viernes, 15 de abril de 2016

Grandes cambios

Ahora mismo no me queda demasiado claro si soy yo la que está contra el sistema o es el sistema el que esta en mi contra. 

La semana pasada moví ficha para pedir el subsidio por desempleo porque ya se me había acabado el paro. Parecía que entrábamos en una época de tiempos muy difíciles. Empezamos a planear cómo nos lo montaríamos para pagar las facturas, permitir que las niñas pudiesen mantener sus extraescolares (que las pobres sólo hacen una cada una) y seguir llegando a final de mes rezando para que no surgieran más imprevistos. Por suerte y muy sorprendentemente, esta semana, y en cuestión de tan solo unas horas, me he juntado con dos trabajos bien remunerados, relacionados con mis estudios y totalmente compatibles. ¿Qué más puedo pedir? La verdad es que esta noche no he podido descansar mucho porque mi cerebro ha tenido que digerir este nuevo estado tan favorable. No me lo acababa de creer después de tantos meses en casa. Sin embargo, me siento un poco indignada porque ambos trabajos son de profesora de inglés: por la mañana haciendo un intensivo para adultos y por la tarde en la academia donde trabajé el año pasado. No habrá trabajos en el mundo que los dos que me han salido son de lo mismo y precisamente de lo que no quería encasillarme, pero me quedo con la parte positiva y lo bueno es que son trabajos que me permitirán hacer currículum, que me incluyen en un grupo de cotización bastante bueno, que están bien pagados y que sólo duran unos meses. Después ya veremos qué hago, de momento me agarro a lo que hay.

Desde luego la vida da muchas vueltas y no sé qué pasará en julio-agosto cuando acabe de trabajar. Hoy me siento totalmente agradecida por haber encontrado estos dos trabajos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario