Mostrando entradas con la etiqueta novela. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta novela. Mostrar todas las entradas

martes, 9 de enero de 2018

¡Empecemos el año!

Lo cierto es que han pasado ya unos días desde que empezó el nuevo año, pero no ha sido hasta ahora que puedo hablar con certeza de mi futuro inmediato.

Trabajo
Ayer me reuní con mi jefa del centro de estudios para el que trabajo esporádicamente y en enero empezaré dos cursos: uno por las mañanas y otro por las tardes (más bien tirando para noches). El horario de la mañana muy bien, pero el de la tarde es bastante incompatible con la vida familiar. En fin, no hay nada más de momento, así que a acogerse a lo que se pueda... La duración de estos cursos es distinta: el de la mañana se alarga hasta principios de julio mientras que el de la tarde supongo que será hasta semana santa, más o menos (todavía no tengo el calendario definitivo).

De momento no tengo ninguna oferta más. La fábrica para la que trabajé no me ha dicho nada, aunque es bastante pronto para tirar la toalla porque me dijo que esperaban hacer cambios a principios de año y que posiblemente me llamaran, pero es que todavía estamos muy a principios de año... La gestoría en la que hice las prácticas de administrativo no me va a llamar para trabajar mientras que esté haciendo los cursillos de inglés porque mi jefa está emparentada con el gestor y él no querrá dejarla sin profesora de inglés a medio curso, así que dudo que me ofrezcan algo. Eso sí, cuando acabe el máster tengo pensado proponerles abrir un departamento de comunicación, que me sorprende que una gestoría de su calibre no cuente con profesionales en esta ámbito. Hasta me he preparado una presentación de Power Point para venderles mi personal branding. No pierdo nada por intentarlo...

Estudios
Lo principal es el máster. Lo cierto es que las asignaturas optativas (las que estoy haciendo ahora) son bastante cañeras, en el sentido de que no me puedo dormir en los laureles con la cantidad de actividades que mandan, pero no se hace pesado, al contrario; trabajar con cierto ritmo lo convierte en algo dinámico, con un ritmo de trabajo bastante soportable. 

Por otro lado, estoy ultimando detalles para hacer las prácticas. Me he estado moviendo para encontrar una empresa por la zona en la que pueda hacerlas presencialmente porque sino me hubiese visto obligada a trasladarme muchos kilómetros cada día o bien a hacerlas telemáticamente, cosa que no me atrae nada porque me da la sensación de que aprenderé mucho menos (he de reconocer que aprender a distancia no ha sido una experiencia que me agrade demasiado y, aunque admito que he aprendido cosas, no me parece que aproveche tanto los estudios como cuando tengo que asistir a clase). El periodo de prácticas es desde abril hasta finales de junio. Me coincide con los cursos de inglés, pero hablando claro con unos y con otros me lo he podido combinar. Aún queda mucho para empezar (casi cuatro meses), pero parece ser que la universidad necesita atarlo todo con bastante antelación.

He dejado un poco de lado el japonés. Papá Noel me trajo unas láminas de vocabulario básico y no fue hasta ayer que las abrí para echarles una ojeada. Con el ritmo que me marcan las actividades de la UOC no tengo demasiado tiempo para estudiar, así que lo he aparcado. Espero poder retomarlo en febrero. En principio la última actividad la tengo que entregar el 2 de febrero y después tendré un descanso hasta que empiece el segundo semestre. A ver si para entonces puedo retomarlo. 

También está el tema del Noken 5, el examen que hice a principio de diciembre. No es que tenga esperanzas de aprobarlo, pero tengo curiosidad por ver la calificación porque no me fue tan mal como esperaba, pero ya digo que de aprobarlo nanai. Para ello tendré que esperarme hasta marzo. No entiendo cómo tardan tanto en corregir unos exámenes que se corrigen mediante una máquina... Con los de Cambridge pasa lo mismo...

Novela
Abandonada totalmente, lo sé. Tengo el archivo guardado, pero no tengo momentos para sentarme y escribir. Lo siento por las personas que de alguna manera han ido siguiendo la historia, pero creo que, al igual que los estudios de japonés, no será hasta que termine este semestre que tenga más tiempo para dedicárselo a otras cosas como, por ejemplo, retomar la historia donde la dejé. Espero poder hacerlo porque de verdad que escribir es una cosa que me gusta mucho, lo malo es que al no tener feedback no tengo ni idea de lo que piensan los lectores ni de si mi manera de redactar resulta atractiva o es, simplemente, un tostón.

Conclusión
En fin, que parece que mi futuro inmediato (al menos hasta julio) está bastante atado. No me preocupo en buscar trabajo en las redes sociales o en portales de empleo por lo mismo. Ahora a ver cómo se tercian los acontecimientos y a esperar a que todo vaya bien.

domingo, 2 de julio de 2017

Ha sido duro..

He estado ausente. He abandonado literalmente las redes sociales y podría decir que incluso he eliminado mi vida social de mi horario personal. Un gran sacrificio, sin duda, pero todo tiene un motivo.

En septiembre empecé a estudiar a distancia el Máster de Comunicación corporativa, eventos y protocolo. Un gran reto teniendo en cuenta que no es exactamente mi campo, ya que yo provengo de filología y este máster se corresponde a la rama de comunicación. Sin embargo, si realmente quería desvincularme de la docencia tenía que hacer un giro radical y este fue el camino que elegí. También creí conveniente empezar a estudiar francés. Ya lo había hecho en el pasado, pero aún así quise empezar desde cero para refrescar conocimientos y también para ir más tranquila, por si esto de estudiar a distancia era demasiado duro para mí. Hasta aquí todo bien, todo compatible. 

