miércoles, 18 de agosto de 2010

¿Quién inventó el concepto de "muerte dulce"?

La muerte siempre és amarga. Se puede morir de muchas maneras, al fin y al cabo, la vida és efímera y al más mínimo descuido se nos escurre por entre los dedos sin posibilidad de poderla retener un instante más. Cuando llega la hora se acabó. El tema és ¿"cómo se presenta"? ¿És el resultado de una enfermedad? ¿Un accidente? ¿Porque sí? Sea como sea, quien muere descansa pero los que se quedan no. Y esta situación se puede trasladar a cualquier nivel. No solo a las personas. ¿Quién no ha llorado cuando se le ha muerto una mascota? Yo desde luego, he llorado con todas, sin importar la edad.

Tenemos un perro en casa de mis padres (que viven en una casa, no en un piso), un labrador en color chocolate. Se llama Sensui. Hace unos meses se le cayó una muela y se ve que se infectó, pero no lo vimos porque no se quejaba nunca, ni tan siquiera un mal gesto. Nos dimos cuenta porque le salió un flemón y se le empezó a hinchar la cara. Con antibiótico la cosa bajó, pero al dejarlo volvió a subir. Y cada vez más. Cuando vino la veterinaria nos dijo que era un tumor, que había que operar y analizarlo, pero que había muchas posibilidades de que se reprodujera. ¡Qué duro es ser pobre! Si fuese por nosotros ni nos lo pensábamos, pero lo primero es comer y mi padre no quiere operar. El plan B era darle otro tipo de antibiótico, más fuerte, con la esperanza de que el tumor fuese benigno y se disolviera en la sangre poco a poco. Era un buen plan, pero no está funcionando. Sensui está mucho peor. El tumor és tan grande que no puede cerrar la boca, se pasa el día masticando porque se nota algo raro, sangra por la nariz y la boca, el ojo del lado afectado le llora constantemente, repira con mucha dificultad y lo peor de todo es que las moscas se estan cebando con él y parece que han anidado dentro de su boca. ¡És horrible verlo así! Siendo conscientes de que no le podemos operar y que ya empieza a padecer de verdad mis padres han tomado la decisión de ponerle la inyección letal, pero hasta mañana no pueden venir a ponérsela. La verdad es que no estoy segura de que llegue a mañana...

No puedo hacer nada por él. Solo mantener su recuerdo y esperar que su sufrimiento sea el mínimo. Un perro joven, noble, obediente y tan bueno... ¿¿y que se tenga que morir así?? ¡És terrible!

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