sábado, 1 de octubre de 2016

Maestría

Mis proyectos siguen adelante: he empezado las clases de francés y también he empezado a estudiar en la UOC.

En la primera clase de francés el profesor ya me dijo que podría estar en segundo si hubiera hecho el examen de nivel. Según él, me aburriré en primero, pero le expliqué mis motivos y parece que le medio convencí. Prefiero empezar desde abajo a pesar de haber estudiado francés varios años, haber mantenido la parte oral con parte de mi familia y tener facilidad para aprenderlo. De esta manera refrescaré lo que ya sé y consolidaré una mejor base para seguir estudiando. Además, empezar tan sosegadamente me permitirá ir más tranquila con la UOC.

El máster es lo que más me preocupa. Trabajar online no ha sido nunca mi fuerte, pero le estoy poniendo mucho empeño. Ya he empezado a currármelo y la verdad es que no es fácil, que voy a tener que pencar mucho. Pero no importa. Nadie dijo que sería un camino de rosas. El grado tampoco lo fue y sin embargo lo hice y aquí estoy.

Mi fanfic de publicación semanal sigue adelante. La verdad es que lo lee más gente de la que pensé, pero nadie deja comentarios y no tengo ni idea de si gusta o no. También es cierto que me gustaría llegar a más público, pero es una temática que parece muy limitada, aunque estoy intentado darle un enfoque personal.

En fin, que todo sigue adelante, que tengo la agenda muy ocupada y que a duras penas tengo tiempo para escribir una entrada en mi blog personal.

martes, 6 de septiembre de 2016

Ya hemos vuelto

A pesar de que este año, para variar, no hemos ido a ningún sitio de vacaciones, podríamos decir que este verano ha sido muy intenso. Por eso, y viendo que ya hemos empezado septiembre y que las rutinas escolares están a la vuelta de la esquina, tengo la sensación de que ha sido más corto que otros años. En todo caso, ya estamos de vuelta.

He estado haciendo varias cosas y no he hecho nada aún. Por ejemplo, este año me he asegurado de no quedarme fuera en la preinscripción para apuntarme a francés. Hoy se acababa el plazo, pero yo lo hice el primer día. Ahora estoy a la espera de saber los resultados del sorteo y de seguir con el siguiente paso, si es que he tenido suerte, claro. Por otro lado, y sin abandonar lo estrictamente académico, estoy en proceso de formalizar mi matrícula de máster online. Al final será Comunicación corporativa, organización de eventos y protocolo. Creo que una línea así va mucho más con mi estilo y al mismo tiempo será una alternativa que me dará salida al mundo laboral. Al menos esa es la expectativa, la intención. También hemos estado haciendo una pequeña reforma en casa. Obras no, pero cambiar muebles de sitio, pintar, etc. No parece la gran cosa, pero faena había un buen rato... 

También he empezado un pequeño proyecto. Si has leído otras entradas de mi blog probablemente sepas que he escrito una novela y que la he presentado a la editorial donde trabajé. Aún no me han dicho nada y a estas alturas dudo que lo hagan. Así que he decidido ponerme a prueba escribiendo una pequeña historia (que tal vez se alargue más de lo que creía), un fanfic, y publicarlo semanalmente, por capítulos, en un blog como este. La idea es publicar una cosa que nunca podré presentar a un concurso literario o publicar en una editorial, un relato del que no pueda pedir derechos de autor, para llegar a los lectores potenciales y ver la aceptación que tiene mi modo de escribir. Busco crítica para mejorar y una respuesta, ya sea tanto positiva como negativa, para seguir mi rumbo com escritora emergente hacia un camino o el otro. Si estás leyendo esto y sientes curiosidad clica aquí y lee. Agradeceré que me dejes algún comentario, que te hicieses seguidor/a del blog e incluso que hicieras difusión de él. Sé que a veces estas historias tienen más éxito con los años y que a mí me gustaría empezar a tener respuestas ya, pero seré paciente. 

En fin, que a principios de cada verano me propongo hacer muchas cosas y al final no me da tiempo. ¡Es terrible lo mal que me organizo cuando tengo tanto tiempo libre! Por eso espero ser capaz de sobrellevar todo lo que me he propuesto hacer este próximo curso.

domingo, 7 de agosto de 2016

Ya tomé mi decisión

Acabado el contrato de trabajo y, visto lo visto, sin posibilidad de encontrar algo que no sea de maestra, o por lo menos no a corto/medio plazo, he decidido continuar dónde lo dejé. Cuando estaba en tercero de carrera me recomendaron que cuando acabase continuara con un máster. Por supuesto, me hablaron del de educación pero no estaba interesada y los demás que hacían presenciales en la universidad no me convencían, así que no creí que lo fuese a hacer. A fin de cuentas, mi intención era ponerme a trabajar lo antes posible y sí, me puse a trabajar pero precisamente de lo que intentaba desligarme.

Llevo dos semanas parada y estoy pensando qué hacer. Tengo pendiente estudiar francés, que ya lo quería hacer el año pasado pero se me pasó el plazo para matricularme en la Escuela Oficial de Idiomas y me quedé fuera. Sin embargo, el tema del máster era algo que me rondaba la cabeza y empecé a mirar de hacerlo a distancia. Estuve consultando la oferta formativa de la UOC y la UNED principalmente, hablé con varias personas y estuve barajando diferentes salidas. Descubrí cuál era la diferencia entre un máster oficial y uno propio y sin lugar a dudas me decliné por uno oficial por las bonificaciones que ofrece el estado y porque me da la posibilidad de conseguir matrícula de honor. 

Tengo muchas ganas de esmerarme en esto. Quiero aprender mucho y ser buena en lo que haga por lo que estoy pensando en hacer ambas cosas: el máster y empezar francés. Por supuesto, que será duro porque no he trabajado nunca a distancia y empezar una nueva lengua es algo complicado, pero tengo la suerte de tener el francés cerca desde siempre y además tengo una base que no he olvidado por completo. Aún así empezaré por el primer curso, creo que así refrescaré la memoria y no me resultará tan duro, porque si hiciera la prueba de nivel estoy convencida que entraría directamente a segundo. En cuanto al máster pienso definirme unos horarios y unas pautas de trabajo para no caer en la tentación de "luego lo hago" y que ese momento nunca llegue.