En diciembre me informaron de que a principios de año empezaría un curso subvencionado de auxiliar administrativo que hacía tiempo que quería hacer, por lo que enseguida me informé y me apunté. En otras palabras, en enero ya estaba estudiando tres cosas a la vez.

En marzo me llamaron para hacer de profesora en unos cursillos que iban a durar tres meses. La verdad es que las condiciones de trabajo me eran muy favorables y la única pega era el horario, que me obligaba a llegar a casa cada día más tarde de las diez de la noche y muchos días ni veía a mis hijas. Sin embargo, seguía teniendo tiempo para todo lo que me había propuesto hacer: por las mañanas iba al curso, podía asistir a las clases de francés y el máster, como era a distancia, lo iba haciendo a ratos. Incluso así, podía plantearme aceptar el trabajo y conseguir un dinero extra que nos vendría muy bien.

Pero es que la cosa no se queda aquí, porque en abril (tal vez dos semanas después de aceptar el contrato de los cursos) me llamaron de una fabrica ubicada en la misma ciudad que vivo para trabajar en las oficinas. Me ofrecían hacer una substitución con grandes posibilidades de quedarme en plantilla. En la entrevista conecté enseguida con la jefa y a los pocos días empecé a trabajar. Aquí la cosa ya se complicaba porque al tener el día veinticuatro horas parecía que no me daba para todo... Por eso decidí "desaparecer" de las redes sociales e incluso abandonar el resto de actividades que llevaba a cabo (incluida mi aportación al AMPA de la escuela). Además, tuve que dejar el curso de administrativo para poder ir a trabajar a la fábrica. Mi gran suerte fue que como ya había superado el porcentaje de asistencia mínima, el hecho de que dejara de ir no fue un escollo insalvable. 

También me pasó algo parecido con francés. Fue un curso del que saqué mucho provecho. El profesor ya me dijo que no tendría que haber empezado en primero, pero me pareció lo más adecuado y no me arrepiento nada. Simplemente tuve que dejar de ir a las clases y aún así pude pasar a segundo con buena nota.

Total, que me encontré con los dos trabajos y el máster. Sí que eran muchas menos cosas que atender de las que tenía de buen principio, pero esto de estudiar a distancia se me hacía muy cuesta arriba y el máster era cada vez más complicado. Pero, por suerte o por desgracia, el tiempo siempre pasa sin compasión y a día de hoy ¡me siento una mujer libre! He acabado el primer curso del máster y aunque aún me queda otro ahora me siento más tranquila, como si empezara las vacaciones. Porque es que además ya he terminado de impartir clases en dos de los tres cursos para los que me habían contratado y eso implica también el tener más tiempo libre. 

Sin embargo, todavía tengo pendiente de hacer las prácticas del curso de administrativo y lo más seguro es que las haga en verano. Y llegados a este punto tal vez te preguntes por qué hago prácticas de administrativo si estoy trabajando en las oficinas de una fábrica y tal vez me las pueda convalidar. Pues haces bien en preguntártelo porque es cierto que podría hacerlo, pero no acabo de ver claro que me quede trabajando allí una vez finalice mi contrato y prefiero curarme en salud y abrirme una posible nueva puerta dándome a conocer en otra empresa.

¿Cuáles son mis planes de cara al próximo curso? Lo cierto es que tengo tantos condicionantes que no estoy segura de lo que pasará. No sé si me renovarán contrato, por lo que no sé cuál será mi autonomía económica para entonces. No sé si la empresa en la que haga prácticas me ofrecerá trabajo al finalizarlas, por lo que no sé si me interesará más cambiar de empresa aunque me renueven. No sé si suspenderé alguna asignatura del máster, por lo que no estoy segura de si podré seguir el plan de estudio que me había planteado desde un principio. No sé cómo me quedará el horario una vez tenga claros el resto de condicionantes, por lo que no tengo ni idea de cómo debería matricularme de francés ya que desde julio me piden que elija la franja horaria que me gustaría. En definitiva, tengo tantas incógnitas que voy a ir pasito a pasito:

Si sigo la línea temporal, lo primero va a ser que me digan cuál es la empresa en la que haré las prácticas y hacerlas. El siguiente será saber si me renuevan el contrato en la fábrica y ahí posiblemente llegue el momento de decidir porque, si la empresa de prácticas me hubiese hecho alguna oferta, a esas alturas ya lo sabría. Después llegaría el momento de pensar en los estudios; una vez claro el plano laboral será más fácil decidir cuál será el académico y en este sentido tendré que decidir sobre qué hacer con el máster y francés. Así que dicho esto, no creo que pueda mover ficha en cuanto a los estudios hasta por lo menos septiembre.

Y hasta aquí la historia y justificación de mi desaparición virtual. Ha sido duro. He pasado muchísimos nervios. He estado muchas noches sin dormir lo que debería. Mi mente se ha visto colapsada en más ocasiones de las que me hubiese gustado. He dejado de banda a mi familia para priorizar mis obligaciones y por fin puedo decir que todo esto va quedando atrás. O por lo menos, esos instantes de tanta tensión sí. Sin embargo, y a diferencia de otros veranos, éste va a ser bastante movidito... porque es que tampoco me puedo olvidar de mi fanfic. Tal y como prometí en su momento, julio ya ha llegado y con él toca publicar capítulos nuevos. Espero que mi proyecto consiga sus objetivos: lectores y crítica constructiva.

sábado, 8 de abril de 2017

¡Y aquí estoy!

Siendo consecuente con mi última entrada aprovecho un ratito que tengo para hacer un resumen de lo que me ha pasado últimamente.

