domingo, 23 de enero de 2011

Take a breath...

Domingo previo a la semana de exámenes. Necesito un respiro. Sé que no soy la única, pero es irremediable pensar en una misma. Lunes y martes sin descanso porque el miércoles ya tengo el primero. La suerte es que será el más ligero y para el que menos tendré que estudiar. Un punto a favor si se mira fríamente ya que sería como empezar esta etapa de estrés de manera paulatina. Aún así no debo descuidarlo y procurar preparármelo de alguna manera para no encontrarme con sorpresas desagradables. 

Acto seguido (el jueves) tengo el de literatura. Para éste sí que tengo un poco más de miedo porque me siento desnuda, sin argumentos válidos ante una prueba que vislumbro tenuemente pero que no acabo de ver con claridad. No tengo ni idea de qué es lo que quiere exáctamente esta señora en su exámen, aunque nos pasó un documento que representaba la guía del examen, como si fuesen las posibles preguntas. La cuestión era preparárselas en casa, con tiempo y poder enseñárselo de manera que nos diera su visto bueno o no; pero no lo he hecho así y ahora me siento insegura. Un antiguo compañero de clase que ahora está en segundo me dijo que no me preocupara demasiado por ello porque no es tanto como parece. No importa cuanto me diga, es mi manera de ser y no puedo evitar darle vueltas. No me siento segura con una profesora que solo se ha dedicado a dar clases magistrales y que nunca ha puesto "a prueba" a sus alumnos. De hecho, no sabes si vas bien o estás dando pasos en falso. La suerte es que un tanto por ciento de la nota nos la pone el otro profesor que imagino que nos puntuará bastante positivamente, así que con un poco de suerte Literatura no será una asignatura que me quede pendiente.

Por último, el examen de Lingüística con la profesora más estricta que he tenido nunca. No me cansaré de decir que es muy buena profesora, pero al tener esta faceta tan recta me da qué pensar... ¿Las preguntas serán muy rebuscadas o sólo intentará averiguar si nos hemos quedado con la esencia de la asignatura? La verdad es que no me asusta tanto como el anterior pero tampoco me pienso dormir en los laureles. Durante las vacaciones de Navidad estuve pasando sus apuntes a limpio, la cual cosa me permitió hacer un repaso general de todo, y a consecuencia nació un documento de 100 páginas. ¡100 páginas! Sin duda, cuando salga del examen de Literatura me pondré sin descanso a estudiar Lingüística...

Espero que todo salga bien y así no tener que arrastrar alguna de estas asignaturas; ni hasta la recuperación ni en años venideros.

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