Después de tomar esta decisión me siento mejor. Ya vuelvo a tener rumbo.

lunes, 11 de julio de 2016

Mirar adelante

Se acabó el trabajar en la academia por las tardes y a finales de mes (en dos semanas exactamente) se acabará el trabajar dando el curso por las mañanas. Eso me hace pensar que en nada volveré a estar en el paro y no sé si podré pedir el subsidio, que fue el punto en el que me quedé antes de que me llamaran para trabajar. Con esto en mente me estoy planteando volver a estudiar, pero no aquel ciclo formativo de administrativo que estuve barajando unos meses atrás, no. Sino que me estoy planteando el cursar un máster y he de decir que cada vez estoy más convencida de que éste será mi próximo paso.

Lo cursaré a distancia para podérmelo combinar con mi vida diaria e incluso con un hipotético caso de incorporación al trabajo. Será un curso académico, si todo va bien, y de cara a junio o julio del 2017 ya lo tendría finalizado. Después del máster también podría hacer algún posgrado, especialización o curso, que siempre serán más económicos y cortos, pero eso lo decidiré cuando llegue el momento y si llega. El tema ahora es decidirme por cuál hacer ya que estoy entre tres:

1) Máster en traducción especializada. Esta opción está íntimamente vinculada con cualquier filología y las salidas profesionales que ofrece son bastante interesantes. Hay un rango de posibilidades tan amplio que me permitiría trabajar desde la traducción convencional hasta la creación de subtítulos e incluso trabajar en doblaje.

2) Máster en edición digital. Este segundo máster me acerca exponencialmente al mundo editorial, mi gran descubrimiento de los últimos años, pero me aleja de casa ya que por aquí no hay salida y debería irme a un centenar de kilómetros para acceder a una editorial que me contrate. Sin embargo, también me da salida a otras opciones estrechamente relacionadas como son los clubes de lectura y las bibliotecas, opciones realmente interesantes.

3) Máster en cultura y negocios en Asia Oriental. Esta última opción tal vez se aleje un poco de la lingüística, pero creo que es un sector que está en plena expansión y que me facilitaría la incorporación al mundo laboral. No obstante, no tengo ni idea de las lenguas autóctonas de Asia Oriental (básicamente chino y japonés), aunque no es un requisito para acceder al máster.

Estoy pidiendo consejo a varias personas que conozco de cada uno de esos mundos. Estoy estudiándome los diferentes itinerarios para dibujar la línea que finalmente seguiré. Aún así, si estás leyendo esto y crees que puedes aconsejarme te animo a que lo hagas en los comentarios.

lunes, 2 de mayo de 2016

La nueva rutina

Ya sé que esta rutina no va a durar mucho, que en un par de meses cambiará, pero también me tendré que acostumbrar a ella, ¿no? 

El miércoles pasado empecé el curso intensivo de las mañanas. Trabajé miércoles y jueves pero fueron jornadas muy ligeras ya que el primer día básicamente hicimos la prueba de nivel y poco más, el segundo fue bastante más intenso y hoy, que ha sido el tercero, hemos apretado un poco más las tuercas. La verdad es que, en contra de lo que yo creía, estoy contenta con las clases. Creo que conecto con el grupo y que aunque me encuentre con diferentes niveles soy capaz de llegar a todos sin hacer la clase aburrida. Al fin y al cabo son cinco horas seguidas de clase e intento mezclar cultura general inglesa con gramática y vocabulario para no convertirlo en un tostón del bueno.

El martes empiezo en la academia por las tardes. La faena está siendo mía para combinármelo con los horarios de las niñas, pero creo que todo será empezar y verme en situación. A partir de mañana inicio la nueva rutina que me durará hasta final de curso, ya que se acabará la academia pero continuaré con el curso intensivo de las mañanas hasta finales de julio. También en el caso de la academia estoy ilusionada porque cuando me fui me quedó un mal sabor de boca pensando que estaba dejando colgada a una persona que había puesto su confianza en mí y ahora esta misma persona me da la oportunidad de desquitarme y acabar un curso escolar.

Pasado el mes de julio no sé qué pasará. De momento, sigo buscando trabajo. También estoy pendiente del calendario para matricularme en el grado superior de administración y finanzas y hacerlo a distancia, que creo que las preinscripciones empiezan esta misma semana. De momento, parece que lo tengo todo más o menos bajo control.

viernes, 15 de abril de 2016

Grandes cambios

Ahora mismo no me queda demasiado claro si soy yo la que está contra el sistema o es el sistema el que esta en mi contra. 

La semana pasada moví ficha para pedir el subsidio por desempleo porque ya se me había acabado el paro. Parecía que entrábamos en una época de tiempos muy difíciles. Empezamos a planear cómo nos lo montaríamos para pagar las facturas, permitir que las niñas pudiesen mantener sus extraescolares (que las pobres sólo hacen una cada una) y seguir llegando a final de mes rezando para que no surgieran más imprevistos. Por suerte y muy sorprendentemente, esta semana, y en cuestión de tan solo unas horas, me he juntado con dos trabajos bien remunerados, relacionados con mis estudios y totalmente compatibles. ¿Qué más puedo pedir? La verdad es que esta noche no he podido descansar mucho porque mi cerebro ha tenido que digerir este nuevo estado tan favorable. No me lo acababa de creer después de tantos meses en casa. Sin embargo, me siento un poco indignada porque ambos trabajos son de profesora de inglés: por la mañana haciendo un intensivo para adultos y por la tarde en la academia donde trabajé el año pasado. No habrá trabajos en el mundo que los dos que me han salido son de lo mismo y precisamente de lo que no quería encasillarme, pero me quedo con la parte positiva y lo bueno es que son trabajos que me permitirán hacer currículum, que me incluyen en un grupo de cotización bastante bueno, que están bien pagados y que sólo duran unos meses. Después ya veremos qué hago, de momento me agarro a lo que hay.