Empecé el máster de comunicación en la UOC. Al principio fue un poco caótico porque no tenía muy claro cómo organizarme la teoría y la práctica, pero poco a poco lo fui desgranando y lo conseguí: primer semestre superado. Ahora estoy matriculada del segundo que son tres asignaturas más. Lo tengo organizado para hacerlo en dos años, por lo que aún me faltará el curso que viene para poder decir que ya lo he terminado del todo.

El curso de francés va viento en popa. Tal y como preví, empezar en primero ha sido una gran elección porque si falto a alguna clase no tengo demasiados problemas para seguir el ritmo al reincorporarme, no utilizo mucho tiempo en casa para repasar contenidos, por lo que ese tiempo lo puedo usar para otras cosas y además tengo la gran suerte de haber dado con un profesor que lo explica todo muy bien y que tiene la paciencia de un santo. Debo añadir, que estoy construyendo una base sólida para seguir aprendiendo en los próximos años: estoy consolidando cosas que ya sabía además de aprender muchas otras nuevas.

Hasta aquí lo que ya dije que haría y que estoy tirando adelante tal y como me propuse al iniciar un nuevo curso escolar. Ahora las novedades:

En diciembre me llamaron del paro para hacer formación subvencionada. Curiosamente había un curso de auxiliar administrativo que me interesaba hacer y que hacía tiempo que le había echado el ojo. Así que me informé y me enteré de que empezaba en enero y de que además lo impartía la academia que me había contratado en verano para hacer un curso de inglés. Con la solicitud que me hicieron en la oficina de empleo me presenté allí y me informé. Total, que me lié la manta a la cabeza y empecé a hacer el curso. En realidad llamarlo "curso" a secas sería incorrecto porque es un equivalente a un ciclo formativo de grado medio, por lo que lo llaman "curso de profesionalización", creo. El caso es que dura desde enero a finales de julio ocupándome todas las mañanas. En esta formación hago cosas como atención al cliente, contabilidad, inglés, ofimática, gestión de archivo, etc. La verdad es que me gusta bastante y estoy aprendiendo muchas cosas.

A finales de febrero, la gerente de la academia me dijo que les habían asignado tres cursos de inglés y que si me interesaba impartirlos. Le dije que sí, pero que tuvieran en cuenta que estaba estudiando por las mañanas. Al final me concedieron los tres (porque no lo tuvieron muy seguro hasta un mes más tarde) y me ocupan parte de las tardes. Por ganas no los haría, pero me hacía falta el dinero, también me motiva que sean de corta duración y que además el horario me permitía ocuparme de mis hijas, cosa que se agradece. Pero es que eso no es todo...

A finales de marzo entré en una aplicación que tengo en el móvil para buscar trabajo y encontré una oferta de una empresa que está ubicada en la misma localidad en la que vivo. Me la estuve estudiando un par de minutos (tal vez menos) y me inscribí. Pasaron dos semanas en las que di por sentado que pasarían de mí, pero me equivocaba; me llamaron para hacerme una entrevista. Fui y enseguida vi interés en contratarme. Las tareas eran de auxiliar administrativa con colaboraciones con el departamento de exportaciones. De hecho, estaban buscando a una persona para cubrir una baja maternal, pero también me ofrecían la opción de quedarme en plantilla si finalmente conectábamos. Es una empresa en plena expansión y no descartan ampliar plantilla si ambas partes congeniamos. ¡Por fin! Parece ser que esta es mi oportunidad de encontrar esa estabilidad que llevo tantos años buscando...

Claro, haciendo el máster a ratos sueltos, asistiendo a las clases de administrativo y trabajando por las tardes en dos empresas distintas me es bastante imposible encontrar un hueco para mí. Debo añadir que he tenido que dejar el curso de francés porque el día no me permitía usar más horas, pero aún así pasaré de curso porque tengo la asistencia necesaria para que me evalúen y además mis notas son excelentes (¡menos mal!). No hablemos, pues, de seguir escribiendo el fanfic, que me encanta hacerlo, pero que no es una tarea que pueda hacer sin un mínimo de concentración y tiempo. Así que hasta julio, que acabaré el curso de administrativo, los cursos de inglés y el semestre del máster (muchas cosas en poco tiempo) no creo que pueda comprometerme a nada más.

Y así están las cosas: un poquito apretadas pero ilusionada y con muchas ganas de seguir adelante. Seguramente pasarán unos cuantos meses hasta la próxima entrada, así que hasta entonces ¡deseadme suerte!

lunes, 11 de julio de 2016

Mirar adelante

Se acabó el trabajar en la academia por las tardes y a finales de mes (en dos semanas exactamente) se acabará el trabajar dando el curso por las mañanas. Eso me hace pensar que en nada volveré a estar en el paro y no sé si podré pedir el subsidio, que fue el punto en el que me quedé antes de que me llamaran para trabajar. Con esto en mente me estoy planteando volver a estudiar, pero no aquel ciclo formativo de administrativo que estuve barajando unos meses atrás, no. Sino que me estoy planteando el cursar un máster y he de decir que cada vez estoy más convencida de que éste será mi próximo paso.

Lo cursaré a distancia para podérmelo combinar con mi vida diaria e incluso con un hipotético caso de incorporación al trabajo. Será un curso académico, si todo va bien, y de cara a junio o julio del 2017 ya lo tendría finalizado. Después del máster también podría hacer algún posgrado, especialización o curso, que siempre serán más económicos y cortos, pero eso lo decidiré cuando llegue el momento y si llega. El tema ahora es decidirme por cuál hacer ya que estoy entre tres:

1) Máster en traducción especializada. Esta opción está íntimamente vinculada con cualquier filología y las salidas profesionales que ofrece son bastante interesantes. Hay un rango de posibilidades tan amplio que me permitiría trabajar desde la traducción convencional hasta la creación de subtítulos e incluso trabajar en doblaje.

