten lo bailado!