Desde luego la vida da muchas vueltas y no sé qué pasará en julio-agosto cuando acabe de trabajar. Hoy me siento totalmente agradecida por haber encontrado estos dos trabajos.

martes, 5 de abril de 2016

Se acabó lo que se daba...

Se acabó el paro y sigo sin trabajo. He bajado el listón... bueno, de hecho, creo que ya no tengo listón, pero no hay trabajo. El dinero es un problema cada vez más serio y el banco pasa recibos cada mes sin perdón. Estamos sudando la gota gorda, por eso no puedo ser exigente con un posible trabajo. Tenía la esperanza de que me volvieran a coger en la editorial en época de producción, previa al día del libro, pero no ha sido así. El otro día quedé con un par de compañeras de la uni para vernos después de un tiempo y ellas están igual. El estudiar administrativo coge fuerza porque tengo que ser realista y ver la demanda que me rodea y adaptarme a ella si no es que me quiero ir fuera a buscar un empleo. Administrativo, artes gráficas, marketing... ¿Quién sabe? La cuestión es no quedarse con los brazos cruzados.

No, no. La verdad es que si no tengo faena me la busco, la pena es que no es remunerada, pero no paro. Estoy haciendo gestiones en las dos AMPA's que estoy y también coordinando la despedida de los alumnos de sexto de este año porque cabe decir que también estamos con las preinscripciones de la secundaria que mi niña mayor no para de crecer y el curso que viene ya pasa al instituto. ¡Así que aburrirme no me aburro nada de nada!

Hoy llueve y considero que es un día ideal para quedarse en casa y disfrutar de la lectura/escritura, pero no puede ser, mis obligaciones me esperan. Aprovecho que sale el tema para anunciar que estoy trabajando en una segunda novela. Es totalmente diferente de la primera, que era un romance. Ésta es de ciencia ficción o futurista y pretendo que el lector haga una reflexión tras disfrutar de la lectura. Pero estoy empezando y ahora estoy parada. No porque no sepa cómo seguir sino porque no encuentro el momento de sentarme a continuar con la historia. Un amigo muy preciado me aconsejó que difundiera algún fragmento para darla a conocer. Tal vez lo haga. En cuanto a la novela anterior, la que presenté a la editorial dónde trabajé, aún espero respuesta. Cualquier día me lío la manta a la cabeza y la envío a más sitios para ver si hay suerte y alguna casa se muestra interesada.

Seguiré trabajando aunque no cobre por ello, porque yo lo valgo, porque yo lo valoro y porque soy así y no puedo evitarlo.

martes, 1 de marzo de 2016

Se acabó el parón. Nuevas metas

En septiembre entré en el paro y quise hacer un descanso laboral. Enseguida llegó la vuelta al cole y la hice junto a mis hijas, etapa que siempre es especialmente dura si se tiene más de un hij@. Cuando ya estábamos colocados llegamos a la precampaña navideña y decidí, una vez más, quedarme con mis niñas y disfrutarlo junto a ellas, aunque empecé a buscar trabajo. Fui selectiva, lo reconozco. Cuando no tienes formación no te queda más remedio que agarrarte a lo que haya, pero cuando la tienes y sobretodo cuando te ha costado tanto conseguirla, esperas encontrar una oportunidad de demostrar tu valía. No ha sido el caso, de momento.

¿Es que no hay trabajo? Sí que lo hay, pero es indignante que una persona graduada y con buena nota tenga que conformarse con ser una dependienta en una tienda de cualquier ámbito. Y no quiero ofender a ninguna dependienta, que yo lo he sido durante mucho tiempo, pero creo que las personas con estudios deberían tener como mínimo la oportunidad de ocupar puestos de trabajo más afines a sus conocimientos. Por eso nos formamos, para aspirar a algo más.

Me indigné. "¿En qué piensa la universidad cuando decide ofertar según qué carreras?", pensé, "¿Es que no dan respuesta a una necesidad territorial sino a intereses políticos o propios?". Escribí un e-mail de queja y pedí explicaciones a un coordinador de máster. Me citó. Hablamos. Y finalmente, después de intentar venderme su producto y comprobando que venía con las ideas muy claras, me confesó que la universidad no estaba preparada para dar respuesta a un perfil de alumno como el mío: un alumno graduado en estudios ingleses que no se quiere dedicar a la docencia.

Bajé el listón. Decidí que ampliaría mi abanico a la hora de buscar trabajo. Seguí buscando. No encontré nada.

En ese momento me empecé a deprimir. ¿Es que acaso no hay un lugar para mí por aquí? ¿Realmente me tengo que ir? Me lo planteé, pero siendo pragmáticos me di cuenta de que era una locura, que tengo que pensar en mis niñas y en que ellas lo tienen todo aquí. A mí me lo arrebataron todo. No puedo hacerles lo mismo. Así que paré de caer en barrena para reflexionar y ver lo que tenía ante mí. ¿Qué quieren las empresas de por aquí? ¿Qué buscan que mínimamente encaje con mi perfil? ¿Qué es lo que me falta para que en un proceso de selección se lean mi currículum? Pues en la mayoría de los casos, si no en todos, el inglés es un extra a otra cosa y esa otra cosa suelen ser conocimientos de administrativo. ¿Y cuál es el siguiente paso?

Se me acaba la prestación por desempleo. He decidido buscar un trabajo por la zona (a poder ser en la misma población) de lo que sea, siempre y cuando me lo pueda combinar con los horarios de las niñas. Mis padres me pueden echar una mano, pero no pueden ser esclavos de una tarea que pertenece a los padres. Ésta última es mi última condición. Ahora mismo acepto cualquier tipo de trabajo. ¿Significa eso que renuncio a mi ambición en cuanto a encontrar un lugar donde desempeñar una tarea relacionada con mis conocimientos? No, simplemente he decidió quitarme la venda de los ojos, dejar de vivir en una utopía y adaptarme a mi entorno. He decidido seguir formándome. He decidido estudiar administrativo a distancia. ¿Por qué a distancia? La verdad es que me da un poco de respeto, pero sí quiero trabajar no me queda otra. No puedo estar en misa y repicando. Ojalá pudiera, pero sigo siendo humana.