2) Máster en edición digital. Este segundo máster me acerca exponencialmente al mundo editorial, mi gran descubrimiento de los últimos años, pero me aleja de casa ya que por aquí no hay salida y debería irme a un centenar de kilómetros para acceder a una editorial que me contrate. Sin embargo, también me da salida a otras opciones estrechamente relacionadas como son los clubes de lectura y las bibliotecas, opciones realmente interesantes.

3) Máster en cultura y negocios en Asia Oriental. Esta última opción tal vez se aleje un poco de la lingüística, pero creo que es un sector que está en plena expansión y que me facilitaría la incorporación al mundo laboral. No obstante, no tengo ni idea de las lenguas autóctonas de Asia Oriental (básicamente chino y japonés), aunque no es un requisito para acceder al máster.

Estoy pidiendo consejo a varias personas que conozco de cada uno de esos mundos. Estoy estudiándome los diferentes itinerarios para dibujar la línea que finalmente seguiré. Aún así, si estás leyendo esto y crees que puedes aconsejarme te animo a que lo hagas en los comentarios.

martes, 5 de abril de 2016

Se acabó lo que se daba...

Se acabó el paro y sigo sin trabajo. He bajado el listón... bueno, de hecho, creo que ya no tengo listón, pero no hay trabajo. El dinero es un problema cada vez más serio y el banco pasa recibos cada mes sin perdón. Estamos sudando la gota gorda, por eso no puedo ser exigente con un posible trabajo. Tenía la esperanza de que me volvieran a coger en la editorial en época de producción, previa al día del libro, pero no ha sido así. El otro día quedé con un par de compañeras de la uni para vernos después de un tiempo y ellas están igual. El estudiar administrativo coge fuerza porque tengo que ser realista y ver la demanda que me rodea y adaptarme a ella si no es que me quiero ir fuera a buscar un empleo. Administrativo, artes gráficas, marketing... ¿Quién sabe? La cuestión es no quedarse con los brazos cruzados.

No, no. La verdad es que si no tengo faena me la busco, la pena es que no es remunerada, pero no paro. Estoy haciendo gestiones en las dos AMPA's que estoy y también coordinando la despedida de los alumnos de sexto de este año porque cabe decir que también estamos con las preinscripciones de la secundaria que mi niña mayor no para de crecer y el curso que viene ya pasa al instituto. ¡Así que aburrirme no me aburro nada de nada!

Hoy llueve y considero que es un día ideal para quedarse en casa y disfrutar de la lectura/escritura, pero no puede ser, mis obligaciones me esperan. Aprovecho que sale el tema para anunciar que estoy trabajando en una segunda novela. Es totalmente diferente de la primera, que era un romance. Ésta es de ciencia ficción o futurista y pretendo que el lector haga una reflexión tras disfrutar de la lectura. Pero estoy empezando y ahora estoy parada. No porque no sepa cómo seguir sino porque no encuentro el momento de sentarme a continuar con la historia. Un amigo muy preciado me aconsejó que difundiera algún fragmento para darla a conocer. Tal vez lo haga. En cuanto a la novela anterior, la que presenté a la editorial dónde trabajé, aún espero respuesta. Cualquier día me lío la manta a la cabeza y la envío a más sitios para ver si hay suerte y alguna casa se muestra interesada.

Seguiré trabajando aunque no cobre por ello, porque yo lo valgo, porque yo lo valoro y porque soy así y no puedo evitarlo.

miércoles, 13 de enero de 2016

Concluyendo uno de mis proyectos

Llevo dos días escribiendo como una posesa. En 48 horas he escrito al rededor de 50 páginas y ayer por la tarde, por fin, acabé de redactar mi primera novela. ¡Sí! Llevaba más de un año estancada, sin saber cómo continuar, y, por supuesto sin saber cómo terminarla. Desde que me quedé en el paro que la he ido repasando a ratos, pero no acababa de ponerme en serio. Tenía la sensación de que para continuar debía volver a empezar, así que me la volví a leer desde el principio y ya de paso aprovechar para hacer correcciones y modificaciones. A medida que me sumergía en la historia (como si no la hubiese leído nunca) iba captando la profundidad de los personajes con más matices y mi cerebro iba procesando el carácter de cada uno y adivinando cómo reaccionarían ante las situaciones que se les ofrecían. Poco a poco, el bloqueo ha ido cediendo y después de las vacaciones de navidad no sé qué ha pasado que me he sentido abrumada por todas las alternativas que mi imaginación me ofrecía para continuar escribiendo. Gracias a ello, finalmente me he decidido por un desenlace que, a decir verdad, me convence bastante. Aún falta trabajo por hacer, pero lo que es la historia principal ya está terminada. 

Con la alegría de sentir que por fin había concluido la parte más dura de este proyecto me puse en contacto con la editorial donde estuve trabajando. La editora jefa ya sabía de la existencia de esta novela y me ha animado a enviarle el documento para que lo valoren. Así que esta mañana he dado este primer paso. Sólo les he enviado la primera parte, la segunda es la que tengo que terminar de repasar. A partir de lo que me digan decidiré qué hacer, aunque veo difícil que me la publiquen ellos. No por nada en especial, simplemente porque no tengo muy claro que tengan novelas de este estilo en su catálogo, por lo que no sé en qué colección la podrían colocar. Sin embargo, si esta editorial rechaza mi trabajo no descarto presentarlo a otras. Al fin y al cabo, no es por fanfarronear pero creo que tampoco es que sea tan malo y que al final algo se podrá hacer con él.

