sábado, 28 de enero de 2012

No sé si darme un respiro...

Aunque hoy es sábado no ha sido hasta hace unas horas que por fin he conseguido dejar atrás el primer cuatrimestre de este segundo curso. La verdad es que ha sido muy estresante. Psicológicamente ha sido machacante para mí, porque entre lo de mi padre y lo de mi hija parecía que mi mente no podía descansar en paz ni centrarse en una sola cosa. Ahora mi padre se está recuperando pasito a pasito y, aunque va despacio, se le nota bastante la mejoría. A mi niña ya la operaron el pasado día 16 y todo fue perfectamente. Incluso al día siguiente fue a la escuela como si nada. Eso sí, los días posteriores estaba hiperestimulada y parecía hiperactiva, pero supongo que fue la novedad de sentir aquellos nuevos sonidos que hasta entonces habían sido desconocidos para ella. Imagino que con el tiempo ha hecho como hemos hecho todos inconscientemente: ignorar todo aquello que no es de nuestro interés.

Las dos últimas semanas han sido agotadoras. He tenido que hablar con varios profesores para organizarme las visitas al médico y las horas de examen de algunas asignaturas (y quien dice examen, dice presentaciones orales o entrega de trabajos). Irremediablemente el tiempo sigue su curso sin esperar por nadie y por muy mal que lo haya podido pasar ya terminó. La semana que estamos a punto de empezar representa que es de relax para aquellos que se lo hayan sacado todo a la primera y de estudio y repaso para aquellos que no. De todos modos, toca esperar a la publicación de las notas. La verdad es que no estoy demasiado satisfecha con lo que he hecho en estos exámenes, sé que podía haber hecho más, pero las circunstancias son las que son. Me la jugué en algunas, lo sé. Aún así tengo esperanza (no demasiada, por eso) en poder pasar limpia. Si no fuese así, espero que me avisen con tiempo...

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