Puedo pedir el subsidio, sí, pero espero no llegar a pedirlo. Sin embargo, esto tiene pinta de seguir así. En mayo empiezan las preinscripciones y matrículas para el curso que viene. He buscado información y creo que como mínimo puedo convalidar dos asignaturas o módulos formativos, por lo que acortará mi tiempo de formación.

Tengo miedo. Pensé que mi formación académica ya estaba concluida, pero no. Tendré que volver a ser estudiante, a los exámenes, trabajos, ... Espero dar la talla una vez más. Espero no dejarlo a medias y tener la tenacidad que se necesita para estudiar a distancia. Y sobretodo espero encontrar un trabajo relacionado con mis conocimientos cuando esto haya acabado. 

Lo peor será el proceso porque espero encontrar trabajo y llevarlo todo adelante a la vez. En el mejor de los casos tardaré dos o tres años en conseguir el título de administrativo. Lidiar con una situacón tan compleja durante tanto tiempo creo que será muy duro. Por eso me da tanto miedo. Pero es que la cosa no se queda aquí: si en septiembre sigo sin encontrar trabajo me apuntará a la EOI para hacer francés. Sí, no es la primera vez que lo digo, lo sé, pero creo que es el camino adecuado. El tiempo lo dirá. De momento, si no pasa nada, el plan es ese. 

Seguiremos informando...

martes, 16 de febrero de 2016

Queja a la universidad

Llevo unos meses en el paro. Cinco, para ser más exactos. Pronto se me acabará. No he parado de buscar trabajo y, aunque he sido bastante selectiva, no he encontrado nada relacionado con mis estudios. Sí que en septiembre encontré un par de ofertas de maestra, pero quise descartarlas porque estaba empezando a buscar y tenía la esperanza de encontrar algo que me gustase más. Pues ha ido pasando el tiempo y nada.

El otro día, no sé si es porque estaba con las hormonas un poco revolucionadas o qué, escribí un correo electrónico a un coordinador de máster de la universidad donde me saqué el grado. Este profesor ya me conocía de las reuniones del departamento (yo era parte de la representación estudiantil) y también fue profesor mío en alguna asignatura. ¿Por qué le escribí? Bueno, pues si has estado leyendo mi blog sabrás que me he planteado volver a estudiar y hacer un máster podría ser una opción. El problema es que si sólo tengo en cuenta los que ofrece la universidad donde estuve me quedo a dos velas porque relacionados con mi grado hay tres y los tres están encarados a la docencia, rama que estoy intentando evitar todo lo que puedo. ¿Qué pasa, que si no quiero ser maestra estoy condenada a comerme los mocos? Así que me levanté con mal pie y me puse a escribir. Aquí dejo un resumen de lo que le puse:

"Cuando miré las salidas profesionales del grado (antes de matricularme en primero) vi que la docencia era una opción entre quince o veinte. ¡Una! Sin embargo, a todos los que les decía lo que estaba estudiando me contestaban 'ah, sí, para ser maestra de inglés' y yo siempre tenía que dar explicaciones de por que no y cuáles eran mis aspiraciones. Pero ahora que ya tengo los estudios acabados veo que el resto de opciones parecen paja para rellenar la ficha del grado porque a la hora de la verdad no hay mucho donde escoger.

Mientras estaba haciendo el grado tenía muy claro que no quería ser profesora de inglés. Ya he trabajado de eso en varios sitios y te puedo asegurar que no es lo mío. Por otro lado, también he estado en una editorial y, aunque sólo fue una substitución por maternidad que duró seis meses, te puedo asegurar que esta salida profesional del grado me parece bastante más interesante que la otra.

Y te hablo desde mi experiencia personal ya que acabé de trabajar en la editorial en septiembre y a día de hoy aún no he encontrado nada relacionada con mis estudios. Cuando encuentro alguna o oferta de trabajo relacionada con el inglés (porque relacionada exclusivamente con la lingüística no he encontrado ninguna) también me piden administrativo o alguna ingeniería. Es decir, que el inglés normalmente se contempla como un extra. No sé si esto se debe a que en esta zona no hay ofertas de este estilo, a si la universidad no ve la realidad ni las necesidades laborales de su entorno y, por lo tanto, no prepara adecuadamente a sus alumnos, o a si hay algún interés de las altas esferas a que el estudiantado haga una inversión adicional de como mínimo un máster para encontrar un puesto de de trabajo donde pueda desarrollar lo que ha aprendido.

La verdad es que hace unos días hice una enquesta a mis compañeros de grado en Facebook sobre esto y la mayoría o trabajan o continúan estudiando y sé a ciencia cierta que más de la mitad de los que encontraron trabajo ejercen de maestros. Esto me hizo pensar y quise compartirlo con alguien implicado en el proceso educativo de la universidad, como tú.

Ya ves que mi intención es ponerme a trabajar lo antes posible. Ojalá me equivoque y simplemente haya tenido mala suerte para encontrar faena, pero la verdad es con sólo el título del grado siempre me he encontrado con puertas cerradas (exceptuando la editorial, claro, pero no cuenta porque ya me conocían de haber hecho las prácticas del grado allí) y me parece muy triste después de todo el esfuerzo que supuso estudiar el grado con las cargas familiares que tengo. No quiero pensar que engañáis a la gente usando la ficha del grado como un gancho para que se apunten. Sabes tan bien como yo que el tiempo es oro y que el que se pierde no se puede recuperar. No quiero creer que tiene el mismo valor un quinto de la EOI, por ejemplo, que un grado de Estudios Ingleses cuando te pones a buscar faena. Quería ser muy clara con mi mensaje para obtener respuestas igual de claras.

Muchas gracias por leer el correo hasta el final. Espero no haber abierto la caja de Pandora con este correo y espero que me disculpes si en algún momento te has sentido ofendido o molesto por mis palabras. No era esa la intención, créeme."

Bueno, pues contra todo pronóstico tuve respuesta y finalmente me reuní con este profesor y estuvimos hablando casi dos horas. Por supuesto que no me solucionó el problema, pero por lo menos aceptó que mi perfil (alumna de lenguas que no quiere ser profesora) existe y que nuestra universidad no está preparada para atender a este tipo de demanda. Me propuso quedar otro día con el coordinador del grado y con la coordinadora de lingüística para hablar del tema y para hacerles llegar mi queja. 