Este proyecto es muy joven e inmaduro aún, pero espero que al final llegue a buen puerto y si no es así, tampoco es que me vaya a hundir porque para mi ha sido todo un placer escribir esta novela de amor.

viernes, 8 de enero de 2016

Pensando alternativas

Viendo que el mundo laboral se me resiste me inclino por potenciar otras alternativas que me permitan tener algún ingreso extra. Definitivamente creo que llevaré la novela que estoy escribiendo a la editorial en la que estuve trabajando. Creo que será bueno que los críticos se la lean y me den un veredicto, que me den directrices de cómo mejorarla y es posible que sea capaz de transformarla para que finalmente la pueda publicar y sea leída. Porque al fin y al cabo lo que busca el escritor es que sus obras se lean. 

En estos momentos estoy con las correcciones. Ya he acabado con la primera parte y estoy acabando de corregir la segunda, pero como van por separado creo que en breve enviaré la que ya está terminada para tener una respuesta de la editorial. Como siempre digo, no creo que esta novela acabe publicada pero no pierdo nada por intentarlo. Además también puedo probar en otras editoriales...

Por otro lado, estoy pensando en empezar otra de temática distinta. Estoy pensando en participar en algún concurso literario y para ello necesitaría un texto distinto, no el mismo que voy a ir presentando a las editoriales. Además, es una novela que consta de dos partes y creo que si solo presento una sería como ir cojo a una carrera de velocidad. Tengo varias ideas en la cabeza pero aún no me he decidido. También tengo la adaptación al castellano de una historieta que escribí mientras hacía el grado de inglés, que creo que no está tan mal, que podría explotarlo un poco más. En breve me estudiaré las convocatorias que hay abiertas para este tipo de concurso y que se adecuen a mi estilo y a ver si tengo suerte.

Seguiré informando...

Otra alternativa que me ronda por la cabeza es volver a estudiar. He visto que muchas ofertas de trabajo que me parecen más o menos atractivas requieren que los candidatos tengan cierto nivel en administración. En este caso tengo las siguientes opciones:

  1. Hago una segunda carrera: ADE (Administración y Dirección de Empresa). La gran ventaja es que la imparte la misma universidad donde estudié mi grado, por lo tanto no me tendría que aventurar a nada demasiado nuevo. Las desventajas son varias. Por ejemplo, al ser segunda carrera, gracias a la ley Wert, no tendría derecho a pedir beca por lo que tendría que pagarme la matrícula que ahora mismo está por las nubes. Por otro lado, un grado universitario son cuatro años y aunque me convaliden asignaturas no creo que me baje un año entero. ¡A este paso me estaría toda la vida estudiando! Y para colmo, no puedo olvidar que un grado universitario no es un cursillo y que el nivel de exigencia es altísimo (al menos por mi parte) y me da muchísima pereza someterme a eso de nuevo. Por lo tanto, esta opción queda bastante descartada. 
  2. Hago un ciclo formativo de grado superior en administración y finanzas. La gran ventaja vuelve a ser la distancia. En este caso incluso lo tengo mejor porque este ciclo lo imparten en un instituto de la ciudad donde vivo. El precio también es un factor a tener en cuenta ya que está subvencionado por el gobierno, es decir, que es gratuito. También cabe resaltar que sólo son dos años y no cuatro como la carrera y el nivel de exigencia no creo que sea tan alto como en la universidad. Aquí la gran desventaja es el horario que a pesar de que sea intensivo es de tarde y la verdad es que me va bastante mal para combinármelo con las niñas. Por otro lado, también me asusta que sea un grado superior porque existe el mismo ciclo en grado medio y me da la impresión de que las personas que se matriculen en éste deben tener la base del previo. Tal vez sean temores infundados pero sería una gran pérdida de tiempo empezar este ciclo y darme cuenta al cabo de un mes de que me queda grande...
  3. Hago un ciclo formativo de grado medio de administrativo. Este ciclo lo imparten en el mismo centro que el anterior, el precio también es el mismo, incluso el horario es intensivo de mañana (que me va muchísimo mejor) y, al igual que el de grado superior, son dos años. El gran pero es que tengo miedo de invertir ese tiempo y darme cuenta de que debo invertir otros dos más en hacer el de grado superior porque el nivel es demasiado bajo. Al fin y al cabo un grado medio es el equivalente al haber acabado la ESO. Si sumo los dos ciclos tengo los cuatro años que tendría que invertir en hacer el grado universitario y casi me duele más perder el tiempo que perder el dinero.
  4. Hacer cursillos del paro. En principio están subvencionados por el estado y es posible que me tenga que desplazar. Las características de cada curso pueden variar mucho pero básicamente serán lo mismo. Sin embargo, no sé la validez que tiene un curso de estos ante un ciclo formativo porque lo que está claro es que el número de horas es mucho menor y en el ciclo además tienes que hacer prácticas en empresa.


Y estas son las opciones que estoy barajando. También está la opción que yo considero la más adecuada que es que la propia empresa me forme aprendiendo directamente sus propios sistemas de trabajo y a utilizar las herramientas informáticas y ofimáticas que crean necesarias. Eso me ahorraría mucho tiempo porque en un curso o ciclo siempre me darán una visión general y la empresa me encarrilará hacia donde quieran que me dirija. En una feria de trabajo a la que fui a entregar mi currículum cuando acabé el grado me dijeron que en el fondo no importa demasiado la formación que tengas porque al final será la empresa la que te enseñe cómo trabajar para que les seas más productivo y, personalmente, yo también lo creo. Aunque esta opción es complicada ya que con la de gente que está buscando trabajo actualmente dudo mucho que se produzca una situación así.

