sábado, 6 de noviembre de 2010

Primera "prueba de fuego" (3ª parte)

Me llena de orgullo y satisfacción escribir hoy tan temprano para dar una gran noticia: ¡comentario de texto aprovado y con nota! ¡Sí! ¡Tengo un 8,25! ¡Dios! ¡Estoy que me salgo de contenta!

No he pasado noches en vela pensando en esto pero la verdad es que he padecido mucho porque me pintaban muy mal a esta profesora. Como si fuese un ogro despiadado, que si se le cruzaban los cables te hundía sin piedad. Claro, dos semanas de margen dan para mucho y he hablado con gente de todo tipo. Comparando lo que me decían con lo que yo tenía hecho me parecía que faltaban muchas cosas, pero en el fondo siempre pensaba "pero lo importante es el contenido". Era como llevar un angelito en un hombro y un demonio pequeñito en el otro: uno diciéndome que tuviera fe en ella y en mí misma y el otro machacándome.

Ayer era el gran día. Todos esperábamos que la profesora nos dijera algo (más que nada las notas), pero solo hizo un comentario general con cuatro apuntes que quería que tuvieramos en cuenta. Finalmente nos citó para una nueva tutoría el próximo viernes. Las notas las colgaría en el campus virtual de la universidad durante el día. Pero por la tarde-noche aún no había nada colgado y dejé de lado el tema hasta esta mañana.

Al ser su clase en viernes he de confesar que ha sido una semana intensa. Ahora toca esperar a ver dónde he fallado. La verdad es que no esperaba suspender, pero tampoco esperaba una notaza así. A ver si a mis compañeras les ha ido tan bien como a mí...

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