La intención al enviar este correo era que supieran que algo fallaba entre los estudios universitarios y el mundo laboral. Que profesores hay muchos y que creo que tendrían que tener en cuenta las necesidades de la zona cuando se trata de ofrecer estudios, cosa que parece que no se hace. Además, no creo que esto sea moco de pavo porque al fin y al cabo el objetivo final en cualquier caso es encontrar trabajo.

A ver cómo acaba esto...

martes, 9 de febrero de 2016

Un móvil para una niña preadolescente

Tal vez no me ajuste a la media española y por eso esta entrada al blog pueda resultar un poco "rarita", pero la verdad es que el tema de publicar tanta información personal en internet me parece un despropósito. No quiero ofender a nadie, al fin y al cabo cada cual hace lo que le parece con su vida, pero antes de escribir la entrada a la que el título hace referencia me gustaría hacer una pequeña introducción para dar sentido a lo que digo.

Ni en redes sociales, ni en perfiles de mensajería ni en ningún medio que sea tan público encontraréis fotos en las que salen mis hijas solas y especificando el nombre de cada una de ellas. Son menores y considero que hay que protegerlas de todo eso, no exponerlas. Conozco gente que actualiza su foto de perfil cada dos por tres con fotos de sus hijos y reconozco que me encanta verlas, pero yo no lo hago porque sé que esas fotos las verán mis amigos y/o conocidos y ¿quién más? Internet no tiene límites y esa información puede llegar a cualquier punto del mundo. Soy de las que piensa que hay que tener cuidado con lo que se publica, que hay quién da muchas pistas de los horarios que hace, de cuándo  y dónde está de vacaciones o incluso de lo que se compra o le regalan. No voy a juzgar a nadie pero insisto en que yo esto no lo hago. Toda esta información no es de ámbito público y según quién la lea te puedes buscar un buen problema. 

Sí, lo sé: tengo un blog en el que publico muchas cosas personales, pero si te das cuenta por mucho que explique aquí no doy información personal. Hablo de mi y de mis cosas y tampoco doy demasiadas explicaciones porque considero que para explicar lo que pongo aquí no es necesario que nadie sepa dónde vivo o a qué escuela van mis hijas. Sin embargo, por mucho que las quiera proteger de todo esto la tecnología está en todas partes y ellas forman parte de esa generación que domina una tablet como si hubiesen nacido con ella bajo el brazo. No las puedo privar de usarla, pero si pautarlas y guiarlas.

A lo que iba... Este año mi niña mayor acaba la primaria. Por mucho que no deje de sorprenderme, es de las pocas que no tiene móvil de su clase. Nunca me ha dicho nada, pero sé que se muere por tener uno, así que cuando empezaron a tener todas sus amigas le prometí que cuando acabara sexto le compraría uno. Bueno, pues hace unos meses su madrina se me adelantó y le regaló el suyo porque se lo cambió por uno más nuevo. Así que podríamos decir que tener móvil tiene móvil pero sin tarjeta SIM, por lo que no puede llamar y no puede usar whatsapp, por ejemplo. Ha estado bien porque ha utilizado internet y se ha instalado juegos y también ha estado haciendo un uso moderado del terminal. Ha sido como una introducción paulatina que creo que no ha estado mal del todo. De todas maneras me ha estado insistiendo desde que lo tiene en casa en que quiere una tarjeta SIM para poder usarlo plenamente y al final, como es una niña estupenda que me trae unas notas excelentes y que normalmente se porta genial, le dije que para su cumple (en junio) le compraríamos una.

Hemos hablado mucho del tema y al final, después de incluso buscar información en internet de cómo encarar este tema de la manera más adecuada y siendo fiel a mis principios, decidimos conjuntamente redactar un contrato que reuniese las condiciones que debe cumplir la niña para tener un teléfono móvil propio. Encontré un modelo que me parece que han utilizado más madres con las mismas preocupaciones que yo, lo copié y lo adapté a la especificidad de mi hija. Aquí dejo el cuerpo del contrato, que tanto mi marido como mi niña ya han leído y aceptado, aunque hasta junio no será vigente.

Si quieres tener un Smartphone operativo deberás cumplir con las siguientes condiciones:

1.- El teléfono es nuestro, no lo olvides. Nosotros lo compramos y pagamos en su momento. Te lo estamos prestando. ¿A que somos geniales?

2.- Nosotros siempre sabremos la contraseña o contraseñas. Respetaremos tu intimidad siempre y cuando no veamos indicios de que nos estás engañando o de que hay un problema serio que no nos quieres contar. Si llega el momento nos veremos obligados investigar qué está pasando y eso incluye tener acceso total al Smartphone. Recuerda que, al fin y al cabo, el teléfono es nuestro y sólo te lo estamos prestando.

3.- Nos entregarás el teléfono a las 9 de la noche cada día o, en su defecto, cuando vuelvas de clase. El móvil estará apagado toda la noche y se volverá a encender por mañana. Si crees que a ciertas horas no llamarías al teléfono fijo de alguien porque molestarías tampoco lo hagas con tu móvil y lo mismo ocurre con los mensajes. Respeta a las otras familias y sus horarios como nos gusta que nos respeten a nosotros.

4.- Si suena el teléfono, cógelo. Di «hola». Sé educada. Coge siempre, sin excepciones, la llamada de tu madre y/o padre.

5.- Si te llama un número que no tienes almacenado cógelo. Podría ser una llamada muestra desde un teléfono diferente. Sin embargo, si la persona al otro lado de la línea es una desconocida o no tienes idea de lo qué quiere cuelga sin dar explicaciones y coméntalo en casa lo antes posible. Hay mucha gente con malas intenciones en este mundo tan grande que se aprovecha de la gente buena como tú.

6.- Siempre que salgas de casa con el móvil te asegurarás de tener batería suficiente. Ésta no será una escusa válida si te llamamos y no lo coges.

