miércoles, 7 de julio de 2010

Dudas, dudas, dudas,.... y calabazas!

Por si tenia poco con mis dilemas personales sobre mi futuro inmediato, le hemos añadido más salsa con una oferta de trabajo que no nos esperábamos y que era la bomba. Era una oferta de trabajo para trabajar en el archivo comarcal digitalizando documentos. Un contrato de 6 meses con una jornada de 2/3 y un salario de unos 1.000€ mensuales. ¡La hostia! Cuando me hicieron la entrevista parecía que me iban a coger, pero cuando les dige que había hecho la preinscripción universitaria y que en septiembre-octubre empezaría con la uni y toda la pesca me dio la sensació de que se echaron para atrás, por mucho que les hablé de la reducción de créditos y eso. La entrevista fue ayer y hoy ya me han dicho que no me han seleccionado para el puesto de trabajo, y eso que había 4 vacantes. La noticia me ha caído como un jarro de agua fría. No es que estuviera ilusionada y convencida por la oferta, pero era tan ideal... era imposible no ilusionarse, fantasear, planear,...

Me he pasado la mañana repartiendo currículums. Buscando guarderías en la cercanía y oportunidades de darme a conocer. Me he sentido tan mal que me he planteado seriamente ir a Carrefour a hacer una solicitud, pero entre Eladio y mi padre me han disuadido. Me han dado puerta en todos los sitios que he ido. Unos con una sonrisa, otros agradecidos por el interés,... pero puerta todos. Lo malo de esto es que si no me llaman en esta primera quincena de julio ya no lo harán hasta que empiece el curso en septiembre y para entonces estaré en la uni. ¿Dejaría la uni por un trabajo? ¿Después de haber pagado la matrícula y todo? No es que me sobrevalore, pero me da la sensación de que cuando me llamen de un sitio me empezarán a llamar de todas partes. Me da mucho palo decir que no y más si lo tengo que hacer continuamente. Tal vez la universidad no sea el camino adecuado...

Cuando murió mi hermano yo estaba acabando segundo de bachillerato y aunque no tenía muy claro si iba a hacer la selectividad o no seguía adelante con los estudios. Un poco apuradita porque arrastraba una asignatura de primero pero con grandes espectativas. Su muerte fue un antes y un después para mucha gente, pero sobretodo para mis padres y para mí. En el caso de mis padres creo que sobran todas las explicaciones. No hay nada peor en la vida que enterrar a un hijo. En mi caso fue como detener el tiempo. Sí, muchas veces pienso que dejé de crecer y me quedé con los 18 años recién cumplidos. Desde su partida he estado dando tumbos sin un rumbo claro, aunque tuve la suerte de encontrar a Eladio. Ya han pasado 11 años y con la decisión de ir a la universidad parece que retomé las cosas más o menos donde las dejé, pero con más experiencia personal. Eso es positivo... creo. Cuando la persona que me hizo la entrevista para el archivo comarcal pareció dar un paso atrás en su decisión de contratarme cuando le comenté lo de ir a la universidad, me preguntó la edad y, aunque sus palabras me alentaban a continuar adelante con mi decisión, su expresión decía algo así como ¡A buenas horas!. Eso no es tan positivo.

Tengo mucho miedo a tomar la decisión equivocada. Ya sé que a pesar de mis rarezas soy humana y por eso tengo miedo. Es una decisión sobre mi futuro, pero que afecta a toda mi familia incluyendo a mis padres que siempre están detrás para lo que convenga. Tomar la decisión acertada es muy difícil porque es una situación un tanto complicada con muchas variables que pueden canviar a lo largo de los próximos meses. Pensar en ello no es la solución pero es que no lo puedo evitar y es una situación que me pesa... tengo días de todo.

Se me va la castaña: estoy pensando en escribir un libro. Ya veremos...

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