Decida lo que decida no podrá ser inmediato porque para inscribirme a cualquiera de las opciones anteriores primero tengo que esperar al periodo de preinscripción o a que salga un curso con esas características. Aún lo estoy sopesando. Simplemente son alternativas que me planteo hasta que encuentre un trabajo y que seguramente llevaré a cabo si ese trabajo no aparece.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Un paréntesis

Hoy me han dicho que cuando se me acabe el contrato no me lo renovarán... Pues me lo quiero tomar así, como un paréntesis. No sé qué pasará. De momento, trabajo hasta el cuatro de septiembre. Dice mi jefa que no me renuevan porque no pueden mantener otro sueldo pero yo creo que es porque no quieren y ya está. Sin embargo, en un par de meses, cuando suba la faena, y teniendo en cuenta que la persona a la que substituyo hará reducción de jornada yo creo que muy probablemente me vuelvan a llamar. Digo yo que será mejor contratar a alguien que ya conoce la empresa y la faena que alguien que tenga que empezar de cero, ¿no?

No me lo he tomado mal. De hecho, me lo esperaba. En situaciones así prefiero ver el vaso medio lleno: tendré tiempo para la vuelta al cole, para estar más tiempo con mis niñas que hace meses que me reclaman, retomar mi novela y otras cosas que tengo en mente. Además, también tendré tiempo para escribir en el blog, que lo tengo muy pero que muy abandonado.

martes, 23 de septiembre de 2014

Tropezando

Estoy un poco enfadada conmigo misma porque al final no he conseguido acabar la novela y además sospecho que se va a alargar mucho más de lo que tenía pensado. El trabajo de maestra me roba mucho tiempo: el que paso dando clases y el que necesito para preparármelas. Tal vez sea porque soy novata en esto y necesito buscar más para poder ofrecer clases medio decentes, pero la verdad es que tengo la sensación de que se me escapan las horas y de que no doy a basto. Por otro lado y volviendo a la novela, siento la necesidad de empezar de nuevo desde la primera página para modificar lo que ya tengo escrito. Estoy segura de que acabaré cambiando alguna cosa. Seguro. He madurado y creo que mi relato debe madurar conmigo. Sumando ambos factores preveo que como mínimo hasta las próximas vacaciones seré incapaz de retomar mi tarea personal.

Encontrar trabajo ha sido una suerte. No todo el mundo puede decir que nada más acabar la carrera lo ha encontrado y mucho menos que éste vino a llamar a su propia puerta y que además está directamente relacionado con sus estudios. Soy una mujer afortunada. Sí que lo soy. Sin embargo, ponerme a trabajar tan pronto me ha destartalado un poco. Me cuesta acostumbrarme a mi nuevo rol porque ahora debo "olvidarme" de los estudios y centrarme en el resto de cosas que forman parte de mi vida. Pero cuando pasas seis años invirtiendo un 60% de tu dedicación a estudiar es difícil redireccionarla. Ahora debo repartir esa atención al resto de mis ocupaciones, por eso en cierta manera me siento aliviada porque me he liberado de una gran carga, pero por otro lado me siento esclava de mi horario porque no soy capaz de adaptarme a él. Supongo que sólo necesito tiempo...

Dar clases de inglés no está tan mal, pero eso depende del grupo que toque. Al contrario de lo que pensaba, cuanto más adulto es el alumnado más cómoda me siento. Creo que mi paso por la universidad me ha dejado más huella de la que pensé en un principio y que todo aquello de educación infantil ha quedado demasiado atrás como para sentirme tan cómoda como solía. De todas maneras, acabo de empezar y creo que aún es demasiado pronto como para hacer balance de todo. Sólo voy a decir que este tipo de trabajo no es vocacional (lo he dicho constantemente en este blog y fuera de él), pero para nosotros un sueldo extra es necesario y mucho más si tenemos en cuenta todo el dinero que la empresa donde trabaja mi marido ha dejado de pagarle. A causa de esto último estamos con el agua al cuello y recibir a final de mes un sueldo más, aunque sea poco, va a ser para nosotros como una burbuja de aire.

Quiero acabar esta entrada informando de que por falta de presupuesto no pudimos terminar las obras del cuarto de baño. Es decir, que ahora mismo está a medias, pero como mínimo hemos puesto la ducha y el inodoro y estamos muy contentos de cómo nos está quedando. Ahora falta el mueble del lavabo con la encimera correspondiente, acabar de embaldosar el suelo, cortar la puerta para que no roce con las baldosas nuevas del suelo e ingeniarnos algo para que haya más iluminación. Sólo el mueble es un pico de dinero considerable, por lo que creo que al final se lo tendremos que pedir a los Reyes Magos. ¡Eso como mínimo!

jueves, 31 de julio de 2014

¿Trabajo? ¡Trabajo!

Pues sí. ¡El trabajo de la academia es mío! Sí señor. Realmente estuvimos hablando de detalles, pero de los que ella no me facilitó porque creyó que sería más conveniente hacerlo directamente con la persona que quería finalmente contratar. Después me dejó la opción de aceptar o rechazar su propuesta. Por supuesto la acepté. A partir de entonces estuvimos hablando de la organización de los grupos, de cómo se trabaja allí, de la metodología, de los objetivos y de toda la jerga correspondiente a la educación.

Cambiar de etapa me da un poco de miedo porque cuando te enfrentas a algo que para ti es desconocido este sentimiento inevitablemente aparece. Tengo miedo de no dar la talla, de traicionar de alguna manera su confianza, de decepcionarla. Veo que es una mujer tremendamente organizada y responsable, que me va a exigir mucho (cosa que me gusta porque yo también lo soy, al menos con el trabajo), siempre me habla claro y temo no estar a la altura de sus expectativas. Sé que me recomendaron, que ella me miró con otros ojos desde el principio por lo mismo y espero llegar al nivel de exigencia que me pida. Veo perfectamente que le encanta su trabajo, que le pone todo lo que tiene en ello, y yo, que para mí no es un trabajo vocacional (aún), estoy preocupada por no ser suficiente.