7.- Te llevarás el teléfono al colegio, pero lo mantendrás siempre en silencio y guardado. Se te castigará en casa si te lo requisan en el colegio porque lo has estado usando sin una buena razón. Recuerda que sólo lo llevas por si surge una emergencia. No pierdas el hábito de conversar y hablar con la gente, sobretodo con tus amigos, en persona, cara a cara.

8.- Si el móvil se cae, se golpea, se estropea o se pierde, tú serás la responsable. Por lo tanto, serás tú quién asuma los costes de su substitución o reparación. Por si eso pasara deberás tener dinero ahorrado. Si llega el momento y después de todo no puedes pagarlo deberás realizar trabajos forzados en casa hasta haber hecho frente al gasto que no pudiste asumir. Esos trabajos serán del estilo: limpiar el coche, tareas del hogar no habituales, encargos, etc.

9.- El pago de las cuotas. Puedes elegir entre cobrar una semanada generosa y pagarte tú las mensualidades del móvil o si lo prefieres te las pagamos nosotros, pero en este caso te quedarías con una semanada mucho más reducida, la que nosotros creamos conveniente para cubrir tus gastos personales.

10.- Apágalo o siléncialo cuando te encuentres en lugares públicos. Especialmente en restaurantes, en el cine o mientras hablas con otra persona. También en comidas familiares. No eres una maleducada, no dejes que el móvil cambie eso.

11.- No uses el móvil para mentir, hacer tonterías o engañar. No te involucres en conversaciones que sean dañinas para los demás. Sé una buena amiga. A ti tampoco te gustaría ser el blanco de un acoso así.

12.- No seas faltona. No envíes mensajes, correos electrónicos ni digas nada a través del teléfono que no dirías en persona.

13.- No te dejes llevar. No envíes mensajes, correos electrónicos ni digas a alguien algo que no le dirías en voz alta y en presencia de sus padres o de los tuyos. Autocensúrate y contrólate.

14.- No pierdas el norte. Busca en la web información que compartirías abiertamente con nosotros. No tengas vergüenza en preguntar a una persona adulta, preferiblemente a tus padres, cuestionen que te inquieten. Nosotros también hemos sido jóvenes y también nos hemos preguntado las mismas cosas, te lo aseguro.

15.- No envíes ni recibas imágenes íntimas tuyas ni de otras personas. No te rías. Tal vez algún día te sientas tentada a hacerlo, a pesar de tu gran inteligencia. Es arriesgado y puede arruinar tu vida de adolescente, joven e incluso adulta. Recuerda que es siempre una mala idea. El ciberespacio es más poderoso que tú y es difícil hacer que algo de esa magnitud desaparezca, incluyendo una mala reputación que te perseguirá indefinidamente.

16.- No hagas millones de fotos o vídeos. No hay necesidad de documentarlo todo. Vive tus experiencias al momento y quedarán almacenas en tu memoria para toda la vida.

17.- A veces conviene dejar el móvil en casa. Siéntete segura cuando eso suceda. No estamos hablando ni de un ser vivo ni de una ninguna extensión de tu cuerpo. Aprende a vivir también sin él. Tienes que vencer el miedo a perderte algo que está ocurriendo y a estar siempre conectada.

18.- Bájate música que sea nueva o clásica o distinta a la que millones de chicas como tú escuchan. Tu generación tiene un acceso a la música mayor que cualquier otra de la historia. Aprovéchalo y expande tus horizontes.

19.- De vez en cuando puedes jugar a juegos de palabras, puzles y rompecabezas; juegos que contribuyan positivamente a tu desarrollo mental.

20.- Mantén tus ojos abiertos. Observa el mundo que te rodea, mira por la ventana, escucha a los pájaros, date un paseo, lee, pregunta. Muchas veces no es necesario buscar en Google para encontrar respuestas.

21.- Todo tiene solución. Meterás la pata, te quitaremos el teléfono, nos sentaremos y hablaremos sobre ello. Después de eso volveremos a empezar y posiblemente vuelvas a meter la pata. Entonces te volveremos a quitar el teléfono y de nuevo nos sentaremos para hablar. Piensa que esto es nuevo tanto para ti como para nosotros y que todos estamos aprendiendo, que no pararán de surgir cosas nuevas. Recuerda que somos un equipo; que estamos juntos en esto.

22.- El incumplimiento total o parcial de una o más de las condiciones anteriores se castigará con la retirada inmediata del terminal. En tal caso, tendremos un margen de dos días para decidir cuál será tu castigo y el tiempo en el que permanecerás sin teléfono móvil. También nos comprometemos a buscar una solución para que recuperes tus privilegios.

23.- La duración de este contrato será indefinida. Recuerda que te estamos prestando un terminal que nosotros compramos en un principio. Cuando nos demuestres que eres lo suficientemente adulta y responsable como para hacerte cargo completamente del uso y manejo del móvil rescindiremos el presente contrato. En ningún caso será antes de que cumplas los 18 años y para ello también deberás tener algún tipo de ingreso regular legal que te asegure una estabilidad económica independiente.

Esperamos que puedas aceptar estos términos. Muchas de las condiciones aquí recogidas no se aplican sólo al móvil, sino también a la vida en general. Estás creciendo en un mundo que cambia rápidamente. Es algo apasionante y tentador a la vez, pero procura hacer las cosas sencillas. Confía en tu poderosa mente y en tu gran corazón por encima de cualquier máquina. Y recuerda que te queremos sobre todas las cosas.

He decidido publicarlo en mi blog porque aunque yo crea que soy "rarita" porque regulo el uso que hacen mis hijas de las nuevas tecnologías, estoy segura de que habrá más madres como yo y que probablemente se encuentren con las mismas dudas. Por lo tanto espero que sirva de ayuda.

A mí estas cosas me producen pavor. Creo que, en general, facilitamos en exceso la entrada de nuestros hijos en el ciberespacio. No entiendo como críos de siete años tienen perfil de facebook o twitter y cuelgan fotos continuamente de lo que hacen. Me asombra muchísimo ver críos de primaria que van con el móvil al cole. Me duele incluso ver cómo los jóvenes padres de esta nueva generación usan estas mismas tecnologías para entretener a sus hijos pequeños (incluso bebés) y que así no les den la vara demasiado. Creo que les introducimos en este mundo demasiado pronto y si no los introducimos nosotros les damos muchísimas facilidades para que lo hagan ellos mismos. Y me incluyo en esta categoría por mucho que la critique.

La Guàrdia Civil está alertando continuamente de los peligros de internet, de la importancia del control parental, del ciberacoso, de la pederastia, de la violencia de género entre adolescentes, etc. Incluso imparten clases en las escuelas sobre la seguridad en internet porque parece que lo que les enseñamos en casa no es suficiente. Siempre pensamos que eso no nos puede pasar a nosotros, pero nada más lejos de la realidad. Por eso, si puedo hacer algo para proteger y preparar a mis hijas para afrontar estas nuevas situaciones con madurez lo haré sin duda alguna y creo que este contrato es un gran acierto.

miércoles, 13 de enero de 2016

Concluyendo uno de mis proyectos

Llevo dos días escribiendo como una posesa. En 48 horas he escrito al rededor de 50 páginas y ayer por la tarde, por fin, acabé de redactar mi primera novela. ¡Sí! Llevaba más de un año estancada, sin saber cómo continuar, y, por supuesto sin saber cómo terminarla. Desde que me quedé en el paro que la he ido repasando a ratos, pero no acababa de ponerme en serio. Tenía la sensación de que para continuar debía volver a empezar, así que me la volví a leer desde el principio y ya de paso aprovechar para hacer correcciones y modificaciones. A medida que me sumergía en la historia (como si no la hubiese leído nunca) iba captando la profundidad de los personajes con más matices y mi cerebro iba procesando el carácter de cada uno y adivinando cómo reaccionarían ante las situaciones que se les ofrecían. Poco a poco, el bloqueo ha ido cediendo y después de las vacaciones de navidad no sé qué ha pasado que me he sentido abrumada por todas las alternativas que mi imaginación me ofrecía para continuar escribiendo. Gracias a ello, finalmente me he decidido por un desenlace que, a decir verdad, me convence bastante. Aún falta trabajo por hacer, pero lo que es la historia principal ya está terminada. 

Con la alegría de sentir que por fin había concluido la parte más dura de este proyecto me puse en contacto con la editorial donde estuve trabajando. La editora jefa ya sabía de la existencia de esta novela y me ha animado a enviarle el documento para que lo valoren. Así que esta mañana he dado este primer paso. Sólo les he enviado la primera parte, la segunda es la que tengo que terminar de repasar. A partir de lo que me digan decidiré qué hacer, aunque veo difícil que me la publiquen ellos. No por nada en especial, simplemente porque no tengo muy claro que tengan novelas de este estilo en su catálogo, por lo que no sé en qué colección la podrían colocar. Sin embargo, si esta editorial rechaza mi trabajo no descarto presentarlo a otras. Al fin y al cabo, no es por fanfarronear pero creo que tampoco es que sea tan malo y que al final algo se podrá hacer con él.

Este proyecto es muy joven e inmaduro aún, pero espero que al final llegue a buen puerto y si no es así, tampoco es que me vaya a hundir porque para mi ha sido todo un placer escribir esta novela de amor.

viernes, 8 de enero de 2016

Pensando alternativas

Viendo que el mundo laboral se me resiste me inclino por potenciar otras alternativas que me permitan tener algún ingreso extra. Definitivamente creo que llevaré la novela que estoy escribiendo a la editorial en la que estuve trabajando. Creo que será bueno que los críticos se la lean y me den un veredicto, que me den directrices de cómo mejorarla y es posible que sea capaz de transformarla para que finalmente la pueda publicar y sea leída. Porque al fin y al cabo lo que busca el escritor es que sus obras se lean. 

En estos momentos estoy con las correcciones. Ya he acabado con la primera parte y estoy acabando de corregir la segunda, pero como van por separado creo que en breve enviaré la que ya está terminada para tener una respuesta de la editorial. Como siempre digo, no creo que esta novela acabe publicada pero no pierdo nada por intentarlo. Además también puedo probar en otras editoriales...

Por otro lado, estoy pensando en empezar otra de temática distinta. Estoy pensando en participar en algún concurso literario y para ello necesitaría un texto distinto, no el mismo que voy a ir presentando a las editoriales. Además, es una novela que consta de dos partes y creo que si solo presento una sería como ir cojo a una carrera de velocidad. Tengo varias ideas en la cabeza pero aún no me he decidido. También tengo la adaptación al castellano de una historieta que escribí mientras hacía el grado de inglés, que creo que no está tan mal, que podría explotarlo un poco más. En breve me estudiaré las convocatorias que hay abiertas para este tipo de concurso y que se adecuen a mi estilo y a ver si tengo suerte.

Seguiré informando...

Otra alternativa que me ronda por la cabeza es volver a estudiar. He visto que muchas ofertas de trabajo que me parecen más o menos atractivas requieren que los candidatos tengan cierto nivel en administración. En este caso tengo las siguientes opciones:

  1. Hago una segunda carrera: ADE (Administración y Dirección de Empresa). La gran ventaja es que la imparte la misma universidad donde estudié mi grado, por lo tanto no me tendría que aventurar a nada demasiado nuevo. Las desventajas son varias. Por ejemplo, al ser segunda carrera, gracias a la ley Wert, no tendría derecho a pedir beca por lo que tendría que pagarme la matrícula que ahora mismo está por las nubes. Por otro lado, un grado universitario son cuatro años y aunque me convaliden asignaturas no creo que me baje un año entero. ¡A este paso me estaría toda la vida estudiando! Y para colmo, no puedo olvidar que un grado universitario no es un cursillo y que el nivel de exigencia es altísimo (al menos por mi parte) y me da muchísima pereza someterme a eso de nuevo. Por lo tanto, esta opción queda bastante descartada. 
  2. Hago un ciclo formativo de grado superior en administración y finanzas. La gran ventaja vuelve a ser la distancia. En este caso incluso lo tengo mejor porque este ciclo lo imparten en un instituto de la ciudad donde vivo. El precio también es un factor a tener en cuenta ya que está subvencionado por el gobierno, es decir, que es gratuito. También cabe resaltar que sólo son dos años y no cuatro como la carrera y el nivel de exigencia no creo que sea tan alto como en la universidad. Aquí la gran desventaja es el horario que a pesar de que sea intensivo es de tarde y la verdad es que me va bastante mal para combinármelo con las niñas. Por otro lado, también me asusta que sea un grado superior porque existe el mismo ciclo en grado medio y me da la impresión de que las personas que se matriculen en éste deben tener la base del previo. Tal vez sean temores infundados pero sería una gran pérdida de tiempo empezar este ciclo y darme cuenta al cabo de un mes de que me queda grande...
  3. Hago un ciclo formativo de grado medio de administrativo. Este ciclo lo imparten en el mismo centro que el anterior, el precio también es el mismo, incluso el horario es intensivo de mañana (que me va muchísimo mejor) y, al igual que el de grado superior, son dos años. El gran pero es que tengo miedo de invertir ese tiempo y darme cuenta de que debo invertir otros dos más en hacer el de grado superior porque el nivel es demasiado bajo. Al fin y al cabo un grado medio es el equivalente al haber acabado la ESO. Si sumo los dos ciclos tengo los cuatro años que tendría que invertir en hacer el grado universitario y casi me duele más perder el tiempo que perder el dinero.
  4. Hacer cursillos del paro. En principio están subvencionados por el estado y es posible que me tenga que desplazar. Las características de cada curso pueden variar mucho pero básicamente serán lo mismo. Sin embargo, no sé la validez que tiene un curso de estos ante un ciclo formativo porque lo que está claro es que el número de horas es mucho menor y en el ciclo además tienes que hacer prácticas en empresa.


Y estas son las opciones que estoy barajando. También está la opción que yo considero la más adecuada que es que la propia empresa me forme aprendiendo directamente sus propios sistemas de trabajo y a utilizar las herramientas informáticas y ofimáticas que crean necesarias. Eso me ahorraría mucho tiempo porque en un curso o ciclo siempre me darán una visión general y la empresa me encarrilará hacia donde quieran que me dirija. En una feria de trabajo a la que fui a entregar mi currículum cuando acabé el grado me dijeron que en el fondo no importa demasiado la formación que tengas porque al final será la empresa la que te enseñe cómo trabajar para que les seas más productivo y, personalmente, yo también lo creo. Aunque esta opción es complicada ya que con la de gente que está buscando trabajo actualmente dudo mucho que se produzca una situación así.

Decida lo que decida no podrá ser inmediato porque para inscribirme a cualquiera de las opciones anteriores primero tengo que esperar al periodo de preinscripción o a que salga un curso con esas características. Aún lo estoy sopesando. Simplemente son alternativas que me planteo hasta que encuentre un trabajo y que seguramente llevaré a cabo si ese trabajo no aparece.

martes, 5 de enero de 2016

Queridos Reyes Magos:

No sé si esto será una carta adecuada, pero creo que hoy es el día más oportuno para pedir deseos a la religión cristiana y sus tradiciones. 

La verdad es que no pido mucho: básicamente quiero que mi familia tenga buena salud y que no tenga que pasar por ninguna necesidad. Sólo con eso me conformaría. Sin embargo, no soy creyente aunque celebre las Navidades y creo que estas cosas dependen de otros factores más que de la voluntad de ningún dios.

En la sociedad actual es necesario tener un trabajo, aunque no sea el trabajo adecuado o deseado, y gozar de buena salud que se adquiere con unos buenos hábitos alimentarios acompañados de actividad física saludable. Bueno, creo que hay muchas cosas que están en mi mano que puedo mejorar y mucho, pero hay otras que tal vez no.

De momento, estoy en la fase de búsqueda de trabajo. Aquí dejo un resumen de mi currículum por si acaso, que nunca se sabe.

*     *     *

ESTUDIOS
- Graduada de estudios ingleses (2014) que me proporciona un nivel C1 en el marco europeo.
- Técnico superior en educación infantil (2010)
- Técnico en explotación de sistemas informáticos (2005)
- Técnico en comercio y márqueting (2001)

EXPERIENCIA LABORAL (sólo la más reciente)
- Ayudante de editorial (comunicación): gestión de agenda, gestión de la página web, atención al cliente (nacional e internacional), diseño de carteles y tarjetas de eventos, organización de eventos (locales, nacionales e internacionales), traducciones varias, elaboración de e-boletines semanales, elaboración de fichas individuales y colectivas de las publicaciones periódicas, gestión de pedidos, envío de libros, etc.
- Maestra de inglés en escuela de idiomas. Encargada de la enseñanza oral de la lengua y desarrollo escrito de la misma.
- Ayudante de jardín de infancia en inglés. Guardería privada centrada en la docencia en inglés desde muy temprana edad. Mis tareas se centraban en asistir a la tutora de cada grupo y se complementaba con clases particulares y colectivas de alumnos de la academia de inglés que formaba parte del mismo grupo empresarial.

OTROS
- Dominio básico de francés (estoy intentando mejorar esto)
- Nivel avanzado de paquete Office de Microsoft.
- Iniciada en InDesign.
- Carné de conducir B i vehículo propio

OBJETIVOS
La verdad es que me gustaría trabajar en algo relacionado con la lengua. Si se trata de la lengua inglesa mejor porque es lo que he estudiado, pero el estudio de la lengua en general me apasiona.

Como sé que es muy difícil encontrar un trabajo de esas características también he pensado que podría trabajar en la sección internacional de una empresa ayudando con mis dotes con la lengua inglesa. Sé que para acceder a un puesto así seguramente necesitaré otros requisitos, pero quiero dejar claro que estoy dispuesta a aprender. No me da miedo estudiar si veo que vale la pena y quien haya leído un poco de mi blog lo sabe. Por lo tanto, si alguien busca a una persona de mediana edad (a la que ya no le hacen el carné joven en el banco), responsable, con ganas de aprender y sin demasiados problemas para adaptarse que se ponga en contacto conmigo. 

*     *     *

Y esta es mi petición a sus majestades.

Un saludo y muchas gracias por leerme.