sábado, 23 de agosto de 2014

Me estoy estresando

Las vacaciones se han transformado completamente. Las obras en el baño se han transformado en una pesadilla, y lo cierto es que ya lo sabía, que era consciente de lo que representaba hacer obras en casa, pero tanto Eladio como yo creímos que si se hacía se tenía que hacer bien. El plano inicial se fue transformando y poco a poco fuimos dibujando un cuarto de baño totalmente distinto a lo que teníamos pensado. Hemos cambiado el inodoro de sitio, hemos elevado una parte del suelo para poner el plato de ducha encima, pondremos mampara, cambiaremos el mueble del lavabo, pondremos el suelo nuevo... Resumiendo, nos va a quedar un cuarto de baño nuevo. Esta es la parte positiva, la negativa es que tengo una polvareda en casa que no me imaginaba yo que llegaría a tener nunca. No es que sea una maniática de la limpieza, ni mucho menos, pero es que hemos tenido que empaquetar a las niñas en casa de mis suegros porque hasta las sábanas tienen polvo y aunque las cambiemos sería en vano.

La habitación de Irene, contigua al cuarto de baño, está totalmente impracticable porque hemos hecho una regata en el tabique para poder poner la nueva instalación de agua. Eso quiere decir que hemos tenido que apartar los muebles, y la sorpresa ha sido encontrar una mancha de humedad, así que puestos a liarla hemos decidido pintar la habitación y hacerle un "lavado de cara" porque es que también le hacía falta ya que desde que nació la niña que no lo habíamos hecho. El problema es que vamos encadenando cosas. Como hemos comprado pintura para eliminar el moho para la habitación de Irene, hemos aprovechado para tratar otra mancha de humedad que tenemos en el comedor, lo que implica que tendremos que pintarlo también. Si a todo eso le sumamos la ansiedad que me está entrando de ver que nos queda una semana antes de que a Eladio se le acaben las vacaciones y que por lo menos un día lo tendremos que emplear en ir a comprar la flauta, la situación cada vez se parece más a un túnel largo que al final tiene luz, sí, pero que sigue estando muy al fondo y que ahora mismo me parece inalcanzable.

Falta que nos pongan el grifo, los azulejos y la mampara. Hemos puesto el inodoro nuevo, una parte del suelo y el plato de ducha (incluyendo la elevación). Y todo esto forma parte de la primera parte de la obra, porque esa es otra y es que tendremos que hacerlo en dos fases ya que al final el proyecto se nos ha ido totalmente del presupuesto y ahora mismo no podemos comprar el mueble del lavabo y un auxiliar, que es lo que nos faltaría de mobiliario. Por otro lado también tiene que venir el carpintero a cortar la puerta (por el tema de poner las baldosas del suelo encima de las que ya hay) y eso implica que sólo tendremos la mitad del suelo nuevo para evitar que la puerta roce. Pero eso quedará para la segunda fase, que esperemos que pueda llevarse a cabo antes de que se acabe el año. Aún así, lo que queda por hacer no provocará mucho más polvo. Creo que lo peor ya pasó. Hoy me he puesto a barrer y he sacado un recogedor entero de polvo, restos de escombros y pelusas y aún así se sigue viendo igual de sucio. Tengo cartones de cajas enormes en el pasillo que no puedo tirar todavía, no puedo pintar el cuarto de Irene porque el tabique aún está húmedo, no puedo lavar la ropa porque no puedo tenderla (el material de obra y las herramientas están dónde pongo el tendedero) y muchas cosas más que me impiden poner orden en mi casa.

Me estoy estresando porque a Eladio sólo le queda la semana que viene de vacaciones, tenemos que pasar por lo menos un día fuera para comprar la flauta de Irene, las obras siguen a medias y además está la limpieza de casa que creo que va a ser la leche. Además, en septiembre me tendré que poner las pilas para preparar las clases y coordinarme con la jefa que a mediados de mes empezaremos a trabajar con los niños. Eso es sinónimo de la vuelta al cole y tengo que probarles las batas, calzado, etc. para no encontrarme con ninguna sorpresa. También tenemos que empezar a trabajar con los horarios de ir a dormir para que vayan acostumbrándose a lo que será la rutina habitual. En fin, muchas cosas por hacer y temo que se nos eche el tiempo encima. Espero que mi estrés sea puramente psicológico y que no sea real. Seguiré informando...

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