Ahora mismo, tal vez impulsada por la incertidumbre que siento, veo más inconvenientes que ventajas, pero también veo lo afortunada que soy de poder decir que he conseguido un trabajo. Lo que más me preocupa es el horario porque nos obliga a cambiar las rutinas. Tendremos que decidir qué hacemos con las niñas cuando salgan de la escuela, tanto los días que tengan actividades como los que no. Tendremos que sopesar si sale a cuenta que se queden a comedor o no, eso dependerá de cómo me organice las mañanas que, en principio, las tendré libres. Son muchas decisiones las que tendremos que tomar. Necesitaremos también un plan B en el supuesto de que alguna cosa falle, que siempre puede pasar. Son tres, no una o dos, y tampoco hacen las mismas actividades.

Ahora estoy con el cuento de la lechera en mente. "¿Y qué haré con mi primer sueldo?". Siempre pensé que cuando acabara la carrera y empezara a trabajar tendría un detalle con mi benefactor: con mi marido. Aún quiero y pienso hacerlo. Espero que no se oponga. También creo que ha llegado el momento de hacer unas reformillas más en casa. Es lo que pasa cuando tienes que ir remodelando el piso poco a poco, que cuando crees que has acabado por una punta empiezan a salir cosas por el extremo por el que empezaste. Y así es: el baño necesita unos arreglillos. No quise cambiar los sanitarios porque tenían un diseño cuadrado que me encantaba pero se han puesto de un color feo que por más que limpies se ven sucios y además alguno se ha empezado a deteriorar seriamente con la aparición de grietas. Hace unos meses lo dijimos como algo que se haría a largo plazo, pero ahora creo que ya es una reforma necesaria. Como mínimo el inodoro y el lavabo. La bañera (que lo suyo sería transformarla en ducha) será más difícil...

También queremos comprar la flauta de Irene. Ya que para ello tendremos que ir hasta la capital aprovecharemos para hacer un poco de turismo. Seguro que la tienda de instrumento es impresionante por sí sola, pero aprovecharemos la ocasión para visitar otras cosas y pasar el día allí, lo que quiere decir que es necesario planificarlo todo. Y no me refiero solo a esa jornada sino también al resto de los días porque Eladio pronto tendrá vacaciones y si realmente queremos hacer todo lo que tenemos en mente necesitaremos organización de la buena. Es que también queremos pintar y eso implica que este año nos quedaremos ora vez sin ir al pueblo. Me da pena, de verdad, incluso estaba dispuesta a adelantar por mi cuenta tareas que habíamos dejado para hacer durante las vacaciones, pero hasta yo me doy cuenta de que quiero abarcar demasiado y que no es posible. No me queda otra mas que resignarme.

La novela, por otro lado, sigue su curso. Este verano la terminaré, estoy segura. Aún no tengo demasiado claro cómo será el final. Voy haciendo sobre la marcha, pero no me queda mucho y lo sé. Cuando la termine empezaré de nuevo por el principio y la modificaré. Me doy cuenta que he madurado literariamente y estoy segura de que puedo reflejarlo en mi narrativa. Una vez la dé por finalizada no sé que haré. Supongo que se la pasaré a alguien con criterio para que la revise y me la critique, pero que lo haga de verdad, porque las candidatas que he tenido hasta el momento no han sido muy colaborativas... Lo veo a años luz, pero es posible que al final me anime a enviar la historia a una editorial. ¿Quién sabe?

Y así están las cosas. Me reitero diciendo que estoy ilusionada con mi nuevo trabajo (o tal vez esto no lo dije antes preocupada nada más que por la parte negativa) y que tengo ganas de empezar, aunque no demasiadas porque me gustaría zanjar todas las otras cosas antes y así afrontar la nueva etapa que me espera sin lastres.

jueves, 17 de julio de 2014

Al fin salimos de la Comarca. Ya queda menos hasta llegar a Mordor.

Pues este título tan literario es simplemente para anunciar que ya tengo todas las notas de la carrera. Expediente cerrado. Finito! No estoy de acuerdo con todas ellas, sobretodo con la de prácticas (responsable de ella mi tutora académica, no el tutor de la empresa), pero esto se terminó y, como me dijeron en el pasado, una vez tenga el título en mano nadie me preguntará cuántas matrículas de honor me dieron. De hecho, si no tengo intención de continuar estudiando la nota que me queda de expediente tampoco es importante. Eso sí, el importe que hay que pagar para tramitar el título y/o un certificado del mismo ¡es un robo a mano armada! Como si los créditos ya de por sí no fuesen caros a estas alturas. Como mínimo a los becado o a las familias numerosas nos tendrían que hacer algún tipo de descuento...

Por otro lado, sigo a la espera de los dos trabajos que me ofrecieron. La semana que viene, si no hay novedades, haré más movimientos. De momento, prefiero enfrascarme en una buena lectura y dedicarme a mi propia escritura. La novela sigue adelante, aunque torpemente y con muchísima inseguridad.

lunes, 7 de octubre de 2013

Un último esfuerzo...

Con un poco de vértigo pensando en todo lo que han significado estos últimos años para mí y para los míos me acerco sin remedio al final de un ciclo: la carrera universitaria. Si las cosas no se tuercen con este curso finalizaré mi estancia en la universidad, aunque aún no he descartado del todo el cursar un máster. De todas maneras no lo veo demasiado claro, no es tan fácil como elegir entre blanco o negro...

Como cada inicio de verano tenía en mente miles de proyectos, unos más tangibles que otros, que muy a mi pesar no he podido llevar a cabo. Por ejemplo, no he podido enseñar a mi hija mecanografía, tampoco he empezado con las clases particulares de inglés de mi marido (ni tiene pinta de querer hacerlas al final). Sin embargo, sí que he empezado a escribir una novela, he estado buscando información y contactos para escribir el trabajo de final de grado y también me he decidido con el tema de las prácticas en empresa. Pasado septiembre y entrando de lleno al otoño busco alternativas para mantenerme ocupada y mi cabeza no para de dar vueltas a cosas cruciales para mí y otras que son bastante banales, pero que no me dejan tranquila. El tema de enseñar inglés a mis hijas es algo que me pesa como si fuese una obligación incumplida por mi parte. Haré un esfuerzo por cambiar esto...

Parece ser que este curso no trabajaré. La guardería donde he estado hasta hace poco parece ser que ha decidido prescindir de mis servicios. Por lo visto necesitaban a alguien por las mañanas y como yo no podía se han buscado a otra. Por las tardes, se han reorganizado los horarios y como resultado me han dicho que no me necesitarán. Sí que querían que siguiera con la extraescolar que ya hice el pasado curso, pero con una vez tuve suficiente y prefiero no repetir la experiencia. Me he dado cuenta de que la docencia no es lo mío. No soy buena profesora de inglés. Sí, puedo dar clases. ¿Y por qué no? Pero no me siento a gusto haciéndolo ni tengo la sensación de estar haciéndolo bien. Me siento como si estuviera estafando a alguien y, la verdad, me gusta dormir por las noches. Así que traducido a palabras más positivas: tengo más tiempo libre que le puedo dedicar a mis niñas. Puedo ejercer de madre, que el año pasado me pesaba el tenerlas un poco abandonadas por trabajar un par de horas diarias y que encima me coincidiera con su salida del colegio. Este año estaré por ellas, se lo merecen después de tanto aguantar. Creo que teniendo menos asignaturas me lo puedo permitir.

También hay proyectos nuevos para ellas. Irene ha querido apuntarse a pingpong junto con unas cuantas compañeras de su clase. También la hemos apuntado al club de lectura de la biblioteca municipal, el año pasado fue por primera vez y le gustó mucho así que repite. Sara ha desistido del fútbol y este año quiere probar con el aeróbic. Aroha por su parte está apuntada a la escuela de música municipal. Será el primer año que estudie música. Sólo se trata de una hora semanal (porque aún no trabajan con instrumentos) y parece que le entusiasma. Cada una hace una cosa que le gusta y todas son diferentes. Nos tendremos que apretar un poquito el cinturón para que puedan hacer estas cosas, pero si podemos mantendremos el ritmo por ellas.

En cuanto a mí... ¡Uff! Hay muchas cosas que decir, pero lo más importante creo que ya lo he dicho. Este es el último curso. No sé si al final haré un máster o no, de momento lo que más me interesa es sacarme la carrera que tengo entre manos, que lo mío me está costando, y lo más inmediato a voz de pronto son las prácticas en empresa. En principio, mi idea era hacerlas en la guardería donde trabajaba. En cierta manera me sentía en deuda con mi jefa porque me había dado una oportunidad con el trabajo que me ofreció, pero poco a poco me he ido dando cuenta de ciertas cosas que me han hecho cambiar de opinión. Ahora ya lo sé seguro: mucho tendrían que cambiar las cosas para que las hiciera allí. ¿A qué viene este cambio de opinión? Bueno, podría decir que he visto cosas que no me han gustado, que he notado ciertas actitudes que me han hecho sentir incómoda y que si no se trata de trabajar en la guardería no me interesa trabajar allí. Así que, por lo visto, poco me pueden ofrecer ya y sería muy tonta si no aprovecho la oportunidad que me brinda la universidad para ampliar mi abanico de posibilidades en cuanto al mundo laboral se refiere. Ya he trabajado allí, ya sé cómo es, si me llaman en el futuro ya sé qué me encontraré y no creo que aprovechen las prácticas para enseñarme mucho más de lo que ya sé ahora, así que supongo que ha llegado el momento de pasar página. Como he dicho antes, este verano he empezado a escribir mi (primera) novela y la verdad es que el mundo editorial es algo que me gustaría descubrir un poco más. He tachado todas las empresas relacionadas con la docencia y me estoy fijando en el resto, sobretodo en las editoriales. La semana que viene son las solicitudes, pero no es hasta dentro de un mes que sabremos de manera definitiva dónde las haremos. No hay opción a réplica, así que espero tener suerte...

En cuanto a las asignaturas de este cuatrimestre debo decir que en general me siento como si fuese un poco perdida, como si me faltase un día de decir "hoy me pongo en serio", pero no encuentro el momento y no lo hago. Espero que esto no dure mucho porque a finales de este mes empezamos con exámenes y trabajos que no puedo suspender si quiero que me hagan media con el resto de notas. Tengo que leer mucho, tengo que descargarme muchas cosas del campus virtual, tengo que imprimir muchas de ellas, tengo que trabajar mucho,... Pero cuando se acabe éste solo tendré pendientes las prácticas que supongo que serán más llevaderas, una asignatura que parece ser bastante suave y el trabajo de final de grado. La sorpresa de última hora ha sido que mi tutora dejará de serlo porque se ha quedado embarazada y dará a luz en fechas que son clave para nosotros. Aún no sabemos a quién nos asignarán (somos 3 a su cargo), pero por lo que sé el lunes que viene nos lo dirán en una reunión con el coordinador del grado.

Y así están las cosas. Quiero hacer tanto en tan poco que tengo el blog un poquito dejado. Pero solo un poquito, porque me gusta escribir aquí e intento hacerlo regularmente y así tener informados a mis seguidores y a aquellos que no lo son pero que de vez en cuando lo leen para saber qué tal me van las cosas. Un beso a todos y hasta la próxima.